Un año ha pasado desde que las instalaciones del Diario LA PRENSA, el más antiguo de Nicaragua, fueron tomadas por la Policía de forma violenta. Esto ocurrió apenas un día después de que el periódico anunció que su edición impresa había llegado a su fin debido a la retención de material para imprimir.
Desde entonces, el medio ha sufrido constantes ataques represivos para silenciarlo, al punto que el régimen de Daniel Ortega y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo, forzaron al exilio el pasado mes de julio al personal de redacción (periodistas, editores, fotógrafos, entre otros).
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Aquí te explicamos qué ha pasado en este año de allanamiento y toma policial al medio.
13 de agosto de 2021: la toma policial. A eso del mediodía de ese viernes 13, patrullas llenas de policías y antimotines llegaron a las instalaciones del Diario LA PRENSA, sacaron de las oficinas a los trabajadores que se encontraban ahí, les prohibieron usar sus teléfonos y desconectaron los servidores internos del medio. Desde afuera era poco lo que se sabía.
“Un grupo de policías, aparentemente jefes, y algunos funcionarios de Aduana, iban y venían con el gerente general de LA PRENSA, Juan Lorenzo Holmann, a quien se le veía sudando, pero sereno y cortés con los allanadores. No lo vi atemorizado. Un cardumen de periodistas oficialistas que llegó en tromba junto con los policías seguía ese ir y venir, cámara en manos. Tenían la libertad de moverse por todos lados, filmar, fotografiar y usar celulares, que nosotros no teníamos”, narró el periodista Fabián Medina, quien se encontraba en su oficina en las instalaciones del medio cuando sucedió el allanamiento.
Desde que las patrullas llegaron ese día, al menos una se mantiene permanentemente en las oficinas del Diario.
14 de agosto de 2021: encarcelamiento de Juan Lorenzo Holmann. Durante el allanamiento antimotines mantuvieron resguardados y cerrados los dos portones principales de las instalaciones donde estaba retenido Holmann, quien durante la madrugada fue llevado en su vehículo, pero custodiado por patrullas de la Policía, a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como el nuevo Chipote. Desde entonces no ha salido.
16 de agosto de 2021: acusación. Dos días después de haberlo privado de su libertad, la Fiscalía a través de una audiencia especial de tutela de garantías, conocida mediante comunicado No. 058-2021, dictó ampliación de proceso de investigación a 90 días, y a su vez, lo acusó formalmente por “ser presunto autor” del delito de “lavado de dinero, bienes y activos”.
Chrystal Munguía, esposa de Holmann, logró verlo por primera vez en el nuevo Chipote el pasado 1 de septiembre de 2021. Munguía dijo a LA PRENSA que lo vio más delgado, muy pálido y afligido por sus problemas cardíacos. Seis meses antes de la detención de Holmann, él se sometió a una cirugía en el corazón y a finales de agosto, mes que lo encarcelaron, tenía que hacerse un chequeo de seguimiento.
10 y 22 de septiembre de 2021. A Holmann se le realizaron en estas fechas, respectivamente, la audiencia preliminar y la audiencia inicial “secreta”, sin haber notificado a su abogado defensor y nombrando un defensor público. Posteriormente, en enero del 2022 se convocó a juicio “oral y público” que se celebró el 21 de marzo a las 8:30 a.m. en las instalaciones del nuevo Chipote, dos días después fue declarado culpable por el supuesto delito de lavado de dinero, bienes o activos.
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31 de marzo de 2022. La jueza Nadia Camila Tardencilla Rodríguez, titular del Juzgado Segundo de Distrito Penal de Managua, sentenció a Holmann a nueve años de cárcel y lo castigó con la inhabilitación de ejercer su profesión, oficio o cargo durante nueve años, y le impuso una multa económica equivalente a tres veces el dinero o bienes que supuestamente lavó.
El pasado 7 de julio, la organización Se Humano Nicaragua presentó un retrato hablado de Holmann, en el que se puede dar una idea de las condiciones actuales en que se encuentra, basado en los testimonios de los familiares que lo han podido ver.
Julio de 2022: persecución y exilio forzado. A inicios de julio el régimen desató una cacería en contra del personal de LA PRENSA y encarceló a dos trabajadores del medio. A ambos, a petición del fiscal Manuel Rugama, del Ministerio Público, el juez Séptimo Penal de Audiencias de Managua, Abelardo Alvir Ramos, les decretó 90 días de detención para investigación, sin especificar qué tipo de sospechas tiene el régimen en contra de ellos.
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A los arrestos de los conductores les siguieron allanamientos a las casas de varios periodistas, fotógrafos y otro personal del medio. Esta situación obligó a que el personal de la Redacción de LA PRENSA huyera del país, de forma irregular, en julio pasado para resguardar su seguridad y libertad.
Actualmente, el Diario se encuentra en proceso de reorganizar su redacción en el exterior para seguir informando a los nicaragüenses a través de las redes sociales y su sitio web, de la misma manera que lo ha hecho por más de 96 años.