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CONTENIDO EXCLUSIVO.En medio de la polémica que le persigue por convertir al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en el principal financiador de la dictadura Ortega Murillo, su presidente Dante Mossi utilizó sus redes sociales para trasladar a los directores la responsabilidad de aprobar los préstamos.
Sin embargo, exfuncionarios de la entidad explican que cuando estos llegan al directorio ya están aprobados; y que la votación es un “simple trámite burocrático”, porque es el equipo técnico- dirigido por Mossi-el que determina la viabilidad de los proyectos y el cumplimiento de los requisitos.
Además, los exfuncionarios atribuyen la complacencia de Mossi con Ortega, a su interés de asegurar el voto de Nicaragua para su reelección, proceso que se realizará este año. Mossi asumió la presidencia ejecutiva del BCIE el 1 de diciembre de 2018, y el periodo para el que fue elector concluye el 1 de diciembre de este año.
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Los exfuncionarios del BCIE explican que en ese “staff técnico” radica el poder de Mossi para inclinar la balanza a favor de Ortega. Ya que él se ha encargado de colocar en esa instancia a funcionarios leales que mantiene bajo su control, esta lealtad le garantiza el poder de decisión. “Son personas que le dicen siempre le dicen sí a Mossi, aquí no tienen nada que ver los países”, asegura una de las fuentes.
A pesar del directorio, Mossi tiene poder de decisión
Adicionalmente, Mossi maneja fondos discrecionales para realizar consultas técnicas, contratar consultores y hacer estudios sobre los proyectos que se financian. Esa manejo discrecional le garantiza elegir a quién contratar e incidir en las decisiones técnicas, que al final son las que determinan la aprobación de los créditos
“Entonces él tiene mucha injerencia sobre el tipo de préstamos y los que se acreditan. Además, tiene el manejo del área encargada sopesar los riesgos que implica la aprobación de los préstamos que se aprueban a cada país”, asegura un exdirector del BCIE que por compromisos de confidencialidad no puede identificarse.
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En declaraciones a LA PRENSA, Ottón Solís Fallas, exdirector por Costa Rica ante el BCIE explicó que cuando los proyectos llegan al directorio automáticamente son aprobados. Es casi imposible impedir su aprobación e incluso expresar desacuerdo porque existe el temor a represalias. Además, no tienen facultad para modificar los créditos que en esa instancia se aprueban por mayoría.
Es obligación de Mossi hacer cumplir las normativas
“Yo me opuse a muchos, pero cuesta mucho porque después puede haber represalias. Si un director se opone al crédito de un país luego ellos pueden detener una solicitud del país que se opuso. Entonces es en la Presidencia del banco donde se deben detener los proyectos que no cumplen los requisitos o los objetivos desarrollistas del banco”, señala Solís. Y añade que cuando los créditos llegan al directorio Mossi ya le ha anunciado a los gobiernos que están aprobados. Entonces oponerse podría provocar conflictos diplomáticos entre los países.
Además, por reglamento, según Solís, es obligación de Mossi hacer cumplir los principios del banco y que se cumplan los estatutos y las normativas del banco. El BCIE tiene una oficina de Monitoreo Social y Ambiental que también debería intervenir, pero también está bajo el control de Mossi.
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Manuel Orozco es director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano y emplazó a Mossi para conversar sobre el apoyo financiero otorgado a Ortega a pesar de las violaciones a los derechos humanos cometidas desde 2018. El conversatorio público se realizará el próximo 16 de marzo.
También cuestiona a los presidentes de los países
Orozco considera, que a pesar del voto de los directores, Mossi es el principal responsable, porque cuando los créditos llegan a votación el equipo técnico ya los ha evaluado y determinado su aprobación. También se han sometido al ejecutivo para revisión y aprobación y este los somete ante la junta de directores bajo recomendación de aprobación o rechazo.
Pese a considerar que Mossi es el principal responsable, Orozco dice que también han cuestionado a los presidentes de los países, ya que al final ellos también tienen parte de responsabilidad. “Creo que sí son cuestionados, bueno, al menos de mi parte hablamos con cada uno“, asegura sin dar detalles de la posición ha tomado cada uno ante el tema.
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Orozco también cuestiona que en los últimos años Nicaragua ha enfocado su estrategia de endeudamiento en infraestructura por la vía de obras publicas, como una forma de sostenimiento del Estado. Técnicamente el equipo evaluador determina la viabilidad de la propuesta y la envía a Mossi, quien después la somete a la junta de directores.
Cariños especial con el voto de Nicaragua
“Los temas claves aquí son de índole tanto de desarrollo como política. Las solicitudes de Nicaragua no compaginan con la visión de desarrollo que tenía el régimen, con un enfoque en inversión social y no infraestructura. Tampoco coincide que un régimen no democrático se enfoque en construir, mientras destruye familias enteras”, señala Orozco.
Los exfuncionarios del BCIE coinciden que el BCIE se ha consolidado como principal financiador de Nicaragua porque el país no tiene otras opciones. Ya que incluso algunos préstamos son más onerosos que los de otros organismos. Pero ante los candados que le han impuesto a Nicaragua, no le queda más opción que utilizar los del BCIE. Y por otro lado reconocen el interés especial de Mossi por asegurar el voto de Nicaragua.
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“Ha habido un cariño especial con Nicaragua. En mi tiempo llegaron muchos proyectos sin mucho análisis y entraban rápidamente. Creo que hay un cariño especial de Dante Mossi hacia Nicaragua porque es el voto que más quiere porque es el voto más difícil de obtener por la ideología de Ortega. Entonces desde el inicio (de su periodo) ha trabajado para asegurarse ese voto”, asegura Solís.
En 2021 directores criticaron falta de tranparencia
Y añade que Mossi llegó al BCIE con el apoyo del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández que actualmente enfrenta la justicia estadounidense. Y aunque el gobierno de Xiomara Castro se identifica como de izquierda, según Solís sigue casado con el Mossi a cambio de regalías.
Mientras tanto el exdirector que no pidió anonimato señala que la falta de transparencia no solo afecta a la relación con Nicaragua. Incluso ha provocado reclamos de los directores, sin embargo, es un tema que no se ha resuelto, ya que Mossi pregona mucho la supuesta transparencia y acceso a la información. Esto provocó que en 2021 un grupo de directores enviaran una carta solicitando respuestas, que no obtuvieron.
Con respecto a ese tema, este diario ha enviado diversas solicitudes de información a través del mecanismo en línea que el banco tiene y también a través de correos electrónicos. Sin embargo, por ninguna vía se ha conseguido respuesta.
