El presidente de Chile, Gabriel Boric, señaló el doble rasero de los partidos de izquierda en Latinoamérica, porque no condenan las violaciones de derechos humanos en los “países amigos” como lo hacen con otros países, en declaraciones ofrecidas en un conversatorio de la Universidad de Columbia este jueves 22 de septiembre.
“Realmente me molesta cuando eres de la izquierda y entonces condenas la violación de los derechos humanos en Yemen o en El Salvador, pero no puedes hablar de Venezuela o Nicaragua”, dijo Boric en la conversación.
El tema surgió cuando el mandatario chileno estaba explicando que no importa si se es de extrema derecha o de extrema izquierda, sino que lo que debe primar es el respeto por los derechos humanos (DD. HH.).
“El respeto de los derechos humanos no debe tener doble estándar”, enfatizó Boric.
Cómo cambió su visión de Venezuela
El presidente chileno advirtió que “el doble estándar de la izquierda” tiene un costo político y a continuación explicó, desde su experiencia personal, cómo fue cambiando su visión de lo que estaba ocurriendo en Venezuela, cuando observó las violaciones de derechos humanos.
“Fui a Venezuela en 2010 cuando Chávez aún vivía, y luego comencé a hacerme preguntas cuando vi la represión de las protestas y la manipulación de algunas elecciones. Y yo dije: ‘Bueno, esto no está bien. Tenemos que ser capaces de criticarlo’. Y la gente de izquierda en Chile decía no, no, no, no se habla de nuestros amigos. Y creo que eso está completamente mal”, explicó Boric.
Boric, quien es uno de los presidentes más jóvenes de Latinoamérica, con 36 años, valoró que “para tener un futuro, los partidos de la izquierda tenemos que tener un solo estándar moral, especialmente porque es muy sensible para el mundo, pero para América Latina, en los derechos humanos”.
“No puedes condenar lo que Estados Unidos está haciendo en el extranjero, o cualquier otro ejemplo, si no puedes ver lo que tus amigos están haciendo”, sentenció.
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Antes que Boric asumiera el poder este año tras ganar las elecciones, había mucha expectativa sobre las posiciones que iba a asumir como gobernante de izquiera, sin embargo, el joven presidente ha ido dejando claro que no apoya a los regímenes autoritarios de Daniel Ortega en Nicaragua y Nicolás Maduro en Venezuela, que se autodenominan de izquierda socialista.
En el evento más reciente, Boric instó a las naciones a “seguir trabajando para contribuir a la liberación de los presos políticos en Nicaragua”, en la 77 Asamblea General de las Naciones Unidas que se lleva a cabo esta semana, lo que acentuó más su crítica contra el régimen de Ortega.