Este martes 31 de enero, en un acto de entrega de 150 buses rusos a cooperativas del Transporte Urbano de León, Chinandega, Matagalpa, Estelí, Masaya, Chontales, Carazo y Tipitapa, el dictador Daniel Ortega aseguró que él es el único que se ha preocupado por renovar la flota de autobuses del país. Pero para empresarios del sector, no es razonable compararle con las gestiones de otros gobernantes. Desde la caída de la dictadura de los Somoza, hace 43 años, hubo tres presidentes que suman 17 años de administraciones independientes; mientras Ortega ha estado en el poder durante 26 años.
Además, explican que la adquisición de estos vehículos requiere de financiamiento externo. Conseguirlo implica someterse a procesos burocráticos muy largos, que muchas veces no se concretan en un solo periodo presidencial, que en Nicaragua es de cinco años. Esto lo admitió Ortega al decir que cuando retornó al poder en 2007 recibió un lote de 50 buses que había gestionado el expresidente Enrique Bolaños (q.e.p.d.).
Finalmente, aseguran que la compra de buses rusos más que para llenar una necesidad del país, Ortega la concretó para hacerle un favor a un aliado político, ya que esos vehículos tienen una vida útil de solo ocho años, son de mala calidad y no son adecuados para las condiciones del país, lo que al principio generó pérdidas millonarias y luego obligó a hacerles muchos cambios a las unidades.
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Procesos de compra tardan más de un periodo presidencial
Durante los primeros diez años que Ortega estuvo en el poder, entre 1980 y 1989, cuando el país trataba de recuperarse de una guerra, adquirió 930 buses de diversas marcas. Ninguna de las unidades era fabricada en Rusia. Luego, en los 16 años, es decir del 2007 al 2023, Nicaragua ha comprado 1,303 autobuses, 350 hechos en México y 953 en Rusia.
Un empresario del Transporte Urbano Colectivo (TUC) de Managua, que pide omitir su nombre por temor a represalias, explica lo lento y complicados que son estos procesos. Él recuerda que en 2007 el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó un crédito de 26 millones de dólares para la renovación de la flota de autobuses de Managua. Aquí puede leer los detalles del préstamo.
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Sin embargo, hasta en 2010 se conoció el nombre de la empresa que ganó la licitación para suplir el pedido y los buses marca DINA procedentes de México llegaron al país hasta en 2012. Es decir, que si en en el país existiera alternancia en el poder, esas unidades las habría recibido el sucesor de Ortega.
Otro ejemplo de la lentitud de estos procesos es que las 153 unidades que entregó Ortega esta semana son parte de un lote de 300 buses modelo PAZ que en marzo de 2021 Rusia prometió donarlos después que Nicaragua le compró una cantidad similar de unidades por las que le pagó 19.85 millones de dólares. En este caso, también los habría recibido un nuevo gobernante, ya que el actual periodo presidencial inició en enero de 2022.
Buses no eran aptos para el clima y condiciones de Nicaragua
Un empresario del sector selectivo, que también pide anonimato, agrega que otro detalle a tener en cuenta es que el principal objetivo de la adquisición de buses rusos no es mejorar las condiciones de la flota local, sino ayudar a un aliado político.
Recuerda que en una evaluación que realizaron en noviembre de 2009 las cooperativas de transporte de la capital junto a funcionarios de Alba Transporte, determinaron que los buses rusos que llegaron al país ese año presentaban “fallas en 21 puntos”, vinculados a los sistemas de frenos, arranque, enfriamiento, rodaje, eléctrico y ventilación.
En ese momento los transportistas alegaron pérdidas de hasta ocho mil dólares que se sumaban a los 25 mil dólares que estaban pagando a la Caja Rural, Caruna, por los buses que les vendió Alba Transporte a un plazo de ocho años. Es decir, que cuando terminaran de pagarlo, ya la vida útil del bus habría concluido.
Según información divulgada por medios rusos, las fallas reportadas obligaron al fabricante a modificar el diseño de las unidades. “Se adaptaron a las condiciones operativas del país, que posee clima cálido, humedad, polvo volcánico en las carreteras, a menudo una mala calidad del combustible, carreteras adoquinadas, terrenos montañosos y sobrecargas frecuentes, por lo que al modelo original se le tuvieron que realizar más de treinta cambios en el diseño”.
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¿Cuánto pagarán los transportistas?
Después de esos reportes de fallas, se estableció un taller en el país que está a cargo de Vladimir Berezhnoi, representante de la Fábrica GAZ, para garantizar el respaldo técnico. De lo que ahora no hay información es del precio que pagan los transportistas por cada unidad.
La flota de 300 buses que llegó en 2021 se pagó con un préstamo de 19.85 millones de dólares que adquirió la Alcaldía de Managua con el Eximbank de Rusia. Eso implica que el valor de cada unidad rondaría los 63 mil dólares. Es decir, más del doble de lo que costaron los que llegaron hace 12 años, cuando se les vendió a los transportistas en unos 29 mil dólares financiados a través de Caruna.
Sin embargo, tampoco se sabe si el precio de los comprados en 2021 se amortiguará con el lote que Rusia les entregó a cambio de esta donación y comenzó a llegar este año. Tampoco se sabe qué mecanismo de financiamiento utilizarán.
Finalmente los empresarios aclaran que desde 2021 habían prometido asignar buses rusos en los departamentos. Sin embargo, lo están haciendo dos años después, ya que la vida útil de estos buses es tan corta, solo ocho años, que cuando llega un nuevo lote ya hay muchos en la capital que no sirven y hay que reponerlos.
Consideran que si realmente existiera interés por mejorar el transporte urbano del país se gestionaría la compra de buses de mejor calidad, que aunque sean más caros le permitan al empresarios pagarlos y sacar algún beneficio antes de tener que reponerlos.