A la pregunta de si se puede comparar a Bukele con Ortega, la comandante Mónica Baltodano respondió: “Bukele está copiando a Ortega y la falta de eficacia de la comunidad internacional lo anima”. Otro exguerrillero, Moisés Hassan, señala: “Desafortunadamente hay semejanzas. Parecen compartir la obsesión por el poder”. Otro analista indicó que pareciera que Bukele tiene tendencias autoritarias, pero no se puede comparar con Ortega.
Reelección
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de El Salvador, en septiembre pasado, emitió un fallo en el que habilita que los presidentes del país puedan optar a la reelección inmediata, dando luz verde al actual presidente del país Nayib Bukele a un posible segundo mandato consecutivo, aunque apenas lleva dos años como mandatario. Igualmente, a través de una sentencia de la Sala Constitucional de la Corte nicaragüense, Daniel Ortega pudo inscribirse nuevamente como candidato en 2011 y ser reelecto a pesar de que la Constitución Política de Nicaragua se lo prohibía.
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Ley de agentes extranjeros
Actualmente en El Salvador se acelera el trámite de aprobación de una ley de agentes extranjeros propuesta por el presidente Nayib Bukele el pasado 4 de noviembre. El proyecto de ley establece la creación de un registro de organizaciones o personas cuyas actividades en El Salvador “respondan o sean financiadas directa o indirectamente por un extranjero”. Esta intención preocupa a la sociedad salvadoreña porque consideran que acarrearía severas limitaciones a las asociaciones no gubernamentales. El pasado 23 de noviembre, ya la Fiscalía y la Policía allanaron siete oenegés críticas a solicitud de los diputados controlados por Bukele. Esta situación ya la viven en Nicaragua los organismos no gubernamentales (ONG, oenegés), porque Daniel Ortega aprobó en octubre de 2020 una ley similar, de agentes extranjeros, con la cual mantiene una constante persecución de estos organismos, a quienes les allana las sedes, les cancela la personería jurídica o las mantiene en suspenso, de manera que muchas han tenido que cerrar operaciones.
Control de instituciones estatales
En las elecciones de febrero de 2021, el presidente Nayib Bukele logró el control absoluto de la Asamblea Legislativa. Tras tomar posesión a inicios de mayo pasado, la nueva Asamblea lo primero que hizo fue destituir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y al titular de la Fiscalía General de la República, quienes fueron reemplazados por personas afines a Bukele. Así, el mandatario salvadoreño tiene el control de los tres poderes de El Salvador. Ortega hace lo mismo en Nicaragua desde que regresó al poder en 2007, controlando la justicia, la Asamblea y el poder electoral.
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Ejército y policía
Desde que llegó al poder hace dos años, Nayib Bukele, se ha apoyado en el ejército y en la policía para imponer sus decisiones. A inicios de mes de noviembre, el mandatario anunció que duplicará de 20.202 a 40.000 los efectivos del ejército para que junto con la policía emprendan una nueva fase de un plan para vencer a las violentas pandillas. Estas medidas generan recelos entre la sociedad salvadoreño pues algunos líderes de opinión, como el sacerdote Luis Coto, consideran que existirá represión. En Nicaragua, a pocos días de haber regresado al poder, Daniel Ortega le recordó a la policía y al ejército los orígenes sandinistas que tienen. Desde entonces los ha usado como brazo represor, especialmente a partir de abril de 2018.
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Presos políticos
A Bukele le falta para llegar a los niveles de Ortega, pero ya ha encarcelado selectivamente a figuras de la oposición política. Un ejemplo es Violeta Menjívar, una médica guerrillera que sirvió como ministra de salud durante uno de los gobiernos del FMLN y la Policía la capturó el pasado 22 de julio. Ortega mantiene reos políticos desde el año 2011, cuando encarceló a un desmovilizado del Servicio Militar Obligatorio (SMO), Marvin Vargas. La lista se ha engrosado enormemente desde abril de 2018. Se presume que Ortega tiene en estos momentos más de 170 reos políticos.
Reforma constitucional
El gobierno de Nayib Bukele pretende hacer reformas a la Constitución de El Salvador, incluyendo la ampliación del mandato presidencial de cinco a seis años. Aún no se conoce la fecha en que el presidente Bukele enviará las reformas al congreso para su aprobación, explicó recientemente la periodista de la Voz de América, Claudia Zaldaña. En Nicaragua, Ortega reformó la Constitución a su conveniencia en 2014, después de que un fraude electoral en 2012 le otorgó mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
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Persecución a opositores
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) denunció en enero de 2020 la persecución judicial a la que están sometidos sus militantes de parte del gobierno de Nayib Bukele. El FMLN calificó dichas detenciones como actos de persecución política que vulneran los derechos humanos y buscan la muerte política de los opositores al Gobierno de Bukele. Por su parte, en este año 2021 Ortega ejecutó detenciones arbitrarias y persecución contra los líderes opositores, especialmente a siete que aspiraban a ser candidatos presidenciales y también a decenas de críticos a su régimen.
Ataques a los medios de comunicación y periodistas
Lo más reciente, el medio salvadoreño El Faro dio a conocer que 12 de sus periodistas fueron objetivo del malware Pegasus, de acuerdo con una alerta de la empresa Apple que les advertía que podían estar siendo espiados por “atacantes patrocinados por el Estado”. Pero los ataques de Bukele contra los medios independientes vienes desde casi el inicio de su mandato y hasta deportó al editor mexicano del periódico El Faro, Daniel Lizárraga. Desde 2018, la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) monitorea las agresiones a periodistas y señala que, con la llegada de Bukele al poder en 2019, se ha visto un aumento de ataques provenientes de entidades del Estado. Por su parte, Ortega desde el inicio de su mandato comenzó a acaparar medios de comunicación y desde 2018 ha confiscado a los medios Confidencial y 100 por ciento Noticias, mientras desde agosto pasado mantiene tomadas militarmente las instalaciones del Diario LA PRENSA. También tiene periodistas encarcelados.