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Por qué la compra de funeraria Don Bosco revive las viejas aspiraciones del INSS de estar en este negocio. Acá la experiencia

Este es el número del Ministerio de Hacienda que podría dar luces de cuánto costó la compra de la funeraria Don Bosco. Una fuente explica qué representa para la entidad esta adquisición

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Aunque ha pasado mes y medio desde que el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) compró la Funeraria Don Bosco, hasta ahora ninguna de sus autoridades se ha pronunciado sobre la rentabilidad de esta empresa y no ha explicado, como de costumbre, de qué manera este negocio va a apoyar los ingresos de la frágil situación financiera del instituto, que desde el 2013 atraviesa una profunda crisis.

LA PRENSA se contactó ayer con el antiguo administrador y dueño de la Funeraria Don Bosco, Guillermo Castillo, vía WhatsApp, pero este dejó en visto los múltiples mensajes y a su vez quitó su foto de perfil, sustituyéndola por un crucero. Igual se le hizo llamadas a su teléfono, pero este decidió apagarlo.

Fuentes ligadas al negocio dijeron a LA PRENSA que la transacción ocurrió hace mes y medio, pero se contradicen en sus versiones sobre los motivos de la misma: una apunta que los dueños se declararon en quiebra y el INSS se tomó las instalaciones; y la otra dice que fue una negociación de compra-venta de mutuo acuerdo entre ambas partes.

Lea además: Funeraria Don Bosco pasa a manos del INSS, en una confusa transacción. Esto es lo que se sabe

Su fracaso pasado

Pero más allá de esto, lo cierto es que la adquisición de esta funeraria es una aspiración de vieja data del Instituto de Seguridad Social (INSS), que en la década de los ochenta ya fue dueña de un negocio de este tipo y que finalmente desapareció en los noventa.

“Es un negocio redondo”, dijo un especialista en materia de seguridad social, quien señaló que en 1984 se hizo un estudio actuarial y financiero ante el interés del INSS de crear una funeraria, en el contexto de la contrarrevolución y de ahí nació la Funeraria La Familiar, que tuvo una vida muy corta y que luego desapareció.

“Ellos ven las oportunidades como un gran negocio, entonces ellos ven que aquí va a haber un desastre, entonces empiezan a comprar todas las funerarias para vender todos los ataúdes, entonces en el 84 cuando comenzaba la guerra y la Contra y todo eso, y los muertos, entonces ellos encargaron el estudio para crear una funeraria y la montaron”, recordó la fuente, quien pidió no ser citada por temor a represalias.

Esta funeraria operaba por el antiguo Centro Cívico y estaba pensada para una población de seis millones de personas, con una tasa bruta de mortalidad anual de 8 por ciento, es decir unos 480 mil decesos por año, pero “con el cambio de gobierno (en los noventa) y la orientación del Fondo Monetario Internacional de compactar el Estado y sus dependencias, esta desapareció”.

Números de Hacienda reflejarían costo de la transacción

La fuente dijo que obtuvo información del INSS de que la adquisición de Don Bosco es solo una de las tantas compras de funerarias que en los últimos meses ha estado haciendo el INSS. La Don Bosco es uno de los locales más grandes de este tipo que han adquirido y de ahí el “ruido”, pero las otras han sido pequeñas y por eso no se ha sabido nada.

Aunque se desconoce hasta ahora el costo de la adquisición de Funeraria Don Bosco, los números del Ministerio de Hacienda y Crédito Público podrían dar luces de a cuánto ascendió la compra.

Después de varios meses de contracción en el gasto de adquisición de activos no financieros, el balance financiero del INSS muestra que en junio se hizo un gasto por 270 millones de córdobas en este rubro, un nivel no observado en meses. Este reglón durante meses reportaba gastos que no superaban los 100 millones de córdobas, pero en junio casi se triplicó.

Lo anterior ocasionó que el rubro de adquisición de activos no financieros (donde se registran las compras y adquisiciones de bienes del INSS) acumulado a junio de este año se ubicara en 645.3 millones de córdobas, superando los 618.2 millones en todo el 2021, los 534.4 millones de 2020; los 302.5 millones de 2019; los 231.4 millones de 2018, así como 452.9 millones en 2017.

Después de 2016 (960.2 millones) y en medio de fuertes críticas por el fiasco de sus inversiones, el INSS había restringido el gasto en adquisición de activos no financieros, mientras surgían investigaciones periodísticas que demostraban que la entidad estaba teniendo problemas para recuperar las inversiones, especialmente las habitacionales.

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Los servicios de la entidad

Además, el especialista recordó que el INSS ofrece entre sus prestaciones un subsidio funeral para los contribuyentes y afiliados, el cual se entrega en especie o en efectivo, un gasto que en los últimos dos años ha venido en crecimiento.

De hecho, el anuario estadístico del INSS muestra que en 2020 hubo un aumento sustancial en este tipo de prestación social, cuya aprobación se incrementó en casi un 50 por ciento con relación a la cifra observada en el 2016. No está claro si esta tendencia, que coincidió con el impacto de la pandemia, se mantuvo en 2021, porque las autoridades de la entidad aún no divulgan el anuario estadístico.

El especialista señaló que a nivel de mercado, el INSS tendría asegurada la rentabilidad del negocio, pero dependerá de cómo se administre esta inversión y que no ocurra el fiasco de las otras inversiones, para lo cual se requeriría que se transparente la operación tanto con los dueños de Don Bosco, así como la compra de los negocios similares a este que se ha hecho.

El analista político Eliseo Núñez, en una escueta declaración, solo se limitó a recordar que “el Estado no es un buen empresario”, aunque reconoció que no sabía si el negocio en sí es rentable o no.

Además recordó que ha sido la Administración de Ortega la que ha llevado a una crisis profunda al INSS, que recibió con un superávit y que ahora está con un déficit, que comenzó en el 2013 y se mantiene a la fecha.

En los últimos años el INSS ha dado tropezones en sus inversiones, que además de no ser transparentes han sido un fiasco, al punto que los ingresos por esta vía se han desplomado, lo que ocasionó que el Fondo Monetario Internacional en su momento advirtiera sobre el desvío de la cartera de inversión del instituto hacia negocios pocos rentables.

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Debe preocupar a los competidores

El especialista en temas de seguridad social dice que esta adquisición y otras que se han hecho de este tipo en este ramo debería inquietar a las empresas similares en el mercado, porque ahora con la compra de Don Bosco, el INSS podría convertirse en el principal proveedor de este servicio del Estado y todas sus dependencias.

“Su mercado va a ser todo el Estado, la gente se muere y las alcaldías andan regalando cajas, ¿dónde las van a comprar? A la funeraria de ellos, cualquiera que se muera del Estado, del partido, de los asegurados, los jubilados, ahí van a tener el negocio”, enfatizó el analista.

Recordó que en los años ochenta, los sandinistas cerraron todas las compañías de seguro y el estatal Instituto Nicaragüense de Seguros y Reaseguros (Iniser) pasó a controlar todo el negocio, cuyo mercado se abrió al sector privado otra vez hasta en los noventa.

“Todas las competencias son desleales cuando el Gobierno entra a manejarlas o algunas instituciones del Estado”, advirtió.

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