En medio de una oleada migratoria que sufre Nicaragua, el Gobierno asegura que la economía está generando en masa empleos, o al menos eso es lo que deja entrever en su reporte mensual sobre el comportamiento del mercado del trabajo, que en agosto reportó una caída en el subempleo y el desempleo abierto.
El Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) informó que en agosto el mercado del trabajo experimentó una nueva caída en el desempleo, cuya tasa se situó en 3.1 por ciento, el nivel más bajo registrado hasta ahora. Con respecto al mes anterior, hubo un descenso de 0.5 puntos y respecto a agosto del año pasado una merma de 1.3 por ciento (4.4 por ciento en 2021).
En paralelo, el subempleo o la informalidad también disminuyó, dice el Gobierno. En el mes de referencia, este empleo, que suele ser mal pagado y de baja calidad, se situó en 38.9 por ciento (44.9 por ciento en agosto 2021); observándose en el área urbana un 41.6 por ciento, en Managua fue de 44.9 por ciento, y en el área rural de 34.8 por ciento.
Ambos indicadores son de los más bajos en su desempeño que han registrado, incluso mucho menor que antes de la crisis sociopolítica en abril del 2018.
Escasa generación de empleo formal
Un economista, quien prefiere no ser citado por temor a represalias, no descarta que al salir miles de nacionales del país le quita presión al mercado del trabajo y por eso “estamos viendo esas cifras del Inide, además de la maquillada que seguramente están dando a las cifras, porque recordá que estamos en un año electoral”.
Y muestra de que la economía no está generando a escala empleos formales, que es lo que podría explicar la caída del subempleo, sugiere echar una mirada a los datos del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que desde enero a la fecha apenas se han creado un poco más de 6,000 plazas.
En enero, el INSS tenía afiliados a 780,241 trabajadores y en agosto este número se elevó a 786,551. Si se compara con diciembre, se han creado 16,597 plazas, en un mercado de más de tres millones de personas en edad de trabajar.
En contraposición a esa generación de empleos, hasta agosto de este año han salido más de cien mil nicaragüenses, lo que muestra que el mercado del trabajo está ganando oxígeno a costa de menor presión de gente buscando trabajo.
En agosto la patrulla fronteriza detuvo a 11,825 migrantes que cruzaron irregularmente la frontera para entrar a suelo estadounidense. Con esta cifra el número de nicaragüenses detenidos durante el transcurso de 2022 llega a 108,018, según el más reciente reporte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés).
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Menos presión en el mercado
De hecho, el reporte del Inide muestra que el indicador relacionado con la tasa de presión general está controlado y en descenso. La tasa de presión general fue 8.7 por ciento (13.2 por ciento en agosto 2021), siendo en el área urbana de 9 por ciento, y de 7 por ciento en Managua; mientras que en el área rural fue de 8.2 por ciento. En diciembre esta tasa era de 10 por ciento.
Este último indicador refleja la cantidad de la población desocupada más la ocupada que está buscando un empleo respecto a la Población Económicamente Activa.
“Hay mucha gente que pese a estar ocupada en Nicaragua han preferido abandonar el país, ya sea porque huyen de la represión estatal o porque ven mucha incertidumbre económica que no le garantiza el empleo que tienen en ese momento o porque quieren mejorar sus ingresos, entonces esto le quita presión al mercado y ¿cómo se beneficia la economía? Además de quitarle presión a los indicadores de empleos también vemos ingresos monumentales vía remesas”, explicó otro economista, quien también pide no ser citado.
Las remesas experimentaron en agosto un nuevo récord de llegada a Nicaragua. Según datos del Banco Central de Nicaragua en términos acumulados al mes de agosto, las remesas sumaron 1,970.3 millones de dólares, lo cual significó un crecimiento de 42.6 por ciento con respecto a lo registrado en el mismo período del año pasado (US$1,381.6 millones).
Si bien la economía está creciendo, lo cierto es que esta desde junio ha mostrado signos de agotamiento en su ritmo de expansión y está muy por debajo del 10 por ciento observado el año pasado.