Una multitud acompañó a los familiares de Norma Rosa Saravia Rugama, de 59 años, hasta el cementerio de Boaco para darle cristiana sepultura, la mañana de este jueves. El féretro salió de su vivienda a las 5:30 a.m. rumbo a la iglesia del Socorro, donde hubo misa de cuerpo presente, y posteriormente al cementerio de la localidad.
“Ay, hermana, te nos fuiste, qué dolor más grande, ya no voy a volver a verte. El que te mató tiene que pagar por lo que hizo”, exclamaba una de las hermanas de Saravia Rugama, quien fue encontrada estrangulada a cuatro kilómetros de la frontera sur de Nicaragua el pasado 13 de abril. La mujer había desaparecido desde el 30 de marzo, cuando contrató un coyote para que la cruzara por puntos ciegos hasta Costa Rica.
“Nosotros pedimos justicia contra el autor del crimen de mi hermana, que se le aplique la ley”, dijo entristecida Marbelly Saravia, hermana de la víctima.
“Cuando nos despedimos, sentí un repelo”
Recordó que el martes santo acompañó a su hermana hasta la frontera sur y ahí estaba sentado el coyote Roberto Reyes Sequeira, de 36 años.
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“Ese día él (coyote) ofreció los servicios, cobró 10 mil colones, equivalentes a 16 dólares. Mi hermana se sintió confiada porque el hombre aseguró que esperaba a un grupo conformado por una madre, un padre, dos niños y otro muchacho”, rememoró Marbelly.
Agregó que su hermana había vivido nueve años en Costa Rica y no era la primera vez que viajaba, pero que las veces que lo hizo fue acompañada.
“Cuando nos despedimos sentí un repelo, volví a ver hacia atrás y de pronto solté en llanto. Creo que ella también. Desde ese día no supe más de ella”, indicó la hermana de la víctima.
Varias veces intentó llamarla a su celular, pero nunca respondió, eso aumentó su preocupación porque debía presentarse a su trabajo, donde laboraría como asistente del hogar en San Ramón de Alajuela.
Quería construir su casita
“El sueño de mi hermana era construir su casita y me dijo en secreto que se iría a Costa Rica, porque si les decía a mis otras hermanas o hijos no iban a dejarla ir. Me confió que una vez en suelo costarricense iba a decirle al resto de la familia. ‘Mirá voy a trabajar y te voy a mandar dinero para que poco a poquito vayas comprando piedras cantera para mi casa’, me dijo”, reveló Marbelly.
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Norma Rosa tuvo cinco hijos, cuatro mujeres y un varón. Todos le ayudaban a su madre de una u otra manera, pero ella era una mujer independiente.
Desde su desaparición, Marbelly no se cansó de buscar a su hermana y la Policía mostró fotografías de coyotes que se dedican a cruzar a migrantes de forma ilegal hacia Costa Rica.
“La Policía me mostró un álbum de fotografías, vi varias imágenes y logré identificar al coyote. Todavía las autoridades advirtieron a los otros coyotes que no dijeran nada. Los oficiales coordinaron su búsqueda con agentes de Costa Rica, pero no lo encontraron en su vivienda”, contó la familiar.
Marbelly asegura que la mujer de Roberto es cómplice porque ella impidió varias veces entrar a una zona boscosa. “Esa mujer sabía que mi hermana estaba muerta en ese lugar, porque no permitió el ingreso a esa zona boscosa, puso varias excusas, que ahí salían tigres y que muchas personas han desaparecido en esa zona”, manifestó Marbelly.
El cuerpo de Saravia fue hallado en el sector La Ceiba, Reserva Esperanza Verde, en Río San Juan, en una zona montañosa a cuatro kilómetros de la línea fronteriza con Costa Rica.
Técnica canina perdía rastro
La consultada mencionó que mientras su hermana seguía desaparecida, soñaba con ella. “Soñé varias veces con mi hermana, que me decía que la buscara en el lugar que me había dejado. Por eso insistí a la Policía en que la buscaran en esa zona y ellos llevaron hasta la técnica canina, pero perdían el rastro en el sector donde fue encontrado su cadáver”, mencionó acongojada Marbelly.
Los familiares y amigos recordarán a Norma Rosa como una mujer con un buen sentido del humor, alegre, emprendedora, bailarina, una persona que vivió cada instante de su vida a plenitud y todos los días tenía una comunicación fluida con su hermana Marbelly.
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El hallazgo de los restos de Norma Rosa fue el 13 abril y la Policía remitió el cadáver al Instituto de Medicina Legal (IML), donde el forense dictaminó que la causa de la muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento. También se determinó que el cuerpo tenía de siete a nueve días de fallecido. El cadáver ya estaba en estado de descomposición; por esa razón, el entierro fue temprano este jueves.
Las investigaciones policiales concluyeron que la víctima fue vista por última vez con el coyote Roberto Reyes Sequeira, por lo que es el principal sospechoso del crimen. El hombre es nicaragüense pero reside en Los Chiles, Costa Rica. La Policía se coordinó con Interpol y las autoridades ticas para lograr la captura del sospechoso.
