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CONTENIDO EXCLUSIVO.El matagalpino Ramiro Tijerino Haslam, de 77 años de edad, se encuentra devastado. Uno de sus hijos, el sacerdote Ramiro Tijerino Chávez, está preso en el nuevo Chipote, por órdenes de Daniel Ortega. Antes, también tuvo que soportar el encarcelamiento de su nieto Manuel Eduardo Picado Tijerino, por haber participado en las protestas de 2018.
A Tijerino Haslam eso le duele, porque estuvo preso con Ortega y hasta compartió su almuerzo, cuando al ahora dictador le faltó comida.
Fue en noviembre de 1967. Tijerino Haslam y su hermana Doris, quien después llegó a ser jefa de la Policía Sandinista, cayeron presos. La Guardia Nacional los llegó a sacar de su casa, pues los buscaban por andar en actividades en contra de la dictadura somocista.
A los dos los llevaron a unas celdas que eran del Primer Batallón Blindado, en donde después fue El Chipote, en la loma de Tiscapa. Luego los separaron. Había tantos reos, le contó Ramiro a la revista Niú en 2019, que a él lo metieron en uno de los baños.
Ramiro vio que, después de él, también entró preso al mismo lugar Daniel Ortega y, como la familia todavía no sabía, no le habían llevado comida, por lo que compartió con Ortega el almuerzo que le habían llevado para él y su hermana Doris.
Más de 50 años después, en 2018, Ramiro Tijerino Haslam llegó a las afueras del mismo lugar donde estuvo preso en 1967, a buscar a su nieto Manuel Eduardo.
En aquel momento, su hermana Doris, la que cayó presa con él, quien después se convirtió en comandante sandinista y primera jefa de la Policía cuando triunfó la revolución en 1979, actualmente plegada a Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, se negó a ayudarle para que sacaran a su nieto de la cárcel. Esa ayuda tampoco vino de su primo materno, Pedro Haslam, secretario político del orteguismo en Matagalpa, quien, por el contrario, se ha estado dedicando a reclutar testigos en contra de los sacerdotes católicos, especialmente contra monseñor Rolando Álvarez.
Cuatro años después, Ramiro Tijerino Haslam está sufriendo nuevamente a causa del mismo Daniel Ortega, quien ahora le encarceló a su hijo, el sacerdote Ramiro Tijerino Chávez, preso actualmente en el nuevo Chipote junto a otros tres sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo católico.
Juventud Patriótica
Doris Haslam Macy tenía 16 años de edad cuando conoció a un comunista chileno, casado con una prima de ella, que la hizo entrar en contacto con el marxismo, contó su hija Doris Tijerino a la historiadora del sandinismo y comandante guerrillera Mónica Baltodano.
Haslam Macy, miembro de una familia antisomocista de Matagalpa y casada con el agricultor José Agustín Tijerino Salinas, trasladaría después sus ideas a sus hijos.
Cuando la familia se trasladó a Managua, dos de los hijos de Doris Haslam, Ramiro y Doris María, se integraron a Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN), una organización que nació en 1960 y que está considerada como uno de los antecedentes inmediatos a lo que después se llamó el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Ambos hermanos eran de la célula de Juventud Patriótica creada en el instituto Ramírez Goyena, donde también estaban Julio Buitrago y Carlos Guadamuz.
Antes de eso, en los años 50 del siglo pasado, Doris María ayudaba a su madre a trasladar armas para la guerrilla de Ramón Raudales, quien había peleado con Sandino contra los marines norteamericanos, y en ese entonces seguía luchando esta vez contra la dictadura somocista. “Me acostaba sobre los rifles y me dormía y así pasaban los retenes de la Guardia Nacional”, contó Doris Tijerino Haslam a Baltodano.
Su hermano Ramiro le contó a la revista Niú que desde que era niño escuchaba y leía sobre Sandino, influenciado por su madre Doris Haslam Macy. “En ese tiempo (también años 50 del siglo pasado) mi mamá era quien nos daba esos libros. Y yo absorbí como esponja todo lo que escribió Gregorio Selser (uno de los biógrafos de Sandino). Tanto, que a los 12 años yo ya era correo de mi primo, Chale Haslam. Me acuerdo que iba a pie desde Matagalpa hasta Yucul, a dejar algún recado”, narró Ramiro.
