Después de que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo eliminara el pasado viernes la restricción que había impuesto la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA) a los turistas para el ingreso de cámaras fotográficas y cinematográficas a Nicaragua, algunos defensores de derechos humanos y periodistas dudan que los turistas verdaderamente puedan entrar al país con este tipo de equipos.
El defensor de derechos humanos y miembro del Colectivo Nicaragua Nunca +, Juan Carlos Arce, indica que “el hecho que se hayan retractado y hayan dado un paso atrás, no significa que no lo vayan a aplicar” y, por tanto, los turistas que quieran entrar al país con alguna cámara fotográfica o de video, no tienen garantías de que se les permita llevar estos equipos.
“Hace un mes supimos de una persona que le incautaron unos binoculares que eran de juguete y se los quitaron. El régimen está en una situación de que cualquier cosa que le genere ruido, peligro o cierto nivel de riesgo para exponerlos, ellos van a actuar sin miramiento, aún cuando la ley no lo prohíba”, explica Arce.
El defensor de derechos humanos indica que con el régimen de Ortega “no hay garantías de nada”, de manera que “cualquier turista que represente un peligro, que lleve una cámara o algún elemento tecnológico como binoculares, seguramente se los van a quitar”.
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Según Arce, el hecho de que la dictadura se haya retractado de esta medida es más por presión internacional y no necesariamente porque vayan a permitir la entrada de estos equipos al país. “Aunque ellos digan que no les importa lo que pasa a nivel internacional, sí les importa y sí hay impacto”, pues esta medida hace que los demás países sigan poniendo sus ojos sobre Nicaragua.
Sin embargo, Arce insiste en que “aunque se retracten de manera oficial, lo van a continuar haciendo en la práctica”, a como ya lo venían haciendo desde hace varios años, sobre todo desde el estallido de la crisis política en Nicaragua en abril de 2018.
El pasado 25 de enero, la DGA giró una circular con fecha del 16 de enero, en que prohibía la entrada al país de binoculares de visión nocturna y restringía a los turistas la entrada de cámaras fotográficas y cinematográficas a Nicaragua.
La DGA impuso que los viajeros debían solicitar un permiso a la Cinemateca Nacional para introducir 140 tipos diferentes de equipos fotográfico y cinematográfico, y 90 accesorios. Para los profesionales, se detallaron las marcas y modelos de 41 cámaras de cine y video, además de 74 cámaras fotográficas; mientras que para los aficionados se enlistaron 16 cámaras de video y 9 cámaras fotográficas.
Sin embargo, un día después, Rosario Murillo dijo en su acostumbrado discurso de mediodía del pasado viernes que “se elimina por decisión presidencial toda restricción a la introducción de equipos fotográficos y de filmación a nuestro país”.
Murillo justificó que a Nicaragua “viene mucha gente a ver aves, a recorrer nuestras bellezas patrimoniales, a convivir con nosotros en esta Nicaragua segura, linda, tranquila y bendita. Así que se elimina por decisión presidencial toda restricción a la introducción de equipos fotográficos, de cinematografía, filmografía, además hay mucha gente que está viniendo a hacer aquí documentales como los que vimos hoy: Nicaragua, tierra de volcanes”.
Al conocerse la noticia de que la dictadura se había retractado de la medida, la corresponsal extranjera de Univisión, Tiffani Roberts, escribió en su cuenta de twitter: “Se retractaron. Aunque en la práctica siempre restringen la entrada de cámaras. Los agentes de aduana hacen lo que quieren”.
De igual manera, el abogado y extrabajador del poder judicial, Yader Morazán, dijo en redes sociales que “pueden revertir” la prohibición de ingreso con binoculares y cámaras, pero quienes conocemos la realidad sabemos cómo se ha manejado y manejará en el terreno. Ayer por la tarde pasó una amiga por la frontera sur y vio como sacaron de la fila a un extranjero que llevaba una cámara”.
Por su parte, el área consular del Departamento de Estado de Estados Unidos ya había advertido a sus ciudadanos en 2021 que en Nicaragua la dictadura “hace cumplir las leyes de manera arbitraria con fines políticos. En todo Nicaragua, los funcionarios gubernamentales y las fuerzas del orden continúan apuntando a quienes se oponen al gobierno del presidente Ortega”.
También indicó que la dictadura ataca “sistemáticamente a figuras de la oposición (independientemente de la nacionalidad), incluidos exaliados, activistas políticos, representantes empresariales, clero, defensores de los derechos humanos y miembros de la prensa”.
“Los ciudadanos estadounidenses han informado haber sido objeto de este tratamiento, incluido el acoso y la agresión por parte de personas enmascaradas. Los ciudadanos estadounidenses residentes en Nicaragua también informan un mayor escrutinio del presunto discurso político y un escrutinio adicional por parte de los funcionarios de Inmigración”, advirtió Estados Unidos a los norteamericanos que quisieran visitar Nicaragua.
Medida era dirigida a periodistas
Cristopher Mendoza, directivo de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), considera que esta medida estaba destinada para impedir el trabajo de los periodistas nacionales y extranjeros que llegan a documentar la situación que vive el país bajo el régimen orteguista.
Los periodistas son los que utilizan este tipo de equipos para producciones audiovisuales de carácter periodístico, como documentales, reportajes y demás, por lo cual Mendoza señala que la medida buscaba limitar la entrada de estos equipos al país para que no se siguiera exponiendo la represión que el régimen de Ortega mantiene sobre la población.
“Varios periodistas extranjeros ya se han infiltrado en Nicaragua y han contado una versión que no es la versión oficial” y más bien desmienten las afirmaciones del régimen de que en Nicaragua todo está “normal” y que no existen violaciones a derechos humanos, comenta Mendoza.
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Además, el directivo de PCIN indica que esto también estaba dirigido para que los periodistas extranjeros no pudieran entrar a Nicaragua con estos equipos por los puestos fronterizos. “Lo que iba a ocurrir es que ese equipo iba a entrar de otra forma, y el régimen no quiere eso porque quieren tener el control”, comenta.
“Ya no hay forma de esconder todas las fechorías que cometen y lo que pretenden es tratar a todo nivel de mantener ese control de lo que se pueda decir de Nicaragua. En Nicaragua hay una persecución en contra de todo aquello que parezca que está contando la verdadera realidad del país”, señala.
Por su parte, Arce manifiesta que la crisis de Nicaragua ha sido de las mejor documentadas en todo el mundo, según lo que han expresado varios organismos internacionales defensores de derechos humanos, y eso ha golpeado a la dictadura porque su discurso se cae por sí solo cuando se aprecian los videos e imágenes de la represión.