Han pasado 48 años desde la última vez que Chinandega ganó un campeonato nacional en el beisbol de Primera División. Fue en 1974. Próspero González, el integrante de más edad entre jugadores y coaches de la actual tropa occidental, tenía solo nueve años para entonces. Incluso, Lenín Picota, el timonel, tenía ocho e iba a la escuela primaria en su natal Panamá.
Ahora, han pasado también 18 años desde la última presencia de los Tigres en una Final del beisbol superior. Fue en 2004, cuando el famoso jonrón de Norman Cardoze contra el zurdo Oswaldo Mairena, frustró las esperanzas de acabar con el ayuno. En el actual Chinandega, hay jugadores, como Bryan Munguía, por ejemplo, que no habían nacido para ese entonces.
Sin embargo, el Chinandega de ahora, sin nombres rimbombantes en su estructura, pero con la determinación de acabar con la sequía, marcha en segundo lugar en el Pomares con 36-16, igual que los Dantos y solo detrás de los Leones (41-11). Y aunque falta bastante en el camino, no hay dudas que está bien acoplado y determinado a llegar lo más largo posible.
El equipo de la actualidad no es tropa pujante como la que una vez juntó a Juan Oviedo, Julio Espinoza y Pablo Juárez. Tampoco se parece a la que reunió a Pablo con Próspero, Genaro Llanes, Cayetano García, Asdrudes Flores y Roger Peralta. Es más bien un equipo de jóvenes, 14 de ellos menores de 23 años y solo unos pocos veteranos de 30 como máximo.
¿Y cuál es la clave en este equipo, que incluso lleva una racha de 12 victorias consecutivas? El balance. Hay bastante equilibrio. Los bateadores acumulan .309 de forma colectiva. Los lanzadores trabajan para 2.40. En ambos renglones, los chinandeganos están por encima del promedio de la liga. El Pomares batea para .268 y lanza para 4.34. Así que andan muy bien.
A los bateadores los lidera Mesac Laguna, el jugador más veterano del equipo con 30 años. Laguna batea .430 (149-64), ocho jonrones y 45 remolques. Recibe 30 bases y se poncha 14 veces. Luego están Stiven Matamoros con .364, 52 anotadas y 13 robos. Luis Miranda tiene .315 y Carlos Pérez .293, además de Jorge Narváez, Samuel Padilla y Ronald Rivera.
Los lanzadores son encabezados por Luis Somarriba (7-1 y 1.36) con cuatro lechadas. Más, Walter López (6-1 y 1.58), Jesús Garrido (7-2 y 1.92) y Axel Zapata (4-1 y 4.31) con Julio Sevilla (2-0 y 2.07) y Joseph Martínez (3-3 y 1.13, cuatro salvados) detrás. No sabemos hasta dónde podrán avanzar, pero lo cierto es que están moviéndose con mucha solvencia.
Después de ganar el campeonato con los Dantos en el Pomares pasado, Picota ha dejado en claro las intenciones que tiene ahora, a pesar de que su equipo no haya sido mencionado en la lista de candidatos al título, pero casi siempre, en el terreno vemos una realidad distinta a la que habíamos imaginado antes de que se cantara el playball en el actual campeonato.
Los chinandeganos se coronaron en 1970 y 1971 de la mano de Argelio Córdoba y en 1974 conducidos por Noel Areas. ¿Unirá Picota su nombre a esa corta lista?