México continúa abogando por la presencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela en la IX Cumbre de las Américas, convocada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en Los Ángeles, en junio.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, defendió la posición del presidente Andrés Manuel López Obrado (AMLO), quien advirtió que no asistirá al evento si EE. UU. excluye a esos tres países. Ebrard recordó que en 2015 el expresidente Barack Obama mantuvo una “histórica” reunión con el entonces presidente cubano, Raúl Castro, en el marco precisamente de la IIX Cumbre de las Américas que se celebró en Panamá.
“El presidente López Obrador propone retomar el camino iniciado por Obama e interrumpido desde entonces. Bloqueos y embargos solo traen sufrimiento a los pueblos, no democracia”, publicó el jueves 12 de mayo Ebrard en sus redes sociales.
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La reunión de Obama y Castro en Panamá fue el primer encuentro de alto nivel entre ambos países desde hacía más de medio siglo y supuso la primera participación de Cuba en la Cumbre de las Américas, desde que empezó a celebrarse en 1994, destacó el periódico El País, este jueves, en una publicación sobre los mensajes del canciller mexicano.
Para El País, el giro aperturista de Obama, que se vio truncado durante la etapa de Donald Trump, es ahora reivindicado por el Gobierno mexicano como baza de negociación: “Leo muchas críticas a la posición del presidente López Obrador de los mismos que aplaudían la invitación a Raúl Castro en 2015″, escribió Ebrard en un segundo tuit.
“No se puede excluir y al mismo tiempo buscar una nueva era en las relaciones de EE. UU. con América Latina. Si se mantiene la exclusión es más de lo mismo, pasado frente al futuro que se nos ha venido encima y reclama unión de las Américas. Hay que elegir. México propone avanzar”, añadió en un tercer tuit el canciller mexicano en sus redes sociales.
Las diferencias de posición entre México y EE. UU. suceden en un momento en que ambos países habían acelerado los acercamientos diplomáticos, con el foco puesto en la política migratoria. A finales de abril, el presidente estadounidense Joe Biden y López Obrador mantuvieron una conversación telefónica con ambas problemáticas en lo más alto de la agenda. Un encuentro que tuvo su prolongación con la visita del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, a la Casa Blanca.
Ebrard finalizó sus mensajes retomando que en la VI Cumbre de las Américas se resolvió invitar a Cuba a fin de contar con la presencia de todos los países. “Así ocurrió en 2015. El acuerdo referido no ha sido modificado, para ello se requeriría de un proceso de consulta”, señaló en un cuarto tuit.
El subsecretario de Estado de EE. UU. para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, ha reiterado en varias ocasiones que el respeto a la democracia es “esencial” para ir a la Cumbre, por lo tanto no cuentan con esos tres países para el evento. Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca, Jennifer Psaki, aclaró esta semana que las invitaciones formales no han sido enviadas todavía.
Ausencia de países debilitaría la Cumbre, advierte analista
El presidente de Bolivia, el izquierdista Luis Arce, también anunció que no asistirá a la Cumbre de las Américas si Estados Unidos “persiste” en su decisión de excluir a otros países, asumiendo la misma posición que México.
“Reafirmo que una Cumbre de las Américas que excluye a países americanos no será una Cumbre de las Américas plena, y de persistir la exclusión de pueblos hermanos, no participaré de la misma”, afirmó el gobernante en sus redes sociales.
Por su parte, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, cuestionó la legitimidad de la Cumbre. “Si no estamos todas las naciones, no es Cumbre de las Américas”, escribió la mandataria en su perfil en Twitter.
Mientras que los embajadores de los países caribeños, Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas, también han defendido la presencia de Cuba en la Cumbre.
El analista para Centroamérica del International Crisis Group, Tiziano Breda, se refirió a las posturas de los países que han amenazado con no asistir a la Cumbre si se excluye a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
“Sus efectos dependerán de qué tanto estén dispuestos esos gobiernos a cumplir con sus palabras. Dudo que el Gobierno de EE. UU. acceda a invitar a esos tres países porque significaría poner en duda un pilar de su política exterior latinoamericana histórica (Cuba) y reciente (Venezuela y Nicaragua), que es el desconocimiento de esos gobiernos”, opinó el analista.
Pero, “claramente la ausencia de México, Bolivia y potencialmente países caribeños debilitaría mucho la Cumbre y la legitimidad de cualquier decisión que se tome en ese foro”, alertó Breda.