¿Por qué no me puedo embarazar?

La infertilidad ocurre mayormente en mujeres.

La infertilidad es una condición común con un importante impacto psicológico, económico, demográfico y con repercusiones médicas. La demanda de los servicios por infertilidad a nivel global ha crecido sustancialmente, aunque su prevalencia sigue siendo estable.

Este fenómeno de mayor demanda con misma cantidad de casos puede deberse a múltiples factores en los que destacan la entrada de las nuevas generaciones en etapas reproductivas en las cuales el acceso y publicidad de las tecnologías avanzadas en reproducción han sido ampliamente distribuidas, asociado a una publicidad desmedida en relación con la infertilidad.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de infertilidad?; infertilidad es una enfermedad en la cual se posee la inhabilidad para establecer un embarazo clínico después de 12 meses de relaciones sexuales regulares sin protección. Las intervenciones médicas pueden iniciar incluso antes de completar los 12 meses, dependiendo del historial médico, sexual y reproductivo de la paciente; edad, hallazgos en la exploración física y pruebas diagnósticas realizadas.

En términos generales, la prevalencia de infertilidad aumenta a medida del paso de los años, como se ha demostrado en numerosos estudios, las jóvenes entre 20 y 24 años tienen las menores tasas de infertilidad, mientras que las pacientes mayores de 35 años tienen las mayores tasas de la enfermedad. La explicación razonable a este fenómeno obedece a la disminución de la reserva ovárica así como la coexistencia con algunas otras enfermedades ginecológicas, infecciosas o algunas enfermedades sistémicas como azúcar y obesidad.

A la hora de evaluar la infertilidad, podemos atribuir aproximadamente el 37 % al factor femenino, un 8 % a factor masculino, un 35 % a una combinación de factores masculinos y femeninos, y en algunos otros no es posible determinar la causa del problema. Por tal motivo es importante involucrar a la pareja para su completo estudio.

Desde el punto de vista general podemos encontrarnos defectos postesticulares, disfunciones de túbulos seminíferos o hipogonadismo en un 26 %, disfunciones ovulatorias en un 21 %, daño tubárico en 14 %, endometriosis en un 6 %, problemas relacionados al coito per se 6 %, problemas relacionados al cuello uterino 3 % y cerca de un 28 % no podremos encontrar la causa.

Debido a que es un problema complejo, la evaluación de parejas infértiles debe ser realizada por especialistas en reproducción, es decir aquellos ginecobstetras y/o urólogos con una subespecialidad enfocada en fertilidad. Una evaluación por los médicos especialistas en el área te brindarán las herramientas necesarias así como los abordajes correctos para que tu meta de lograr un embarazo sea completada.

Si bien es cierto, los análisis son prescritos por los especialistas, son de utilidad las pruebas como seminograma, algunas mediciones hormonales en días específicos del ciclo, como hormona folículo estimulante, estradiol, hormona antimulleriana, así como estudios de imagen que nos brinden información, como la cantidad de folículos antrales al inicio del ciclo, una histerosalpingografia que nos muestre la permeabilidad de las trompas uterinas, en fin, el estudio es amplio y escalonado, hasta identificar la causa, que en muchos casos no se puede atribuir a una única causa, sino a una combinación de factores.

La evaluación por médicos especialistas en reproducción, con experiencia en el tema y la formación de equipos multidisciplinarios te brindarán los mejores resultados, no dudes en consultar con tu ginecólogo cuál es tu mejor opción a la hora del tratamiento de fertilidad.

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