El anuncio de que Costa Rica pretende rechazar a más “migrantes económicos” desató una ola de repudio tanto a nivel local como internacional. Cada sector lo refuta con diferentes argumentos, pero existe consenso en torno a que la pretensión del presidente Rodrigo Chaves es inconsistente con la realidad, viola los derechos humanos de los migrantes y transgrede compromisos internacionales ratificados por ese país. Por ello, algunos consideran poco probable que esa amenaza se concrete.
“La decisión del presidente Chaves es inconsistente con la realidad política por la que atraviesan los migrantes, sean nicaragüenses, venezolanos o haitianos. Primero, en una dictadura, la represión es el principal motor de expulsión de la gente. Lo hemos constatado una y otra vez: la intención a migrar está positivamente correlacionada con las condiciones políticas del país”, aseguró a LA PRENSA, Manuel Orozco, director de Migración y Desarrollo para el Diálogo Interamericano.
Un segundo argumento de Orozco es que “las dictaduras modernas son modelos económicos fallidos”, que expulsan a sus ciudadanos como método para reprimir, explotar y generar ingresos. Estos sistemas políticos no crean condiciones de apoyo a sus ciudadanos ni generan riqueza ni empleo. Esto empuja a la gente hacia afuera. “El resultado es una ola migratoria y envío de remesas que indirectamente sostienen al régimen. Pero la gente no se va porque quiere, sino porque no tiene opciones”, explica Orozco.
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Mayoría de los 215 mil solicitantes de refugio son nicaragüenses
Si las personas no migran, la otra opción que les queda, según Orozco, es arriesgar su vida con una alta probabilidad de ser asesinados o encarcelados si salen a protestar. Además, considera que es inconsistente dicotomizar al migrante como un ser “económico o político”, ya que la complejidad que genera la migración no se reduce a un solo factor. Cuando se huye de una dictadura, lo político y económico están diluidos entre sí.
El pasado 16 de noviembre en su habitual conferencia de prensa de los miércoles el presidente Chaves anunció: “No podemos seguir aceptando gente que no son refugiados políticos, que son refugiados económicos”. Además, acusó a la comunidad internacional de no apoyar los esfuerzos que hace Costa Rica para atender a los migrantes.
Posteriormente la directora de la Dirección General de Migración y Extranjería, Marlen Luna Alfaro, dijo que están agobiados porque por falta de personal tienen 215 mil solicitudes de refugio pendientes de resolver. La mayoría de estas solicitudes son de ciudadanos nicaragüenses y en menor cantidad de venezolanos y colombianos.
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Base social de Chaves rechaza a los migrantes
Para el economista y sociólogo Oscar René Vargas, el anuncio del presidente Rodrigo Chaves responde a varios factores. El primero sería congraciarse con su base social que es altamente xenofoba. “Entonces su anuncio responde a ese rechazo de su base social hacia los migrantes”, dijo Vargas a LA PRENSA desde el exilio.
Una segunda intención de Chaves con el anuncio sería que la comunidad internacional le financie a Costa Rica el sostenimiento de los migrantes. “Es decir, es una movida política-económica para obtener financiamiento externo”, agrega.
Finalmente, Vargas considera que la intención del presidente Chaves es totalmente equivocada porque enfrentará a un sector de la población costarricense contra otro sector. “Es posible que veamos manifestaciones públicas de costarricenses que están a favor de la posición xenófoba del presidente Chaves”, advierte Vargas.
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El sistema de refugio lo fortaleció el Acnur
Koen Voorend, director del Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR, rechazó el señalamiento del presidente Chaves a la comunidad internacional, ya que son organismos internacionales los que atienden a los migrantes.
En declaraciones a Interferencia de Radioemisoras, de la Universidad de Costa Rica (UCR), Voorend aseguró que el apoyo de organismos internacionales, de manera particular del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), ha sido fundamental para fortalecer el sistema de refugio que posee Costa Rica. Además, desmintió lo dicho por el mandatario, con respecto a que con una sola llamada telefónica los migrantes consiguen un permiso de trabajo y se quedan a vivir en Costa Rica.
“Me extrañan mucho las declaraciones del presidente. El sistema de refugio no es nada fácil, uno puede hacer la solicitud y ahí empieza todo un proceso de revisión. Me parece que es difícil de comprobar lo que está diciendo el señor presidente”, dijo Voorend.
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Proceso de refugio es engorroso y lento
Según el Instituto de Investigaciones sociales de la UCR el proceso de refugio es tan engorroso que se extiende demasiado en el tiempo. Además, los programas de protección social para los refugiados tienen mucho menor alcance y cobertura que en 2018. Cuando tras el estallido de la crisis sociopolítica de Nicaragua comenzó la migración masiva de nicaragüenses hacia ese país.
