Un año después de la toma ilegal de las instalaciones del Diario LA PRENSA y de mantener en la cárcel a su gerente general Juan Lorenzo Holmann, el régimen Ortega Murillo intenta poner fin a 96 años de historia del decano del periodismo nacional, desmantelando el plantel que lo albergaba.
Desde hace varios días operadores del régimen realizan obras de construcción y trasladan algunas de las maquinarias y equipos. Sin embargo, esto no impedirá que LA PRENSA siga cumpliendo su función de informar a los nicaragüenses, aún sin un edificio y ahora desde el exilio.
Los encargados de estas acciones han expresado que las instalaciones podrían convertirse en un centro de capacitación del Instituto Nacional Tecnológico (Inatec), tal como ocurrió con la recién cancelada Fundación Fabretto.
Se desconoce si el traslado de algunas máquinas y equipos implica la instalación de un centro de impresión completo de alta tecnología, pues en conjunto la rotativa con los equipos de la imprenta comercial permiten desde imprimir hasta encuadernar o engomar libros, folletos, brochures, volantes y cualquier otro material impreso, incluso las boletas electorales.
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Constitución prohíbe las confiscaciones
Con estas acciones el régimen de Ortega Murillo concreta la confiscación de hecho de los bienes del plantel industrial de Editorial LA PRENSA, ubicado en el kilómetro 4.5 de la Carretera Norte. Bienes que en el estado en que estaban al momento de la confiscación tenían un valor cercano a los 10 millones de dólares.
Además, la confiscación se concreta pese a que el artículo número 44 de la Constitución Política de Nicaragua “garantiza el derecho de propiedad privada de los bienes muebles e inmuebles y de los instrumentos y medios de producción”.
Ese artículo también explica que estos bienes “pueden ser objeto de expropiación de acuerdo a la Ley”, pero con “previo pago en efectivo de justa indemnización”. Y al final ratifica que “se prohíbe la confiscación de bienes” y que los funcionarios que infrinjan esta disposición “responderán con sus bienes en todo tiempo por los daños inferidos”.
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Valor de bienes confiscados ronda los 10 millones de dólares
En febrero de 2021, un avalúo realizado para contratar un seguro, tomó en cuenta el estado físico de los bienes inmuebles, es decir, obras civiles y/o edificios y las valoró en 1.84 millones de dólares. Aquí se incluyen las oficinas, bodegas, parqueo, área de descarga y otras obras de construcción.
Mientras que la maquinaria y equipos tuvo un costo de adquisición de 14.48 millones de dólares, pero al considerar la depreciación por los años de uso, se le calculó un valor de 6.04 millones de dólares. En este apartado se incluye maquinaria y equipamiento —impresora rotativa, con un valor 2.01 millones de dólares; maquinaria y equipamiento— de la imprenta comercial con valor de 3.89 millones de dólares, y mobiliario y equipos de oficina con un valor de 138,810 dólares.
El valor de la construcción, sumado al de la maquinaria y equipos totaliza 7.89 millones de dólares. Pero a ese monto hay que sumarle el valor de terreno que ronda los 1.80 millones de dólares. Entonces, el total de los bienes confiscados a la empresa alcanza los 9.68 millones de dólares.
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¿Qué uso le darán a la maquinaria?
Tras un año de mantener en el abandono los bienes confiscados a Editorial LA PRENSA, el régimen parece dispuesto a comenzar a usarlos. Aunque seguramente no está en sus planes imprimir un periódico, ya que hace varios años lo intentó con el nacimiento de El 19, pero ni siquiera regalado la gente lo aceptaba. Sin embargo, a la rotativa en la que se imprimía el periódico más antiguo del país se le pueden dar otros usos.
“Ahí además del periódico imprimíamos libros del Ministerio de Educación cuando ganamos las licitaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de otros organismos que financiaban esos proyectos. Por el presupuesto que se destina para estos textos, se utiliza un papel muy suave que perfectamente se imprime en la rotativa. Después de imprimirlos los pasábamos a la imprenta para encuadernarlos”, explica una persona vinculada al funcionamiento de Diario.
Esto implica que con papel de bajo gramaje, a la rotativa se le pueden dar múltiples usos. En cambio, los equipos de la imprenta comercial están diseñados para impresiones en gramajes altos, es decir, para revistas, folletos y libros de mayor calidad. Además, la imprenta comercial está equipada con todo lo necesario para imprimir, cortar, doblar, encuadernar y engomar libros, folletos, brochures, volantes y cualquier otro material impreso, incluidas las boletas electorales.
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¿Montarán talleres de arte y diseño?
En los últimos años Editorial LA PRENSA dotó de la mejor tecnología a sus talleres de arte, diseño y todo lo relacionado con la elaboración de material impreso. Por tanto, no se descarta que el Inatec aproveche desarrollar nuevas ofertas educativas en esta rama.
Hasta ahora las carreras técnicas que ofrece el Inatec se concentran en tres ramas: industria y construcción; comercio y servicios; y agropecuario y forestal.
El diseño gráfico, artes gráficas, encuadernación, operación de impresoras y otros oficios relacionados con la producción de material impreso no están incluidos aún en la oferta académica del Inatec, pero tampoco se puede descartar que en su afán por sacar provecho al equipo confiscado y pretender que le apuestan a la educación técnica y superior con equipos de alta tecnología, saquen de la manga un nuevo centro pintado de rosado fucsia, con nombre de algún militante y en la fachada la foto de la pareja dictatorial oficializando una vez más la toma arbitraria de las instalaciones de LA PRENSA.
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