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Régimen de Daniel Ortega admite dificultades para crear empleos en el 2021, pese a su discurso sobre recuperación económica

Se esperaba que los casi 900 millones de dólares que el Gobierno ha recibido de préstamos externos empezaran ayudar a crear empleos en el 2021, pero el Inide revela que la tasa de desempleo se ha estancado en los primeros tres meses del año.

La economía de Nicaragua sigue sin generar suficientes empleos para hacer frente a la oleada de casi 200 mil sin trabajo que se han sumado durante los últimos tres años al mercado de los desempleados. En medio de un discurso de optimismo sobre la recuperación de la economía desde el último tramo del 2020, la tasa de desempleo arrancó el 2021 con un repunte, lo que mostraría la dificultad que el Gobierno está afrontando para crear fuentes de trabajo en el país.

En el primer trimestre de este año, según cifras recién actualizadas del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), la tasa de desempleo abierto a nivel nacional se ubicó en 4.9 por ciento, registrando un incremento de 0.1 punto porcentual con relación al cuarto trimestre de 2020, cuando fue de 4.8 por ciento, precisamente cuando los representantes del Gobierno anunciaron que el año 2021 sería de recuperación.

De hecho, el mismo Banco Central de Nicaragua (BCN) reveló que el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) a febrero creció 0.4 por ciento, lejos del 2.5 y 3.5 por ciento que proyectan de expansión económica para este año. Los organismos financieros internacionales han situado sus estimaciones por debajo del dos por ciento y hasta 0.2 por ciento de crecimiento, como es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Y aunque el aumento se ve ligero, en términos reales significa un ascenso del dos por ciento, pero además la dificultad que está teniendo la economía para crear empleos, lo que representa un golpe en las expectativas de los nicaragüenses que esperan encontrar uno este año, o bien, que entrarán por primera vez al mercado laboral.

El Gobierno, no obstante, dice que el subempleo, es decir el mercado informal, dio señales de mejoría. El mercado del trabajo negro, como lo tilda el Banco Mundial, en el primer trimestre descendió su tasa respecto a lo que se tenía  al cierre del 2020. Esto a pesar de la proliferación de negocios informales que se observan en las calles.

Entre enero y marzo del 2021, las cifras del Inide indican que el subempleo afectaba al 44.6 por ciento del mercado del trabajo, lo que significa que cuatro de cada diez nicaragüenses tienen salarios paupérrimos o que no logran ganar ni siquiera el salario mínimo, o quisieran trabajar más horas pero no logran encontrar un empleo a tiempo completo.

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Hasta diciembre del 2020 este indicador andaba en 46.2 por ciento, 1.6 puntos porcentuales más que lo registrado hasta marzo del 2021. Pero además si se compara con el primer trimestre del año pasado, también se observa una disminución, puesto que para entonces este indicador andaba en 44.9 por ciento.

¿A qué se debe que haya aumentado el desempleo y haya disminuido el subempleo? A criterio del economista Maykell Marenco, esto es el reflejo que ha aumentado el número de personas que está en inactividad, es decir que ya no logran trabajar ni en el mercado informal y, por tanto, caen en la inactividad.

De hecho, los datos estadísticos del Inide revelan que hubo un leve aumento en la tasa de inactividad, que hasta el primer trimestre del año anduvo en 30.5 por ciento, mientras que en diciembre del año pasado se ubicaba 29.4 por ciento.

“Hay grupo de personas inactivas en este momento. Normalmente cuando una persona cae en el desempleo, si no logra encontrar un empleo formal pasa al subempleo; hay otro grupo de personas que están desempleadas, pero tampoco les interesa buscar un trabajo u otra fuente de ingreso”, dijo Marenco.

Los números no son creíbles

Con respecto al subempleo es importante explicar que durante la pandemia, en el segundo y tercer trimestre del año pasado  el indicador se deterioró comparado con lo que se tenía al primer trimestre de ese año, cuando se había logrado ubicar en 44.9 por ciento y en la actualidad se ha logrado una mejor posición, pero esta sería a base de más gente que decidió dejar de buscar trabajo.

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Según el Inide, el subempleo se refiere a las personas ocupadas que trabajan menos de las horas establecidas por semana debido a causas involuntarias y que están dispuestas a trabajar más horas. También se incluye a las personas ocupadas que, durante el período de referencia, trabajan más de las horas establecidas y ganan menos del salario mínimo.

