¿Qué es la vida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra una ficción, / y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños sueños son. (Calderón de la Barca).
¿Podría la vida ser un sueño como reza la obra teatral del barroco español?
La vida es sueño (1635), de Calderón de la Barca, es una comedia filosófica que trata sobre los temas de la época: La predestinación, la salvación del alma, la libertad, la realidad y la ilusión.
Segismundo, encerrado en una torre, se devana en soliloquios clamando por su liberación.
Basilio su padre, rey de Polonia, por temor a ciertos pronósticos, creyendo que su hijo lo iba a sustituir en el trono y que este se convertiría en un tirano contra su pueblo, lo había encerrado desde pequeño en una torre en el monte privándolo de su libertad.
Clotoldo, tutor de Segismundo, le explica que su experiencia ha sido un sueño.
Segismundo, quien ha despertado a la vida, adquiere conciencia de su efímera existencia y logra ganarse su salvación con sus buenas obras. Ya puesto en libertad y en su libre albedrío, asume su responsabilidad comportándose como un verdadero rey, probándose así las erróneas creencias deterministas de su padre. Finalmente es el mismo pueblo quien lo libera.
Segismundo quien creía que soñaba, ha despertado: … pues que la vida es tan corta, / soñemos alma soñemos / otra vez, pero ha de ser/ con atención y consejo / de que hemos de despertar […] (Calderón).
O, ¿podría la vida ser: Un himno a la amistad, como el musicalizado para piano y voz, por Friedrich Nietzsche, utilizando el poema de su amiga, Lou-Andreas Salomé, Oración a la vida?
Oración que trata sobre la aceptación total a la vida con su finitud, con la muerte que es parte de la vida misma. Con su amor y desamor, con su dolor y alegría. […] misteriosa vida! Si en ti me alegré o lloré, si me has dado dolor o placer, así te amo, vida, con tu felicidad y tus penas”. (Oración a la vida).
O, ¿podría ser de continuo sufrimiento por el sentimiento trágico de la existencia? “pues no hay dolor más grande que es el dolor de estar vivo, / ni mayor pesadumbre que la vida consciente. […] Y el espanto seguro de estar mañana muerto, / y sufrir por la vida y por la sombra y por/ lo que no conocemos y apenas sospechamos. […] ¡y no saber a dónde vamos, / ni de dónde venimos! …” como lo expresa el poema de Rubén Darío: Lo fatal.
O, ¿anhelaríamos tener la dicha de ser como “el árbol que es apenas sensitivo, / y más la piedra dura porque esa ya no siente, […] ”, como dijera también Darío en el mismo poema?
O, ¿podríamos romper el hechizo dentro de la piedra como lo hizo con su cincel el escultor Miguel Ángel Buonarroti creando ángeles tallados salidos del
mármol, poniendo a las figuras que dormían, en un paralelismo al soplo divino, en libertad?
O, ¿nuestras vidas son simplemente “los ríos que van a dar en el mar que es el morir: / allí van los señoríos / derechos a se acabar / y consumir; /”, como aparece en las: Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique?
O, ¿podría la vida ser como una canción de pura inspiración, que danza al ritmo del aeda, para que tú con tu libertad escojas el rumbo que tú le quieras dar?
La vida
La vida es como el péndulo que oscila sin parar,
dependiendo del vaivén,
que ¡tú le quieras dar!
La vida tiene sus dobleces,
de claros oscuros, a brillanteces,
según tú se los quieras dar.
Es preferible ser noble al juzgar
ser sensato sin pequeñeces,
que de ingratitudes pecar.
Hermano: ve la vida positivamente,
interprétala suavemente,
ve al inmediato con mucho primor,
búscale los colores de su paleta, como si fueras pintor,
pues, has sido dotado de muchísimo candor,
por el reinado de Nuestro Señor.
Hermano: sé como el ave que a su nido anida,
sé como el pez que con el mar se cobija,
sé como el sol que a la tierra hace fecunda,
sé como una cándida y embelesante estrella
que con su fulgor bendice e ilumina.
Hermano: la vida tiene sus dobleces,
tú decide los claros oscuros y brillanteces,
que ¡tú le quieras dar!
La autora es máster en Literatura Española