“Incluso, en muchos de estos programas el papel del Estado costarricense es minoritario y son, más que todo, organismos internacionales y organizaciones de sociedad civil los que brindan esta asistencia”, dijo Daniel Alvarado, investigador de la UCR a Interferencia de Radioemisoras.
Alvarado también recordó que el sistema de refugio surge de diversos compromisos internacionales ratificados por Costa Rica. Entre ellos la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y normativas nacionales que garantizan la protección de los refugiados. Para el investigador, la protección a los refugiados que brinda Costa Rica forma parte de la imagen positiva que el país le muestra al mundo.
Crisis migratoria es provocada por dictaduras
Voorend coincide con Vargas en que las declaraciones de Chaves son peligrosas, pues considera que son problemáticas y generan polémica. Los investigadores opinan que en realidad lo que necesita el sistema de refugio es que el Estado lo atienda, invierta más y deje de depender tanto de agencias internacionales, particularmente del Acnur.
Orozco, en cambio, recuerda que hay un proceso de discusión abierto sobre el apoyo que se dará a Costa Rica. Este surgió en la Declaración sobre Migración de Los Ángeles, en la Cumbre de las Américas celebrada en junio pasado en California, Estados Unidos. “Ahí se enfocan varios temas, como la integración del migrante, la lucha contra la xenofobia y la cooperación. Costa Rica es parte firmante de esto y adoptar esa media es romper con su compromiso”, señaló Orozco.
Y añade que mientras se queja de la comunidad internacional, Chaves está sacrificando injustamente a los migrantes. Cuando en realidad su queja debería ir al entorno de los miembros de la Declaración y convocar de urgencia un plan de asistencia humanitaria.
“La precariedad de los migrantes es consecuencia de la presencia dictatorial de regímenes como los de Cuba, Nicaragua y Venezuela y de anarquía como en Haití. Su queja debe de ir contra dictadores como Ortega. Pero en vez de decirle que arregle el país, le dio el voto en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA)”, dijo Orozco, a la vez que aseguró que esta decisión va en contra de la tradición humanitaria y democrática de la política exterior costarricense.
Por todas estas razones, Orozco cree que será muy difícil que se concrete el cierre de la frontera para los migrantes, ya que se tendría que emitir un decreto de emergencia. Sin embargo, no descarta que se incrementen las restricciones y controles para entrar al país.
Migrantes aseguran que no son una carga
Mientras tanto, la advertencia de Vargas no tardó en concretarse. Este viernes medios costarricenses reportan que grupos extremistas pretenden marchar el sábado 19 de noviembre para “defender la soberanía del país y exigir a las autoridades que resuelvan la situación de los migrantes venezolanos”.
La presencia de los venezolanos se incrementó en varios países de la región después que Estados Unidos les cerró la frontera. Al no poder concretar la travesía quedaron varados en los países de transito en su ruta hacia el Norte.
Por su parte, los migrantes le recuerdan a Chaves que ellos no son carga de Costa Rica. Al recibir el permiso de trabajo generan riqueza y pagan impuestos como cualquier ciudadano de ese país. Además, según estudios, la fuerza laboral nicaragüense trabaja en ocupaciones predominantemente de baja calificación y con poca movilidad laboral, por lo que sus ingresos no cambian sustancialmente.
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Mano de obra nicaragüense aporta más del 10 % del PIB
Los especialistas consideran que la migración de nicaragüenses hacia Costa Rica ha aportado trabajadores a ciertas actividades, especialmente en el sector agrícola y la construcción. Es decir, en sectores donde la disponibilidad de mano de obra local era limitada.
Se estima que la mayor parte de la fuerza laboral extranjera en Costa Rica la integran los nicaragüenses. Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), determinó que la población migrante en Costa Rica aporta el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Mientras que Carlos Sandoval, profesor de la UCR, asegura que el 11 por ciento del PIB de Costa Rica es producido por nicaragüenses, “eso da la idea de la contribución económica”, dijo a LA PRENSA recientemente el profesor Sandoval.
Incluso, en octubre pasado las autoridades de Nicaragua y Costa Rica firmaron un convenio para regular el ingreso de trabajadores agrícolas a suelo costarricense. El convenio no estableció la cantidad de trabajadores que incluiría, pero se calcula que anualmente unos 40 mil nicaragüenses contribuyen a levantar la cosecha de café en ese país.
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