Chale Haslam dirigió, en junio de 1959, un movimiento guerrillero contra los Somoza en las montañasde Matagalpa, en la zona de Las Bayas, Pancasán y El Bijao. Su acción contó con un fuerte apoyo del campesinado, pero la rebelión fue efímera porque Haslam fue asesinado.
Ya en Managua, Ramiro y Doris conocieron a los hermanos Humberto y Daniel Ortega Saavedra, quienes también eran miembros de Juventud Patriótica.
Por eso, cuando Ramiro cae preso y ve llegar también encarcelado a Daniel Ortega, lo saluda y le platica que Doris también está presa. Ortega se sorprende porque no sabía que Doris había sido capturada.
El almuerzo
El 18 de noviembre de 1967, Daniel Ortega es capturado por la Guardia Nacional. Lo llegan a sacar de la casa de Harold Solano, donde la noche anterior se había refugiado, cuenta el periodista Fabián Medina en su libro El preso 198.
Ortega le contaría después a la revista Playboy: “Una vez que me agarraron, me sometieron a un fuerte periodo de interrogatorio. Fue entonces que me dejaron esta cicatriz. Tengo una cicatriz aquí… al lado derecho, aquí mismo. Casi pierdo mi ojo. En ese momento yo tenía puestos mis lentes de contacto y no pude quitármelos antes que comenzaran a golpearme. Cuando me agarraron esta vez, yo pensé seguro que ahora si me van a matar”.
Por su parte, Ramiro Tijerino Haslam contó a la revista Niú sobre la vez que estuvo encarcelado en 1967: “Veo que llevan a otro baño a Daniel Ortega, casi con el ojo salido, por eso es que tiene una cicatriz. Nos reconocimos y él me comenzó a preguntar quienes más estaban presos. En eso me llevaron la comida de mi hermana y la mía, pero como a ella la habían llevado a otra celda, me acuerdo que puse su plato en el suelo y se lo tiré a Daniel, que estaba esposado y boca abajo, y él así se lo comió”.
Los guardias, al ver que Ramiro y Ortega conversaban, los separaron como castigo. A Ramiro lo enviaron a otra celda, donde estuvo un mes sin que lo llevaran ante un juez ni lo acusaran de algo. Luego fue liberado.
Ortega pasaría siete años preso, hasta que, en diciembre de 1974, lo liberó un comando sandinista que asaltó la casa de un exfuncionario somocista, Chema Castillo. Estuvo en Cuba, Honduras y Costa Rica, hasta que en 1979 triunfó la revolución sandinista y se convirtió en coordinador de una junta de gobierno. Luego, fue presidente, caudillo sandinista y ahora es dictador desde que regresó al poder en 2007 y no se ha bajado del mismo.
El nieto
Ramiro Tijerino Haslam llegó el primero de julio de 2018 a El Chipote, el de la loma de Tiscapa, buscando ver a su nieto Manuel Eduardo Picado Tijerino, hijo de su hija Mayra Tijerino Chávez. El muchacho fue encarcelado el 26 de junio de ese año, cuando se trasladaba a Ciudad Darío junto a otros compañeros del Movimiento 19 de Abril de Matagalpa.
Desde que estuvo preso con Ortega, en 1967, no había tenido mayor relación con él. Solamente lo había visto en algunas ocasiones, en campañas electorales y una vez en la hacienda San Jacinto, según le contó Ramiro al periodista Ernesto García, entonces en El Nuevo Diario.
Ramiro, al igual que sus hermanos Doris y Rafael, participaron activamente en la insurrección contra Somoza. Él se destacó en la primera ofensiva que el FSLN hizo en agosto de 1978, en Matagalpa. La comandante guerrillera Mónica Baltodano, quien lo conoce, explica que Ramiro en los años ochenta fue gerente de Prolacsa en Matagalpa.
