Aunque es un proceso que supuestamente empezó hace varios años, en los últimos meses el Registro Central del Estado Civil de las Personas aprovecha la alta demanda de partidas de nacimiento y reposición de cédulas de identidad para “actualizar” su base de datos. Este procedimiento incrementa los plazos de entrega de estos documentos. Si antes los recibía en cuestión de horas, ahora debe esperar días o semanas y hasta meses.
Además, cuando los datos de la personas requieren alguna corrección, debe viajar al municipio donde se inscribió el acta original y buscar abogado para hacer una “rectificación notarial”. Este proceso implica el pago de abogados para hacer el acta pidiendo la corrección; o de “coimas” a los registradores de los municipios, que se ofrecen amablemente a “corregir” los problemas a cambio de una “ayuda”. Pero también, incrementa aún más los plazos de entrega de los documentos que se solicitan.
El Registro Central del Estado Civil de las Personas es una Dirección General del Consejo Supremo Electoral (CSE) y tiene sedes en todos los departamentos y regiones autónomas del país. Su función principal es archivar todas las actas que se inscriben en los Registros Civiles de cada una de las 153 alcaldías del país.
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No hay información oficial sobre el proceso
Hasta ahora no hay información oficial sobre el proceso de “actualización” de las actas que resguarda el Registro Central. Tampoco se sabe qué motivó este proceso de cambios registrales, después de tantos años de establecida la entidad. Lo que sí es una realidad, es el calvario que provoca a las personas que urgen de un documento. Especialmente a los que por asuntos laborales urgen de ellos y peor aún a los migrantes que llegan en busca de los documentos para regular su situación migratoria en el país donde viven actualmente.
La pesadilla empieza cuando las personas necesitan una partida de nacimiento o una acta de matrimonio, divorcio o soltería; o cuando por vencimiento, daño o pérdida, tienen que renovar la cédula de identidad. Estos trámites se realizan en las oficinas del Registro Civil de las Personas de la Alcaldía de su municipio; en la oficina del Registro Central de la localidad donde vive; o en cualquier estación de cedulación.
Independientemente de la oficina a donde acuda, le dirán que antes de entregarle el documento que solicita debe actualizar sus datos en el sistema. Eso implica una revisión de la información que está plasmada en el acta de nacimiento original de la persona. En Managua lo remiten a la sede central del Registro Central ubicado en Residencial Los Robles; en el resto del país, lo mandan a la sede de Registro Central de su departamento o Región Autónoma.
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Corrigen información de partida de nacimiento original
En Managua el tramite es más ágil y este primer paso puede concretarse en tres o cuatro días, en el resto del país puede extenderse a una semana. El plazo dependerá de la cantidad de gente que encuentre en las filas. En el Registro Central le mostrarán una foto de la página del libro donde lo inscribieron cuando nació y verificarán que toda la información esté escrita correctamente. Si todo está correcto le entregarán un documento que dice que ya actualizó sus datos y que no necesita cambios registrales. Con ese papel regresa a la oficina donde inició su trámite y podrá concluirlo.
Se supone que desde hace varios años el Registro Central está digitalizando todas las imágenes de los libros, en los que antes inscribían a mano los datos del nacimiento, matrimonio, divorcio y defunción de las personas. Sin embargo, hasta ahora es cuando se están detectando estas fallas que según funcionarios impiden la digitalización de algunas actas de inscripción.
Si usted es una de las miles de personas cuya acta de nacimiento original tiene “problemas”, la espera se alargará por lo menos un mes. Algunas de las inconsistencias que el Registro Central está corrigiendo son calificadas por los abogados como “errores de derecho”, referidos al uso de la palabra comarca para referirse a ciudades que ahora son municipios. Esto —aseguran los abogados— la institución debería corregirlo sin necesidad de involucrar al ciudadano.
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Errores de derecho
Un ejemplo de esto es el caso de Roberto, quien nació en El Crucero en 1999. Es decir, un año antes de que fuera declarado municipio. Como en ese momento era una comarca y como no tenía Alcaldía su padre lo inscribió en Managua. El acta de nacimiento dice que nació en la comarca El Crucero. Recientemente él tuvo que cambiar el nombre de comarca por municipio a través de un acta notarial. El trámite, entre pago de abogado y pasajes a Managua donde está inscrito, le costó casi tres mil córdobas. Además, tuvo que esperar casi dos meses para reponer la cédula que perdió durante un asalto a finales de noviembre.
