Iván Arauz, el Picosito, se inició en el mundo radial a los 16 años de edad, en la cabina de radio Kiss, Matagalpa, donde se le dio por primera vez la oportunidad de estar al aire.
“Controlaba un programa universitario y luego pasé a realizar locución los fines de semana, después ya logré entrar a la misma radio, pero en un turno de lunes a viernes”, cuenta el joven, quien estuvo estudiando Turismo Sostenible en la UNAN-Managua, carrera que dejó en tercer año para dedicarse de lleno a la locución.
Nacido en la Perla del Septentrión, Matagalpa, el joven locutor asegura que todo ha sido empírico, “gracias a Dios y por lo que hemos aprendido en el camino”, añade Arauz, quien actualmente labora para dos emisoras, radio La Picosa 97.9, donde tiene un programa que se llama El Mix Levanta Polvo, el que puede escuchar de lunes a viernes, de 8:00 a 12:00 p.m. y donde lo conocen como el Picosito.
También su voz suena a través de RT 89.9, “una emisora completamente juvenil con todo el flow para los oyentes. En las tardes con flow, de tres a siete p.m.”, dice.
Al consultarle qué significa para él la radio, responde: “Creo que es magia, me encanta la locución, siempre quise estar en radio, siempre quise trabajar en emisoras de radio y creo que es el lugar donde te conectás con tantas personas, que a veces no vas a llegar a conocer a todos, pero si te conectás con ellos a través de la locución, de los programas, pues es algo único y no lo cambiaría por otra cosa”, confiesa.
Añade que existe una historia muy curiosa de su niñez con la radio. “Mi mamá me cuenta que yo abrí un radio que pertenecía a mi papá, pensando que la persona que hablaba en la radio estaba adentro, algo bastante curioso, desde muy pequeño me gusta el mundo de la radio”.
Iván les aconseja a todas las nuevas promesas de la radio que sigan adelante, que sí se puede y que el mundo de la radio es único, “que los sueños se cumplen de la mano de Dios, que no tomen comentarios de personas que te dicen ‘no lo vas a lograr’ o que de esto no vas a vivir como me lo dijeron a mí una vez. Comentarios así hay que esquivarlos por completo y siempre todo lo que hagás de la mano de Dios y serás un éxito sin duda alguna”.
Su trayectoria en radio inicia en radio Kiss, radio Ritmo, radio Digital y en radio Life en Matagalpa, luego saltó a La Trinidad, Estelí, en radio Rumbo.
Además dejó huellas en radio RAAS, en Nueva Guinea y luego se vino a trabajar a Managua en radio Mi Preferida, radio Amante, hasta saltar a La Picosa y RT.
Al consultar si le dieran la oportunidad de elegir tres deseos, sin pensarla dos veces menciona que pronto se termine la pandemia del coronavirus “y que todos podamos reunirnos nuevamente con nuestras familias, poder darnos un abrazo y decirnos cuánto nos amamos y nos queremos. Como segunda opción me gustaría que en el mundo no exista la pobreza y pedirle a Dios que no me dé ni mucho ni poco, solamente lo que necesito”, expresa Iván, quien se describe como un joven alegre, servicial y le gusta compartir con la gente, y si puede dar un consejo lo brinda con gusto.
Arreglar la casa, visitar amigos que tiene rato de no ver, compartir con la gente y visitar a su familia, es un día libre para este chavalo de 26 años cuando está fuera de cabina. En sus redes sociales pueden encontrarlo como Iván Arauz.
Amor de universidad
“La radio es mi fuente de alegría, felicidad y plenitud. Me encanta hacer mi trabajo como locutora, con el cual busco animar a los oyentes, educar y entretener”, confiesa Geysell Hernández Aburto, licenciada en Comunicación Social y quien desde hace cuatro años se sumergió en el mundo de las ondas hertzianas.
Cuenta que su amor por la radio empezó desde que estudiaba en la universidad, donde realizó sus primeras grabaciones y su primer programa en radio Universidad. “Siempre mis maestros y compañeros destacaban que veían potencial en mí para la radio. Después de graduarme trabajé como reportera para el noticiero Acción 10 y luego de un año inicié a trabajar en las radios de Ratensa, donde aprendí la locución comercial (anuncios) y logré formar mi propio estilo de locución”.
Hasta la fecha, ha trabajado como locutora en radio Disney, Fiesta Latina y radio La Picosa, en esta última actualmente labora. Aquí hace un programa a dúo con Eyner Suárez, y se llama Picosa Delivery, el cual se transmite de lunes a viernes, de 10:00 a.m. hasta el mediodía.
