En medio de una carrera expansionista espacial, Estados Unidos está mirando con preocupación que China, con el apoyo de Rusia, esté planeando instalar una base en la Luna, como un primer pasa para apoderarse del satélite natural y desde donde podrían llevar ataques a sus adversarios y satélites que han sido colocados en el espacio por otras personas.
Esta fue la revelación que hizo este fin de semana el jefe de la NASA, Bill Nelson al diario alemán Bild, en una entrevista donde también anunció que Estados Unidos volverá a la Luna en 2025, en cuyo viaje se espera que participe por primera vez una mujer.
“Hay una nueva carrera hacia el espacio, esta vez con China”, dijo el jefe de la NASA. “Debemos estar muy preocupados de que China esté aterrizando en la Luna y diciendo: ahora es nuestra y tú quédate fuera”.
La base lunar de China y Rusia podría está terminada en 2035. “Si eso funciona, los taikonautas, como se llama a los astronautas de China, podrían realizar experimentos en la luna a partir de 2036”, reseña el diario alemán.
¿Agua en la Luna?
Pero ¿por qué interesa tanto controlar la Luna? El interés iría más allá de lo militar. Según el diario alemán “el polo sur de la luna en particular es muy disputado: se sospecha que allí hay depósitos de agua que podrían usarse en el futuro para producir combustible para cohetes”.
Pero Nelson también cree que “el programa espacial de China es un programa espacial militar”. Y muestra de ello, es que según el jefe de la Nasa, en la estación china en el espacio los enviados aprenden a destruir satélites de otros países.
“Bueno, ¿qué crees que está pasando en la estación espacial china? Aprenden allí cómo destruir los satélites de otras personas”, le respondió Nelson al diario Bild al ser consultado sobre el interés real de China en la Luna.
Al respecto, el medio alemán mencionó que China ha estado investigando tecnologías durante años para “atrapar” satélites con brazos robóticos o redes y hacer que se estrellen: supuestamente para limpiar sus propios desechos espaciales, pero de hecho los satélites de países extranjeros también podrían ser atacados de esta manera.
Además Nelson recordó que Beijing saltó a la carrera espacial robando tecnología de otros país. “China es buena. Pero China también es buena porque roba ideas y tecnología de otros”, atajó.