Desde que descubrimos el poder de los lentes para visualizar con mayor definición los objetos, el ser humano siempre ha buscado la forma de utilizar los avances de la ciencia para el cuido de la salud, y en ginecología esto es particularmente importante; las mujeres son pilares fundamentales en todas las sociedades y las enfermedades suponen un gran impacto ya que afecta al núcleo familiar completo. Por tal razón, sumado a los esfuerzos del Dr. Papanicolaou, se sumaron los esfuerzos de Hans Hinselman en Alemania que creo un instrumento basado en lentes que luego se conoció como colposcopio.
Asi es como nace la colposcopia, que consiste en un estudio a detalle del cuello uterino en el cual se utiliza un instrumento óptico, algo similar a un microscopio de baja potencia, que nos permite visualizar con claridad las estructuras con aumentos que superan los 20X. Esto ha resultado particularmente útil en la identificación de lesiones precursoras de cáncer de cuello uterino lo que a su vez ha impactado directamente en la prevención, y mejora notablemente las muertes asociadas a la enfermedad.
Pero, ¿En qué consiste el estudio?, la colposcopia consiste en introducir un especulo a través de la vagina hasta identificar el cuello uterino, una vez localizado y viendo la totalidad del cuello uterino se realizan acercamientos para visualizar mas detalladamente las zonas en donde se presentan con mayor frecuencia las lesiones precursoras de cáncer, una vez hecha una inspección general, se administran dos soluciones, la primera es acido acético con diluciones que pueden ir desde un 3-5% lo que permite identificar con certeza las áreas alteradas, pues durante el estudio el epitelio alterado se torna de un color blanco que resalta sobre los tejidos normales. La segunda solución que aplicamos es el lugol, un derivado del yodo que nos permite teñir de un color café el área a evaluar, aquellas zonas que se encuentran con alteraciones no son capaces de captar el color café lo que junto al acido acético permite dirigir las biopsias con seguridad.
Como bien dije antes, este estudio complementa a la detección de ADN para virus de papiloma humano y la citología cervicovaginal (PAP) para evitar un cáncer de cuello uterino. Es recomendable que una vez te hayan indicado el estudio tomes ciertas recomendaciones previas para evitar situaciones que alteren el estudio. Se recomienda no tener relaciones sexuales al menos 48 horas previas al estudio, no utilizar óvulos vaginales, o duchas vaginales pues pueden favorecer resultados anormales, es aconsejable presentarse al estudio sin sangrado vaginal, aunque en ciertas situaciones tu medico indicara el estudio a pesar de la presencia de sangrado.
El cáncer de cuello uterino hoy poy hoy, es el único que puede ser prevenido e identificado incluso antes de que este aparezca, por lo que es importante que no dejes de lado tu salud ginecológica y acudas a tus revisiones periódicas con tu médico. Estar sanos es tarea de todos.