Por las tardes esta joven de 27 años hace locución en radio Corporación, en la revista contexto 540. “Sin duda, la radio me ha permitido hacer nuevas amistades, las personas me brindan su cariño y yo aprecio mucho eso”, cuenta.
Lea también: Elenco de Riverdale pide libertad de Francisco Aguirre Sacasa
Aconseja a los jóvenes que tienen inclinación por la radio que perseveren en ese propósito, “porque puede ser que te desanimés al principio si algo no va bien. A veces no tenemos la mejor voz, pero sí tenemos el carisma y empatía que agrada al oyente. Asimismo, les recomiendo que sean siempre autodidactas, como locutores también debemos estar informados y preparados para hablar de todo tipo de temas de interés colectivo”.
Confiesa que la forma de ganarse a los oyentes es siendo muy animada y positiva, asimismo utilizar un lenguaje respetuoso y cercano con el oyente. “Los trato como si fuéramos familia, abordando temas que sean de mucho interés para ellos y crear conciencia sobre algunas problemáticas y así generar debate”, añade Hernández Aburto, quien se describe como una persona disciplinada, enfocada en mejorar su calidad profesional, sociable, le gusta hacer amistades y admirar lo bueno en cada persona.
Para finalizar revela que tiene muchos proyectos en mente, entre ellos culminar sus estudios de inglés y recibir estudios de posgrado.
La voz del manicomio de la mañana
Wilmer Arauz, mejor conocido en el medio radial como el Chico Problema, tiene 21 años en la radio, a la cual llegó por medio de un tío que trabajaba la contabilidad a radio Chavala. “Existió la posibilidad de que tenían un proyectito que hacía programas en vivo con niños y niñas y adolescentes, entonces a la edad de 16 años incursioné en la radio, ahí empieza mi historia, después fui controlista en radio Éxito y en radio Mi Preferida, en el 2002 es que nace el Chico Problema, estuve en La Futura, La Tuani y ahora de nuevo en radio Futura, que regresé por acá”, cuenta.
Este personaje de la radio estudió Contabilidad por tres años, después sacó la carrera de Mercadeo y Publicidad, pero su mundo son los micrófonos y la cabina. Está al frente del Manicomio de la Mañana haciendo cabina y en la mezcla desde las 3:00 de la tarde con La Tardeada en radio Futura, 91.3 FM.
“Mi consejo a todos lo que quieren ser locutores, que las cosas le cuesten, empezar desde abajo, es bonito caminar, gatear y luego correr, hoy en día algunos chavalos nuevos talentos lo quieren fácil, yo sé que uno sueña, es un mundo muy bonito donde vos mismo te creás tu propia fantasía, tu propia forma de vivir y es bonito conocer mucha gente y eso sí siempre tener los pies bien puestos sobre la tierra… a veces la fama y la popularidad hay personas que hasta las puede destruir”, refiere el capitalino quien desde niño se visualizaba como locutor.
Su pasión por la radio nace porque se miraba narrando como cronista deportivo y sigue siendo su sueño, “pero ya esto de la animación joven en cabina fue sorpresa”.
Sobre su apodo, el Chico Problema, revela que nace en la universidad, en el año 2002. “A mí no me gustaba reunirme en grupos, entonces cuando me decían que teníamos que ir a hacer un trabajo, yo les decía tengo un problema no voy a poder llegar, siempre metía esa excusa porque no me gustaba reunirme en grupo, me decían ‘ahí viene el chico problema’, ‘oe problemático’, luego me llamaron al aire y me dijeron chico problema y ahí se quedó”.
Tres deseos: “Que mis hijas se preparen, que nunca me les falte nada, que sean felices; otro de mis deseos es poder hacer un viaje por Europa y un tercer deseo es que la pobreza se termine en el mundo”, dice Arauz, quien está comprometido y tiene dos hijas, una de 13 años y otra de 10 meses.
Su proyecto a futuro es tener su propio negocio de entretenimiento, en el cual ya trabaja.
Un día fuera de la radio de Arauz es “pasar en la casa, jugar con la niña, ir a comer fuera, ver series en Netflix y pasar tiempo con la familia, visitar a mi mamá, a mi abuela”, añade Wilmer quien revela que una de las claves para ganarse a los oyentes es el carisma con la gente, ser uno mismo, “hay personas que son una cosa al aire y fuera son otra, yo soy a como me escuchan en la radio y ese ha sido mi éxito”.