Seiscientos veintinueve migrantes nicaragüenses fueron detenidos entre el 21 y 24 de abril de este año por agentes federales del Instituto Nacional de Migración de México (INM).
Los nicaragüenses forman parte de las 5,688 personas migrantes extranjeras que fueron detenidas por las autoridades del INM en esos cuatro días de la semana pasada, cuando hacían su ingreso o transitaban por ese país, con el objetivo de cruzar hacia Estados Unidos.
Según un comunicado de la entidad mexicana, la nicaragüense fue la cuarta nacionalidad con más detenciones en esos cuatro días.
“Se trata de personas extranjeras provenientes de 36 naciones que transitaban solas, en grupos o núcleos familiares por territorio nacional en condición de estancia irregular”, indicó el comunicado.
Lugar de los hechos
El INM señaló que las personas migrantes, de diferentes nacionalidades, fueron encontradas en casas de seguridad, cajas de tráilers, remolques para ganado o en compartimentos de autobuses o cabinas de tractocamiones en condición de hacinamiento, sin ventilación, agua ni alimentos.
Otros grupos fueron localizados a pie en el desierto, la montaña o sobre el acotamiento de autopistas tras ser asaltadas, lesionadas o abandonadas por supuestos “coyotes” (guías) en su intento por llegar a la frontera norte del país.
“De las 5,688 personas auxiliadas, 3,645 son hombres y mujeres mayores de edad que viajaban solos; 1,163 personas adultas que acompañaban a 680 menores de edad, y 200 niñas y niños no acompañados”, informó el INM.
“El INM refrenda su compromiso por una migración segura, ordenada y regular, con pleno respeto y salvaguarda a los derechos de quienes se encuentran en contexto de movilidad por territorio mexicano, sin menoscabo de su condición económica, política o social”, concluye la misiva de las autoridades mexicanas.
Las noticias de detenciones de migrantes nicaragüenses por agentes federales mexicanos son cada día más recurrente. El 23 de abril, el instituto informó del rescate de 44 connacionales, y el 24 de abril, de 12.
Las estadísticas que brindó antes ese país revelaron que del 1 de enero al 13 de abril de este año, 8,270 inmigrantes nicaragüenses fueron detenidos mientras buscaban cruzar hacia Estados Unidos.
Aumenta salida masiva de nicaragüenses
El reporte que brindó el INM se suma a las estadísticas de Estados Unidos, que contabiliza que durante el primer trimestre de este año, 41,080 nicaragüenses fueron detenidos en las fronteras norteamericanas, revelan datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
En marzo se registró el mayor flujo migratorio de los últimos seis meses en ese país norteamericano, reflejando que cada vez son más los nicaragüenses que salen del país por diferentes motivos, entre ellos, la falta de empleo.
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El gobierno de Joe Biden derogó recientemente la orden de salud pública Título 42 —que expulsa de manera inmediata a los migrantes que llegan a la frontera terrestre bajo el argumento de medida contra la covid-19—, que entrará en vigencia a partir del 23 de mayo de este año.
Esta suspensión permitirá que cualquier migrante que llegue a la frontera sur estadounidense sea investigado con base en el Título 8, que permite que ese país verifique si el solicitante de asilo cumple las condiciones para quedarse en ese país, de lo contrario será deportado.
Refuerzan fronteras
Ante esta decisión, el 1 de abril el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos señaló que reforzarán sus fronteras pues esperan que aumente la población migrante que quiera ingresar a ese país.
Medios cubanos y mexicanos han informado que el gobernador de Coahuila, en México, ya comenzó a implementar un acuerdo que suscribió con su par de Texas el pasado 14 de abril, el cual contempla, entre otras acciones, desplegar unos 200 agentes de las fuerzas públicas a lo largo del río Bravo para evitar que los migrantes lo crucen.
En este río, que recorre cinco estados mexicanos y tres estados norteamericanos, se ha observado un aumento estrepitoso en el cruce de migrantes cubanos, nicaragüenses, venezolanos y de otros países de la región, donde tras nadar por unos cuantos minutos tocan tierras estadounidenses y son capturados por agentes de la patrulla fronteriza y llevados a albergues para empezar sus procesos migratorios.