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Tala de árboles autorizada por Inafor provoca disputa entre empresario y Cubas Eléctrica

Permiso de aprovechamiento forestal otorgado por Inafor provoca conflicto y la empresa justifica la tala por el beneficio a comunidades con proyecto de aguas servidas que promueve Enacal

En “aras del beneficio social de comunidades” del municipio de Rivas, el Instituto Nacional Forestal (Inafor) autorizó el aprovechamiento forestal de 39.54 toneladas métricas de madera preciosa, entre las que se encontraban más de cincuenta árboles centenarios usados como cercas vivas en la finca de Noel Jerez Cordón. La decisión del Inafor, además de provocar un daño ambiental según denunciantes, provocó una disputa entre Jérez y la empresa Cubas Eléctrica.

La abogada Eymis Aleyda Pérez, en representación de Jerez quien se encuentra fuera del país, denuncia a Cubas Eléctrica por haber utilizado un permiso de otra propiedad para talar 52 árboles centenarios, entre los que había treinta de especies madereras, incluidas cedro y pochote que se encuentran en veda. También señala a dicha empresa de haber robado la madera obtenida de dichos árboles, por lo que reclama una indemnización de al menos 240 mil córdobas.

Pero mientras Pérez y su representado están a la espera de concretar el arreglo con Cubas Eléctrica, el gerente de dicha empresa, Oscar Cubas, asegura que su empresa cuenta con un permiso para realizar el aprovechamiento forestal y que los árboles talados se encontraban en un camino de servidumbre.

Según la abogada, Cubas Eléctrica recibió la autorización de aprovechamiento forestal de 39.54 toneladas métricas de madera en la comunidad San Isidro, del municipio de Rivas. El aprovechamiento se realizaría en un bosque que la empresa tiene en la zona.

“Es cierto que la ley exime al Inafor de exigir la escritura de la propiedad donde se realizaría el aprovechamiento forestal, porque supuestamente se trata de un proyecto nacional que financia el Banco Mundial en el que Cubas Eléctrica fue subcontratado para instalar una línea trifásica. Pero ellos debieron contactarme como representante del dueño y lo que debió hacerse fue una poda y no esa tala indiscriminada”, argumenta Pérez.

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Dueño de la propiedad exige indemnización por daños

El hecho ocurrió el 30 de junio, al enterarse Pérez se presentó al lugar y detuvo la tala, “pero ya habían talado unos seiscientos metros lineales, que equivalen a treinta árboles maderables y 22 de especies de menor importancia”.

“La empresa Cubas Eléctrica pidió disculpas y Enacal (Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado Sanitario) que fue quien los contrató a ellos, les exigió resarcir los daños porque además se robaron la madera, una se la llevaron y otras la estaban vendiendo como leña a los vecinos de la zona. Entonces ellos tienen que pagar esa madera, nosotros les solicitamos 240 mil córdobas, que no es el valor real, pero no nos queremos aprovechar sino para sentar un precedente”, asegura Pérez.

La abogada asegura que ni ella ni su representado se oponen al desarrollo del proyecto, que consiste en la instalación de unas pilas sépticas que beneficiarán a varias comunidades de la zona. Pero insiste en que la instalación de una línea eléctrica no justifica la tala de árboles centenarios de especies de madera preciosa que incluso están en veda. Ella considera que bastaba con una poda como se ha realizado en otras zonas donde pasará la línea que se va a instalar.

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Empresa dice que tiene permiso y continuarán proyecto

“Tenemos los debidos permisos autorizados por Inafor para talar, no para podar que es diferente, es para talar los árboles porque por ahí iba a pasar la línea eléctrica para ese proyecto… Nosotros no cortamos árboles porque queremos, no, cortamos los árboles que la institución nos autorizó”, asegura Cubas.

Con respecto a la denuncia, no niega que los árboles talados hayan estado en la propiedad de Jerez Cordón, pero alega que estaban en un área de servidumbre de paso.

“Allí hay un derecho de servidumbre donde va ese proyecto, los alambres de la propiedad de este señor (Jerez Cordón) estaban pegados en esos árboles, pero no quiere decir que eso es el lindero de la propiedad de él”, sostiene Cubas y añade que la autorización otorgada por todas las instituciones involucradas en el proyecto demuestran que era necesario cortar los árboles.

Tras la denuncia de la abogada Pérez, una comisión integrada por representantes de diversas instancias gubernamentales y municipales, y en ausencia de Pérez visitó la zona y después de una inspección autorizó a la empresa a seguir con el proyecto, que incluye la tala y poda de otros árboles. Además, niega que se hayan llevado la madera, tal como asegura Pérez, por lo que espera que sea la Policía Nacional la que determine si se cometió ese delito.

Para resarcir el daño ambiental provocado por el aprovechamiento forestal que están realizando en la zona como parte del proyecto que ejecutan para Enacal, la empresa Cubas Eléctrica firmó un convenio de reforestación con Inafor, en que se comprometió a establecer 315 plantas de cedro en la zona afectada.

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