Temen manipulación en cifras

Para el sociólogo Cirilo Otero, no existe una relación lógica entre lo que se observa con las estadísticas que viene presentando el Inide.

“Lo que hace el Gobierno con las estadísticas no solo es maquillarlas sino confundir el indicador, para mostrar que la cosa está aceptable, pero la realidad que vemos es otra. Lo segundo  es que ahí hace falta incluir el desempleo pleno, que ese es otro indicador que pone asustado a cualquiera. Eso significa que la gente ni anda buscando ni quiere trabajar, ni tiene opción de trabajo y hay un buen número de personas en esa condición”, dijo Otero.

Por su parte, el economista Enrique Sáenz coincide con Otero, al mencionar que la dimensión del problema es mucho mayor al que se presenta estadísticamente. “Al subempleo (44.6 por ciento) hay que sumarle el 13.2 por ciento de trabajadores no remunerados, y te das cuenta que casi el 60 por ciento de la población se encuentra en condición de subocupación”, expresó Sáenz.

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Además, Sáenz considera que pese a los recursos externos que recibió el régimen a finales del año pasado e inicios de este, hay que evaluar otros factores externos, como la inversión extranjera, el contexto electoral, la pandemia, entre otras cosas, que suelen también impactar en el mercado del trabajo.

“La recuperación del empleo este año depende de factores que no están asociados directamente con la  política económica  del Gobierno: primero tenés el impacto de la pandemia, ya estamos en un segundo rebrote pero el impacto está por verse. También está el curso de la dinámica electoral del país, ese es otro factor que puede desanimar al inversionista y empresas, y un tercer factor tiene que ver con la aprobación de la Ley Renacer, eso implicaría que la política de Joe Biden sería mucho más definida, por consiguiente un desincentivo”, sostuvo Sáenz.

Añadió que el año pasado y en el 2019 las proyecciones económicas fueron optimistas, cuando el ministro de Hacienda, Iván Acosta, y el presidente del Banco Central anunciaron cifras muy alentadoras que no se lograron cumplir.

“En el 2019 y 2020 se anticiparon a comportamientos exitosos, alegres que después no se corresponden, de tal manera que es solo un discurso político de propaganda, no sirve para efectos de hacer estimaciones económicas, porque en ninguno de los tres años han acertado en su pronóstico”, agregó Sáenz.

¿A quién afectó más el desempleo y el subempleo?

Otro dato importante es que el desempleo afectó más a los hombres que a las mujeres, puesto que hasta marzo de este año el indicador alcanzó un 4.6 por ciento para las mujeres, 0.4 punto porcentual más  que en igual lapso del 2020. Mientras que en los hombres se ubicó en 5.2 por ciento y este disminuyó 0.1 punto porcentual con respecto al mismo periodo del 2020.

Otero considera que el desempleo y la informalidad siguen afectando más a las mujeres, pero además señala que esa tendencia se puede mantener, tomando en cuenta que han aumentado las remesas familiares. De tal manera que muchas personas que antes tenían un empleo formal, ahora dependen de un pequeño negocio y de las remesas.

“Actualmente las remesas familiares son un oxígeno importante para una cantidad enorme de hogares,  muchos hogares solo tienen esta entrada y en otros con las remesas alimentan un negocio informal, ahora ves la informalidad de distintas formas: venta de ropa, de zapato, negocios delivery, donde no hay cotización al seguro, no se piensa en la jubilación, ni en mejora de las condiciones del trabajadores”, dijo Otero.

Managua con menos desempleo, dice Gobierno

Asimismo, la encuesta revela que en  Managua, hasta el primer trimestre del año, tanto el desempleo como el subempleo bajaron con respecto a diciembre. Según la encuesta oficial, el desempleo en Managua hasta marzo del corriente se ubicó en 7.2 por ciento, inferior 0.4 punto porcentual con respecto a diciembre, cuando andaba en 7.6 por ciento y  por encima de la media nacional (4.9 por ciento).

En tanto, la informalidad o subempleo en el primer trimestre del 2021 afectó al 45.7 por ciento de la población asentada en Managua. Esta tasa  es mayor comparada con igual lapso del 2020, a inicios de la pandemia, cuando se ubicó en 43 por ciento, pero inferior si se compara con diciembre, que andaba en 45.9 por ciento.

A nivel nacional las mayores tasas de desempleo e informalidad están en la zona urbana y en menor medida en la zona rural, según las cifras oficiales.

Economía Desempleo informalidad Inide subempleo archivo

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