El Papa Francisco dijo este martes que la homosexualidad no es un delito y cuestionó las leyes que penalizan la homosexualidad, a las que calificó de “injustas”.
El pontífice sostuvo una entrevista con la agencia internacional estadounidense AP y aseveró que Dios ama a todos sus hijos tal como son, por lo que pidió a los obispos católicos que apoyan las leyes que acojan a las personas LGBTQ en la iglesia.
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Asimismo, reconoció que autoridades de la Iglesia Católica en algunas partes del mundo apoyan leyes que criminalizan la homosexualidad o discriminan a las personas LGBTQ, a lo que calificó como “pecado”, aunque también justificó esas actitudes en los antecedentes culturales.
“Estos obispos tienen que tener un proceso de conversión”, dijo, y agregó que deben aplicar “la ternura, por favor, como Dios la tiene con cada uno de nosotros”.
Su viaje a África
El papa Francisco inició este martes un viaje de seis días a la República Democrática del Congo (RDC) y Sudán del Sur, el quinto que realiza a África desde su elección en 2013, durante los cuales visitó ocho países.
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Francisco visitará las capitales, Kinshasa, del 31 de enero al 3 de febrero y Juba hasta el 5 de febrero, según el programa divulgado por el Vaticano.
Un viaje considerado difícil debido a los problemas de seguridad y que había sido aplazado en julio por los dolores en la rodilla que padece Francisco y le impiden caminar.
El Vaticano descartó la visita a Goma, una de las ciudades de RDC a donde huyeron los hutus de Ruanda durante el genocidio de 1994, inicialmente prevista. “Sobre el pontífice no pesa una amenaza específica”, recalcó su portavoz, Matteo Bruni.
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En total, Jorge Bergoglio pronunciará 12 discursos y se reunirá con víctimas de la violencia, desplazados, miembros del clero y representantes de organizaciones benéficas.
Entre los temas que el pontífice argentino abordará figuran también el calentamiento global y la deforestación así como las cuestiones sociales y de salud que sufren esos países, ricos en recursos naturales, sobre todo minerales y oro, pero azotados por la miseria.