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Feligreses recuerdan y oran por la integridad de monseñor Rolando Álvarez. LA PRENSA / DIÓCESIS DE MATAGALPA

Monseñor Rolando Álvarez cumple 56 años

El obispo se encuentra bajo la supuesta figura de "resguardo domiciliario" desde el 19 de agosto pasado. Su feligresía acudió a la misa de acción de gracias en la Catedral de San Pedro, mientras el obispo auxiliar, Silvio Báez exigió su libertad

El obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez, cumple este domingo 27 de noviembre 56 años y los celebra en esta ocasión bajo secuestro domiciliario.

El pasado 19 de noviembre, el obispo cumplió tres meses bajo la supuesta figura de “resguardo domiciliar” después de que oficiales de la Policía lo sacaron de la Curia Episcopal de Matagalpa donde había permanecido fuertemente asediado y retenido durante 16 días, junto a más de seis personas, entre sacerdotes y laicos, que actualmente se encuentran detenidos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como el nuevo Chipote.

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Este domingo, feligreses de Matagalpa acudieron a la Catedral de San Pedro para participar de la misa de acción de gracias por la vida de su obispo. En la silla que ocupa el jerarca fue colocada una fotografía de monseñor junto a un adorno floral, a los pies de la Virgen de la Medalla Milagrosa, que se celebra este domingo.

“Hoy, para la Diócesis de Matagalpa es un día especial porque celebramos junto a nuestro obispo su cumpleaños. Ofrecemos esta Santa Eucaristía por el cumpleaños de monseñor Rolando José Álvarez”, dijo el sacerdote que ofició la misa y mencionó los nombres de las pastorales y familias que ofrecieron la misa. Asimismo, le cantaron Las mañanitas.

También ofrecieron la misa por todos “los sacerdotes encarcelados”.

Al obispo crítico de la dictadura orteguista la Policía lo acusa de supuestamente  “organizar grupos violentos, incitándolos a ejercer actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía de la comunidad”.

El obispo matagalpino

Monseñor Álvarez actualmente es el único miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) que tiene dos cargos asignados por el Vaticano: obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la sede vacante en la Diócesis de Estelí.

Además, está a cargo de las áreas de Comunicación y Atención a Laicos desde la CEN para el período 2022-2024 en la Asamblea anual realizada en noviembre. También es presidente del Departamento de Juventud de la CEN. 

Lea además: Destierro o cárcel. El difícil futuro que se avecina para monseñor Álvarez ante el silencio del papa Francisco, vaticinan

Álvarez fue nombrado por Benedicto XVI obispo de la Diócesis de Matagalpa el 8 de marzo de 2011 y tomó posesión el 2 de abril de ese año. Es el noveno en el cargo, desde que fue erigida la Diócesis en diciembre de 1924.

Obispo auxiliar ora, lo recuerda y exige su libertad

En ocasión del cumpleaños de Álvarez, el obispo auxiliar de Managua, exiliado en Miami, Estados Unidos, monseñor Silvio Báez desde la Parroquia Santa Agatha donde presidió la santa misa recordó al obispo y exigió su libertad.

“Hoy recuerdo con especial cariño a monseñor Álvarez en el día de su cumpleaños. Desde el mes de agosto monseñor está detenido injustamente por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y no nos vamos a cansar de recordar su nombre, de rezar por él y su integridad física y su pronta liberación exigiéndola, porque es un acto de injusticia terrible que clama al cielo”, dijo Báez.

A la vez reconoció la soledad y tristeza que seguramente debe estar pasando el obispo de Matagalpa: “Yo sé lo que sufre un obispo lejos de su pueblo y monseñor Álvarez está sufriendo ciertamente”, agregó.

Hay esperanza, Dios “puede transformar a los opresores en hermanos”

Enseguida, el obispo Báez invitó desde la luz del Evangelio correspondiente al primer Domingo de Adviento, en las profecías de Isaías, a los feligreses a no desanimarse ni dejarse llevar por el pesimismo, porque enfatizó que el Señor siempre está presente y puede transformar “a los opresores en hermanos y los violentos se pueden transformar en constructores de paz”.

Dijo también que “ser distintos, pensar distinto, ver las cosas de modo distinto, no es un delito”.

“Hay estructuras sociales injustas que oprimen a la gente y dictadura sangrienta que le quieren robar el futuro a los pueblos, pero no nos desanimemos, que el pesimismo no nos paralice. Animémonos, caminemos juntos, busquemos al Señor, subamos al monte donde Él habita para escucharnos, hay esperanza. Es posible una convivencia pacífica en donde no nos hagamos daño unos a otros, las palabras ofensivas e hirientes pueden volverse caricias llenas de compasión y caridad, los egoísmos que humillan pueden transformarse en acciones compasivas, las ambiciones mezquinas que dividen pueden llegar a ser fermentos de solidaridad y hermandad”, manifestó el obispo.

Monseñor Báez enfocó su homilía en el sufrimiento que viven los pueblos como consecuencia de las dictaduras, en el caso de Ucrania, por la invasión rusa, y en Nicaragua por el régimen orteguista.

“Los misiles se pueden convertir en escuelas para educar, los tanques de guerra en alimentos para los niños desnutridos, los aviones de combate en hospitales dignos para los más pobres, los policías que reprimen pueden convertirse en personas buenas que defiendan la dignidad del pueblo, los jueces inicuos que dictan sentencias espurias pueden llegar a ser defensores de la ley y derechos humanos, los opresores pueden convertirse en hermanos, y los violentos se pueden transformar en constructores de paz, caminemos hacia la luz del mensaje que llega”, pidió monseñor Báez.

Insistió para que los ciudadanos no caigan en el pesimismo ni dejen que su corazón se endurezca. “No dejemos de creer en el gozo del amor y la fe, el Señor está cerca, no dejemos que se apague en nosotros el deseo de cuidar a los otros, no nos cansemos de luchar por una sociedad humana y más justa”, finalizó el obispo auxiliar.

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