El cronista deportivo Miguel Mendoza ha experimentado momentos complejos a lo largo de sus 52 años y su manera de enfrentar las adversidades ha sido tomárselas con humor y aferrarse a Dios. Durante estuvo privado de su libertad solía hacer reír a sus compañeros de celda e incluso bromear con alguno de sus custodios porque cree que la risa “da vida y te mantiene joven”.
Mendoza es uno de los 222 desterrados por la dictadura de Daniel Ortega el pasado 9 de febrero que fueron enviados en un vuelo hacia Washington DC. Permaneció 597 días en diferentes celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) o el Chipote.
El 16 de febrero de 2022 le fue impuesta una condena de nueve años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
A Miguel Mendoza no le gusta bailar, pero disfruta estar en un ambiente agradable. Le encanta el cine, pero no se memoriza los nombres de los actores ni de las películas. Sus salidas favoritas serían por la tarde de un domingo. Tiene la costumbre de desayunar nacatamales por las mañanas los fines de semana. Le gusta mirar el mar acompañado de un par de cervezas, “aunque no soy un borracho”, y debido a su trabajo ha viajado a muchos lugares.
El beisbol: su pasión desde niño
Mendoza recuerda que se dio cuenta desde su primera incursión en beisbol del nulo talento que tenía para este, pero esto no hizo que su pasión disminuyera, sino que la centralizó de otra manera. Empezó a memorizar estadísticas y cifras del deporte casi naturalmente.
Es originario de Camoapa, Boaco. Proviene de una familia muy pobre. Para ayudar en la casa los niños salían a vender a las calles enchiladas y tiste preparados por su mamá. El pequeño Miguel Mendoza nunca descuidó sus estudios.
Además, los once hermanos aprendieron el oficio de la zapatería. Se crio escuchando el épico programa deportivo “Doble Play” dirigido por Edgar Tijerino. Quien años después se convirtió en su mentor, compañero y gran amigo. Jamás se imaginó que trabajaría en este famoso programa desde 1995 hasta 2021, cuando fue detenido de manera arbitraria.
Mendoza recuerda la final del primer Campeonato “Germán Pomares Ordóñez”, organizado por la Federación Nicaragüense de Beisbol Aficionado de 1980 la cual sintonizó en la radio desde la pequeña zapatería de su hermano Porfirio.
El enfrentamiento fue León vs. Rivas. Sus hermanos apoyaban a León por lo que inmediatamente se volvió partidario de que Rivas ganara. En esa final ganó el Rivas, lo que inició su eterno amor por el equipo. “Por eso la gente no me entiende cuando digo: ‘Yo no soy boerista, yo soy con el Rivas. Yo soy antibóer en el buen sentido’”, comentó entre risas.
Estudiar periodismo para ejercer su pasión
Cursó su secundaria en el instituto municipal. Destacó por su buen promedio y recuerda afectivamente que en cuarto año se disfrazó de periodista en el festival anual del instituto; estaba claro que quería estudiar periodismo en la Universidad Centroamericana (UCA) para convertirse en cronista deportivo.
Destacaba en Matemáticas y Física; tanto que llegaba a ser como alumno monitor antes de los exámenes con sus compañeros de clases, los cuales le siguen guardando un cariño enorme y sufrieron su encarcelamiento. Mendoza llegó a pensar que debió de escoger alguna carrera donde se estudiarán principalmente matemáticas.
Cuando entró en la carrera se sintió en desventaja porque sentía que no cumplía con algunos requisitos básicos como ser un ávido lector, tener una excelente ortografía o tener un poco de conocimiento del inglés. No se desanimó y vio esto como un reto para superarse.
“Yo desde el primer día que llegué a Managua quise buscar a Tijerino. Fue hasta cuando salí de la carrera que me invitó a su programa. No fue fácil cazarlo, pero ahora yo me siento como su propio hijo”, afirmó Mendoza.
Afirma que la combinación del periodismo y el deporte ha sido perfecta.
La política y el deporte
Miguel Mendoza siempre le ha gustado estar informado sobre política nacional e internacional. Le da seguimiento a una serie de columnistas y analistas políticos como John Carlin, Sergio Ramírez, Fabián Medina, Carlos Montaner, entre otros.
Destaca que por su formación periodística ha podido combinar desde sus análisis deportivos hasta sus críticas políticas sobre distintas situaciones en Nicaragua. “Recuerdo que estaba trabajando para Canal 2, fue antes del Mundial 2014. Yo me puse a investigar sobre los estadios donde se iba a jugar el Mundial. Brasil iba a ser una inversión de 60 mil millones de dólares. Esto ocurrió durante el inicio de la lucha anticanal, yo estaba al aire y dije: Ya quisiera Wang Jing tener esa plata para venir a iniciar esa construcción”, mencionó.
Afirma que en todos los medios con los cuales trabajó ha dejado clara su postura política y lo caracteriza la manera empedernida en que lo hace. Enfatizó que nunca ha sido simpatizante del Frente Sandinista porque este grupo político posterior a la revolución popular en 1979 ya realizaban acciones que lo convirtieron en una férrea dictadura.
Fue declarado “non grato” por la administración del Estadio Nacional anteriormente llamado Dennis Martínez a inicios de agosto de 2018. Lo acusaron de “lanzar falsos e infundadas acusaciones” hacia el personal del estadio” promoviendo serias y peligrosas afectaciones”. Además, esta prohibición era para todos los estadios del territorio nacional, comentó Mendoza.
