El Gobierno lleva dos meses sin actualizar el costo de la canasta básica, pese a que en junio la inflación dio señales de que los precios de los alimentos y servicios estarían subiendo a menor ritmo respecto a lo observado en los primeros meses de este año.
Jesús Bermúdez, titular del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), en una reciente conferencia dijo que los productos que más han subido de precio en Nicaragua, entre enero y julio de este año, son: tomates, aceite, chiltomas, queso seco, chuleta de pescado, frijol rojo, papas y la posta de res. En promedio han subido un 20 por ciento.
De las declaraciones de Bermúdez se desprende que la información sobre la evolución del costo de la canasta básica está en manos del Gobierno, pero que hasta el 8 de agosto se seguía sin actualizar junio y julio, en el portal del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
Hasta mayo, el último mes actualizado, el costo de la canasta básica había tocado el récord de 17,332.52 córdobas, equivalente a un poco más de tres salarios mínimos del sector agropecuario, según cifras oficiales.
En cinco meses el costo de la canasta básica se había incrementado 1,076 córdobas, una espiral alcista que hasta entonces había recaído especialmente en el apartado de los alimentos, que abarca verduras, granos básicos, carnes y lácteos.
Según el calendario de divulgación de estadísticas del Inide, el 22 de julio se debía publicar la información del costo de la canasta básica correspondiente a junio y para igual fecha de este mes se debe presentar el dato de julio, pero dado al retraso no está claro si finalmente se difundirá la información.
Esta es la segunda ocasión que el Inide decide retrasar la divulgación de la evolución del costo de la canasta básica, ya lo hizo con información de febrero, pero tras la denuncia hecha por LA PRENSA se actualizó en su sitio web el reporte.
El Gobierno está en poder de la información de junio, pues el 11 de julio publicó el comportamiento de la inflación, cuyo acumulado ascendió a 5.26 por ciento, el doble en igual periodo del año pasado (2.24 por ciento en junio 2021) y la interanual se situó en 10.37 por ciento (3.94 por ciento en junio 2021).
Cabe mencionar que el ocultamiento de las estadísticas es una vieja práctica del régimen de Daniel Ortega. Por meses el Banco Central, por ejemplo, mantuvo en el peor momento de la crisis sociopolítica en el 2018 gran parte de la información desactualizada para ocultar el impacto de la recesión.
Actualmente, el mundo atraviesa por una espiral alcista de precios, que tiene a los gobiernos adoptando medidas para paliar el impacto del incremento del petróleo y las dificultades en la logística del comercio mundial, que se ha trastornado aún más por la crisis en Ucrania a raíz de la invasión de Rusia.
¿Empieza a ceder la inflación?
El economista Néstor Avendaño, en un reciente análisis en su blog personal, consideró que la tasa de inflación de Nicaragua parecìa haber tocado techo en mayo de este año, tomando en cuenta que en junio el indicador interanual cedió y se situó en 10.37 por ciento, menor al 10.61 observado en el mes anterior.
“La única señal preocupante para la política monetaria es que las presiones de los precios son amplias y continúa estando sobre la barrera de dos dígitos”, advirtió.
“La inflación es alta en el mundo porque han subido los precios de los alimentos, los combustibles, los minerales metálicos y los problemas de transporte y fabricación que han mantenido la escasez de algunos bienes”, agregó.
No obstante, advierte que toda la presión inflacionaria en Nicaragua no parece estar relacionada solo a la situación internacional. “Si eliminamos de la canasta de bienes y servicios del IPC los precios volátiles de los alimentos y los combustibles, la inflación subyacente o ‘básica’ sorprendentemente aumentó 8.10 por ciento en junio, el aumento interanual más rápido observado desde mayo de 2012, y también mayor que su nivel registrado en mayo de 2022 que fue igual a 7.96 por ciento. La tasa de inflación subyacente anualizada del país es igual a casi el doble de su nivel ‘normal’ y se ha acelerado en forma continua desde 5.0 por ciento en noviembre de 2021, hasta 8.10 por ciento en junio de 2022”, ejemplificó.
Y aunque a nivel internacional, la inflación ha empezado a ceder, Avendaño advierte que esto puede dar paso a una “caída de los precios de materias primas (y esto ) es una señal de la desaceleración futura del crecimiento económico mundial”.
La expectativa del Gobierno
Pero más allá de eso, lo cierto es que el Gobierno espera que el costo de la canasta básica empiece a descender a medida que salga la cosecha de primera correspondiente al ciclo productivo 2022-2023.
“En agosto ya sale mucha de la cosecha de todos estos productos, así que esperamos que influya hacia la baja de los precios”, dijo el titular del Mific, según citaron medios de propaganda del Gobierno.
El 27 de julio, Isidro Rivera, titular del Ministerio Agropecuario (MAG), dijo que solo en maíz esperaban cosechar 5.4 millones de quintales, de un área de 274 mil manzanas, los que saldrán en los últimos días de agosto o primeros días de septiembre.
“En el caso del frijol rojo, la siembra que tenemos es 118,100 manzanas, estamos esperando una cosecha de 1.5 millones de quintales, si vemos el crecimiento es un 9 por ciento en relación al año pasado y el maíz crece en 8 por ciento, esta producción de frijol rojo estará saliendo al mercado en agosto. Si vemos los inventarios del frijol en relación al ciclo pasado, son muy buenos, incluso las exportaciones han crecido 6 por ciento en el caso del frijol”, ejemplicó.
En el caso del arroz dijo que hay un crecimiento del 2 por ciento en la producción. Pero lo cierto es que el sector agropecuario se ha visto afectado por el aumento en el costo de los fertilizantes a nivel internacional, lo cual puede ser un impedimiento para que los precios al consumidor bajen.
Los altos precios de los agroquímicos ya se sentían desde el 2019, cuando el Gobierno decidió quitarle a estos productos las exoneraciones y diseñar un esquema más engorroso para que los productores puedan acceder a alivios fiscales de este tipo.