Un caso similar ocurre con las personas que nacieron antes de 1991 en las diez localidades que desde ese año a la fecha se han convertido en municipio. LA PRENSA documentó casos de personas que nacieron en Rancho Grande y Waslala antes de 1989, cuando ambas comarcas fueron declaradas municipios.
María es una de ellas. Actualmente realiza el proceso para cambiar la palabra comarca por municipio en su acta de nacimiento. Ella no entiende por qué el Registro Central no hizo este cambio cuando emitió los códigos de las cédulas. Ya que a pesar de estar inscrita en Matagalpa, en su cédula de identidad tiene el código 454 que pertenece a Waslala, lugar donde nació y no el 441 de Matagalpa donde la registraron. Para ella eso significa que el sistema reconoce a Waslala como municipio y no entiende por qué sus habitantes tiene que gastar tiempo y dinero en hacer ese cambio.
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También información errónea o mal escrita
Pero estos no son los únicos cambios registrales que se están realizando. También se corrigen errores ortográficos en los nombres o apellidos. Falta de coincidencia entre los apellidos de la madre o el padre con la persona registrada. Contradicciones en las fechas de nacimiento con la edad plasmada en el documento. Además consolidan datos de personas que están registradas más de una vez y anulan registros adicionales, direcciones erróneas y otras fallas registrales.
La realización de este proceso, sin una campaña previa de divulgación, ha generado mucha suspicacia. Especialmente porque en los departamentos, después de pedir los datos de la persona, los funcionarios piden un número de teléfono donde le avisarán cuándo puede llegar a realizar el proceso.
Eso ha generado desconfianza entre algunas personas que temen que se repita lo que ocurre en las oficinas de la Dirección de Migración y Extranjería (DGME) donde en los últimos años, sin explicación alguna, le han retenido el pasaporte a muchas personas. Allí, simplemente piden un número de teléfono para avisar cuándo puede llegar a recoger el documento, pero esa llamada nunca la realizan.
Muchos consideran que es parte de la represalia
Según un reconocido opositor que recientemente realizó este trámite en Managua, después de cinco días de hacer filas durante hasta seis horas cada día, sintió un gran alivio cuando finalmente le entregaron su cédula. En las filas los comentarios y temores que se escuchan son muchos y él ya estaba casi convencido de que no conseguiría su identificación.
Por lo que escuchó, unos desisten del trámite convencidos de que el régimen los tiene “en alguna lista” y que en represalia no les van a entregar el documento que solicitan. Otros, por falta de tiempo y dinero se ven obligados a abandonar el proceso; y la mayoría por necesidad deben resistir hasta el final. Según los comentarios en las filas, gran parte de los que se quedan hasta el final necesitan un documento para salir del país.
Otra cosa llamativa es que durante los días que este opositor le dedicó al trámite vio el arresto de dos personas. Entraron a solicitar un documento y salieron escoltados por policías que se los llevaron en patrullas. También constató que la situación se ha convertido en una fuente de trabajo para algunas personas. Ya que “guardar” los lugares en las filas cuesta entre cien y doscientos córdobas.
Abren las puertas a la corrupción
Por su parte Roberto y María supieron que el trámite les pudo salir más barato. Por relatos de las personas con las que compartieron muchas horas en las filas, confirmaron que en muchos casos, cuando las personas llegan al Registro Municipal a consultar qué debe decir el escrito que le van a pedir al abogado, los registradores muy amablemente les ofrecen ayuda.
Varias personas les contaron que los registradores les dijeron que los abogados cobran muy caro y que ellos les podían ayudar. Ya que conocen a abogados que hacen “trabajos más baratos” y que por una suma menor les harían “el favor” de hacer la corrección directamente. Al escuchar los diferentes testimonios constataron que la tarifa depende de “la cara y apariencia del cliente”.
Finalmente, tras seis semanas de espera y de idas y venidas a su casa en Waslala, María recibirá su cédula la próxima semana. Dice que está pensando seriamente en enmarcarla, ya que entre gastos de pasaje, hospedaje, comida y tiempo perdido en su negocio, gastó más de cinco mil córdobas y toda la paciencia que tenía reservada para lidiar con sus clientes durante todo el año.