Tanto como Doris, los dos hermanos varones fueron grandes colaboradores de la revolución sandinista. “Se rifaron de verdad en la insurrección”, afirma Baltodano. Pero, quien más acercamiento tuvo con Daniel Ortega, y los demás comandantes sandinistas, fue Doris, quien llegó a ser la primera jefa de la Policía Sandinista.
Rafael falleció recientemente.
Ese primero de julio, Ramiro pensaba en Ortega. Le dijo a García que si había sufrido varios encarcelamientos durante la dictadura somocista no fue para que después Ortega se eternizara en el poder, sino para que no volviera a haber dictadura en Nicaragua. Consultado sobre qué le diría a Ortega en ese momento, Ramiro respondió: “Que se recuerde cuando lo tuvieron a él (preso)”.
Ramiro, quien también se identifica como Manuel, sufrió durante más de siete meses el encarcelamiento de su nieto Manuel Eduardo, quien fue condenado a 71 años de cárcel por la justicia orteguista, tras ser acusado hasta por cinco delitos, entre ellos robo, secuestro y extorsión.
Acosados por el orteguismo en Matagalpa, en donde una de las figuras más allegadas a Rosario Murillo es el secretario político Pedro Haslam, su primo materno, Ramiro Tijerino Haslam vio cómo su hija Mayra Tijerino Chávez y cuatro de sus hijos se fueron al exilio a Estados Unidos.
El 27 de febrero de 2019, un juez orteguista envió a casa por cárcel a Manuel Eduardo. Inmediatamente, el exreo político se fue también al exilio junto a su madre.
El sacerdote
Con su esposa Mayra Chávez Salazar, Ramiro tuvo cinco hijos. Uno de ellos, Ramiro Reynaldo, optó por ser padre de la iglesia católica.
El 8 de marzo de 2003, después de ser diácono en Matiguás, fue ordenado sacerdote por el entonces obispo de Matagalpa, Leopoldo Brenes.
La primera persona a quien le dio la hostia, ya como cura, fue a su madre Mayra Chávez.
Su hermana Mayra Tijerino Chávez cuenta que el sacerdote, actualmente de 50 años de edad, “es un hombre de convicciones que estudió en Roma y se dedica a atender a los necesitados”, según dijo a la página Nicaraguan American Human Rights Alliance (Nahra), en Estados Unidos.
Durante las protestas de 2018, el padre Tijerino fue un pacificador junto a monseñor Rolando Álvarez, explica Mónica Baltodano. “El padre Ramiro Tijerino, junto a monseñor, evitaron que la población les pasara factura a los policías en el 2018. Ellos lograron esa hazaña”, dice la comandante guerrillera a la Revista DOMINGO.
El padre Tijerino también anduvo luchando por la liberación de su sobrino Manuel Eduardo y los demás jóvenes matagalpinos.
Casi cuatro años después, el sacerdote también se convirtió en reo político de Daniel Ortega, luego de que el 5 de agosto de 2022 la Policía Orteguista rodeó la curia de Matagalpa para cercar a monseñor Álvarez, quien estaba acompañado del padre Tijerino, tres sacerdotes más, dos seminaristas y un camarógrafo.
Los religiosos estuvieron prácticamente bajo casa por cárcel, sin que la Policía les dejara salir o meter alimentos, hasta que, en la madrugada del 19 de agosto pasado, irrumpieron en la curia, y trasladaron a los sacerdotes a Managua.
A monseñor Álvarez lo dejaron bajo arresto domiciliar y a los demás, incluido el padre Tijerino, los llevaron presos al nuevo Chipote.
Ramiro Tijerino Haslam está sufriendo de nuevo los abusos de poder de Daniel Ortega. Ahora le tiene preso a su hijo. A diferencia de cuando estuvo preso el nieto, esta vez no puede ir a ver a su hijo. A pesar de su edad, él también corre peligro a manos de la persona a quien una vez le dio de comer en la cárcel. Ni su hermana, la comandante Doris Tijerino, ni su primo, el secretario político Pedro Haslam, acudirán en su ayuda.