Asimismo, personas afines al régimen atentaron contra su integridad nacional. En diciembre de 2018 entraron violentamente a la casa donde vivía y lo despojaron de su camioneta Nissan Navara, celulares y su computadora portátil. Los hombres apuntaron armas de fuego contra el periodista deportivo y contra su esposa, Margin Pozo, a quien obligaron a ponerse de rodillas mientras le apuntaban a la cabeza.
Aunque sabía que estaba “en la mira”, nunca pensó en abandonar el país. “Fue electrizante para mí fue con mucho estrés”, así describió el momento en que fue capturado por agentes de la Policía el 21 de junio de 2021.
Una persona de confianza le avisó en horas de la mañana que sería capturado. No lo creía, pero salió de su casa para evitar que su pequeña hija Alejandra observara las violentas acciones de la Policía. Fue capturado al poco momento que llegó a la casa de seguridad donde iba a pasar la noche.
Recuerda solo escuchar las voces a través de los radios de policías. “Ya lo tenemos, vámonos que la gente empieza a filmar”. Cuando lo subieron a la patrulla, con la cabeza abajo, un policía le dijo “Miguel Mendoza por mal agradecido con el comandante como Miguel Mora te vas a chipotear”.
El privado de libertad
“Cuando vos llegás ahí creés que te vas al día siguiente. Cuando no te vas, hacés planes de una semana y así se va pasando el tiempo, hasta llegar a 597 días, pero me ayudó la oración, la fuerza que me dio la oración”, contó Miguel Mendoza.
Los primeros 14 días que estuvo en la DAJ fueron los más duros. Se encontraba solo en una celda, con una litera de dos camarotes de cemento, un hoyo simulando un inodoro y una pila de agua. Para poder distraerse del drástico giro que había dado su vida, se llegó a bañar hasta ocho veces. El agua lo hacía mantenerse sereno.
Describió la experiencia como un juego psicológico. Iba a constantes interrogatorios los cuales “eran bien pesados”, no sabía exactamente a la hora que lo iban a llegar a sacar de su celda. Le ataban las manos, le hacían bajar la cabeza y los custodios iban fuertemente armados, recordó que solo sentía impotencia. A las dos semanas llegó el líder Lesther Alemán, y Mendoza fue como su “instructor de lo que pasaría”.
Al sentirse acompañado la situación cambió, acompañaba al joven en las oraciones porque este tiene mayor domino de estas. Pero la ansiedad continuaba, seguía haciendo planes de su liberación; pensó que los liberarían luego de las elecciones presidenciales, luego Navidad de 2021 o después de la toma de posesión. Fue hasta que cumplió un año detenido que dejó de idealizar una pronta salida “y solamente le pedí diario a Dios fuerzas para resistir las siguientes 24 horas”.
Mendoza distrajo su mente ejercitándose porque lo hacía sentir con la suficiente resistencia para aguantar el calvario. Logró realizar hasta 1,000 sentadillas al día, 900 abdominales y alrededor de 2,500 saltos. Recordó lo malo de estar empapado de sudor luego de sus rutinas, pero eso lo hacía sentir fuerte.
Durante estuvo preso lo cambiaron de celda en tres ocasiones y compartió espacio con diez privados de libertad. En sus últimos 38 días compartía con Francisco Aguirre Sacasa y Miguel Mora. La celda en la que estuvieron era de las dos cómodas de la DAJ. Contaba con abanico, una ducha en el baño, forrada con azulejos y los privados podían apagar la luz.
Recuerda que sus últimos días aprendió de historia y cultura general con Sacasa. Él siempre le relataba historias y cultura general, el miércoles antes de su liberación Francisco Aguirre Sacasa le había prometido contarle sobre Napoleón. Con humor siempre recordaba que en la celda Sacasa ponía la sabiduría, y él los “chismes”.
Luego de sospechar su liberación, le afirmó al analista político que él no saldría de su celda. Mora y Aguirre abrieron los ojos sorprendidos al oír tan severa afirmación, pero Mendoza solo agregó una risa y siguió alistándose con su ropa de civil, mientras decía: no saldré de esta celda hasta que me dé la charla sobre Napoleón. Para él era el momento perfecto de hacer una broma.
Siempre cronista
Aunque ha sido catalogado como uno de los mejores cronistas deportivos, él afirma solamente ser una persona esforzada, trabajadora y constante. Se ha esmerado para poder conseguir cada cosa que ha tenido en su vida, aunque reconoce que ha llegado mucho más lejos de donde se imaginó en algún momento.
Inició en el periodismo con muchas limitaciones, pero ese no fue un obstáculo para que lograra cumplir sus sueños. Aseveró que siempre será cronista deportivo hasta que se muera.
En esta nueva etapa de su vida, no está seguro cómo va a seguir con su trabajo y cómo poder difundir las noticias. “Lo que he hecho en los últimos 30 años cómo seguirlo haciendo a través de las redes sociales, en eso me enfocaré porque quiero seguir viviendo por y para el periodismo deportivo”, comentó.
El primer evento deportivo que va a cubrir luego de su liberación será el Clásico Mundial de Beisbol 2023 que tendrá lugar en Miami, en marzo. Afirma que sus esfuerzos seguirán
Además, concentrará todas sus energías en la crianza de su pequeña hija. El cronista deportivo se perdió un poco más de 500 días de la vida de su pequeña hija.
La pequeña Alejandra conmovió al pueblo nicaragüense en varias ocasiones cuando su padre se encontraba preso en las mazmorras del régimen. La niña no sabía por qué no podía estar con su “papito”, como ella le llama.
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