La decisión del dictador Daniel Ortega de cancelar el nombramiento de la embajadora de Nicaragua en Chile habría sido una acción de reciprocidad debido a que el gobierno encabezado por Gabriel Boric fue el primero que quitó a su embajador en Managua y solo dejó a un encargado de negocios, según fuentes diplomáticas.
El embajador de Chile en Nicaragua era Francisco Sepúlveda Valenzuela, reconocido oficialmente en septiembre de 2020. Mientras que la embajadora de Nicaragua en Chile era Lilliam del Carmen Méndez Torres, función que comenzó a ocupar en febrero de 2021.
El pasado 11 de enero Ortega dejó sin efecto el nombramiento de Méndez Torres en el cargo de embajadora de Nicaragua en Chile, a través del Acuerdo Presidencial 01-2023, publicado ese día en La Gaceta, diario oficial de Estado de Nicaragua.
Ese mismo día también se publicó oficialmente el nombramiento de Gadiel Francisco Arce Mairena en el cargo de ministro consejero con funciones consulares de la Embajada de Nicaragua en Chile, según el Acuerdo Ministerial No. 2-2023. Y, al mismo tiempo, se canceló el nombramiento de Arce Mairena en su anterior función de ministro consejero con funciones consulares de la Embajada de Nicaragua en Perú.
La fuente diplomática confirmó que estos últimos movimientos se hicieron tras el retiro de la embajadora.
Tensión entre Ortega y Boric
El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha dejado claro su rechazo a la dictadura de Daniel Ortega y se ha sumado a las voces internacionales que piden la libertad de los presos políticos de Nicaragua.
En septiembre pasado, en la 77 Asamblea General de las Naciones Unidas, Boric instó a las naciones a “seguir trabajando para contribuir a la liberación de los presos políticos en Nicaragua”. Más de 200 personas están presas por manifestarse en contra del régimen orteguista, lo que ha hecho que la comunidad internacional cierre filas en contra de la dictadura de Ortega en Nicaragua.
Ortega tampoco ha callado ante las expresiones críticas de Boric, a quien insultó en un discurso del pasado 28 de septiembre, refiriéndose a él como “perrito faldero” del imperio, entre otras menciones ofensivas, para contraatacar su llamado de liberación de los presos políticos de Nicaragua.
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Además, la canciller de Chile, Antonia Urrejola, está enterada de la crisis política que vive Nicaragua y es un personaje que demandó en reiteradas ocasiones el restablecimiento de la democracia y el respeto a los derechos humanos en Nicaragua, desde su anterior función como presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).