El papa Francisco aseguró este 15 de septiembre que ha mantenido comunicación con la dictadura de Daniel Ortega y que “hay diálogo”, tras la persecución y secuestro de varios líderes de la Iglesia católica en el país, incluyendo a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí.
“Las noticias son claras: hay diálogo. Se ha hablado con el gobierno, hay diálogo”, dijo el máximo representante de la Iglesia católica.
“Esto no significa que apruebe todo lo que hace el gobierno ni que lo desapruebe todo, no. Hay diálogo porque existe la necesidad de resolver los problemas”, agregó.
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La Agencia Católica de Informaciones (Aci Prensa) dio a conocer esta noticia, y señaló que las declaraciones se dieron durante una rueda de prensa en el vuelo de regreso de Kazajistán a Roma, cuando fue consultado por un mensaje para Nicaragua.
Desaprueba expulsión del Nuncio
El santo padre exhortó que nunca se debe de dejar de dialogar, a la misma que vez que mostró su desaprobación a la expulsión del embajador del Vaticano en Nicaragua, Waldemar Stanisław Sommertag.
“Estas son las cosas que no se entienden, poner un Nuncio en la frontera es una cosa seria diplomáticamente”, expresó.
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El pasado 6 de marzo, el régimen de Ortega retiró el beneplácito al Nuncio Apostólico, representante del Papa en Managua desde 2018.
“Estas cosas son difíciles de entender incluso de comprender. Pero no es un caso único, en América Latina hay otros. De una parte a otra hay situaciones parecidas”, manifestó.
Espera que hermanas misioneras vuelvan a Nicaragua
El papa Francisco también refirió unas palabras a la expulsión de las misioneras de la Orden María Teresa de Calcula de Nicaragua, el pasado 6 de julio, quienes fueron escoltadas por patrullas y microbuses de la Dirección de Migración y Extranjería, hasta la frontera con Costa Rica.
“Y ahora mismo hay problemas. Al menos espero que vuelvan las Hermanas de la Madre Teresa”, expresó.
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El santo padre destacó que las misioneras “son buenas revolucionarias, pero del Evangelio”, y agregó que todos necesitan de la labor de estas hermanas.
“No hacen la guerra a nadie, es más, todos necesitamos a estas mujeres. Es un gesto que no se entiende”, señaló. “Esperamos que vuelvan y se reanimen”, añadió.