El anhelo de alcanzar el llamado “sueño americano” se convirtió en tragedia para otra familia nicaragüense cuyo hijo de ocho años murió por hipotermia y asfixia la semana pasada, mientras intentaban cruzar el río Bravo para entrar de manera irregular a Estados Unidos.
En declaraciones a medios de comunicación de Estados Unidos, el sheriff Tom Schmerber, dijo que la tragedia ocurrió horas antes de la Navidad. Además, confirmó que el niño tenía 8 años y era de origen nicaragüense y murió por hipotermia y asfixia por sumersión.
Según reporte de la patrulla fronteriza, el menor junto a sus padres eran parte de un grupo de migrantes que cruzó el río Bravo en la zona del puente Internacional número dos de Eagle Pass, Texas, a la altura de la colonia Morelos de Piedras Negras. Pese a las advertencias de peligro por las bajas temperaturas que afectan la zona, el grupo se adentró en al agua el 24 de diciembre.
En las redes sociales circulan declaraciones de testigos de la tragedia. En ellos relatan que el niño iba agarrado de su mamá. Pero la tragedia los alcanzó cuando estaban como a medio metro de la orilla del lado estadounidense. La fuerte corriente se lo arrebató junto a una maleta de ropa de la que el menor se habría agarrado.
Localizado muerto
El papá que los seguía gritaba desesperado: Josué, Josué, pero no logró alcanzarlo. En medio de la desesperación trataba de avanzar, pero se desvanecía. Ante la desesperación del padre y la madres, el resto de personas que los acompañaban comenzaron a clamar por ayuda ante los agentes de la patrulla fronteriza que estaban en la zona.
Según el reporte oficial, tras pisar suelo estadounidense la autoridades capturaron al resto del grupo. Además, con el apoyo de los bomberos, procedieron a la búsqueda del menor que fue arrastrado por las gélidas aguas del río. Tras varios minutos lo localizaron, sin embargo, ya había fallecido.
Según el sheriff de inmediato reportaron el caso al consulado de Nicaragua en Houston, Texas para que realice las diligencias necesarias. Se desconoce que la familia intentará repatriar el cadáver para sepultarlo en su natal Nicaragua y si decidirán sepultarlo en aquel país.
Josué se suma a cerca de una veintena de nicaragüenses, entre ellos otro niño de 3 años y uno de 3 meses, cuyos sueños de alcanzar el anhelado “sueño americano” se ahogaron en las aguas del río Bravo durante el segundo semestre de 2022.
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