CONTENIDO EXCLUSIVO.
Después de seis años de trabajo y que se aceleró a partir del 2018, tras la violencia estatal contra los nicaragüenses, que derivó en la paralización de casi un noventa por ciento del transporte de carga internacional, El Salvador y Costa Rica parecen estar cerca de convertir en realidad sus planes de abrir una ruta de comercio marítimo, a través de la utilización de un ferri para mover carga, cuyas tarifas ya están en negociación. Esto aseguraría que a medida que se vaya aumentando la capacidad de movilidad de mercancías por mar, el comercio regional de norte a sur o viceversa se mantenga fluido en un contexto de perturbación en Nicaragua o en el mismo Honduras.
Juan Ramón Rivera, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop), en entrevista con LA PRENSA dijo que para que el ferri sea una realidad han tenido que estar trabajando desde hace seis años y han tenido que adecuar los sistemas aduaneros y migratorios, lo que indicaría que el proceso está muy avanzado.
«Creo que ambos países (El Salvador y Costa Rica) estamos totalmente listos desde el punto de vista institucional. Estamos en un proceso ya último de una revisión de tarifas acá en Costa Rica, porque hay un operador interesado, parece que la tarifa que tenemos no les funciona para poder dar el servicio a un precio competitivo, estamos revisando eso, estamos a punto de saber si se aprueba eso y ya todo solucionado dependerá de él o los operadores privados para comenzar a operar esta ruta, que hemos llamado la Ruta del Bicentenario y esperamos que sea en los próximos meses», precisó.
El pasado 15 de marzo de este año, el diario El Salvador informó que las autoridades de ambos países ya están revisando el pliego tarifario del proyecto, cuyo carguero tendría conexión entre el Puerto La Unión (El Salvador) y Caldera (Costa Rica). Por ahora este servicio marítimo entraría siendo operado por una empresa privada en concepto de concesión y «permitirá que los transportistas ingresen al barco sin desenganchar la carga y se transporte junto con los vehículos y se descarguen de la misma manera en el puerto de destino y continúen hasta su punto de entrega», detalló el medio salvadoreño.
El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) de El Salvador, Federico Anliker, dijo al mismo medio que el proyecto será ganancia no solo para su país, sino también para la región y anticipó que el mismo tendrá capacidad para mover hasta 100 vehículos con carga.
En Nicaragua, el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), Guillermo Jacoby, cree que el problema es que por ahora dicho ferri estaría lejos de tener la capacidad de suprimir los más de 2,000 furgones que utilizan a diario las fronteras terrestres de Nicaragua para mover la mercancía de la región de norte a sur o viceversa.
Aun así, las autoridades de El Salvador y Costa Rica están sosteniendo reuniones para afinar los detalles logísticos entre las diferentes instituciones que intervienen en el proceso de importación y exportación de ambos países. Se esperaría que este servicio también sea utilizado por Guatemala. Aún Honduras no ha manifestado su interés por participar en el proyecto.
La idea es que Guatemala gestione su mercancía en Puerto La Unión (El Salvador) y una vez que esta llegue a Caldera (Costa Rica), también se pueda movilizar cargamentos desde y hacia Panamá. Nicaragua quedaría semiaislada, a medida que la capacidad de mover estos contenedores se vaya ampliando.

LA PRENSA/ARCHIVO
Lo que dicen en Nicaragua
Los que no están tan convencidos de que el proyecto sea viable son los transportistas de Nicaragua y creen que hay intereses particulares de grupos económicos de la región. El presidente de la Asociación de Transporte Nicaragüense (ATN), Marvin Altamirano, dice que el ferri no será fácil de ejecutar porque deben ponerse de acuerdo con los transportistas y es algo que los países no han hecho.
«Como representante de los transportistas hoy en Centroamérica, como presidente de la Federación Centroamericana de Transporte (Fecatran), nosotros desconocemos ese proyecto porque no nos han consultado cómo podemos hacer, sino que lo han estado queriendo imponer a la fuerza y más que eso, pienso que es por interés económico y por favorecer a grupos económicos de ambos países», dijo Altamirano.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada de Nicaragua (Cosep), Michael Healy, reconoció que la nueva ruta comercial marítima podría agilizar el proceso de movilización de la carga, pero recalcó que se debe esperar conocer si la tarifa del servicio resultará atractiva a las empresas. «Para Nicaragua, la implementación de ese ferri significaría menos impuestos por uso de carreteras, pero también menos tráfico en fronteras y eso podría agilizar los viajes de los otros contenedores de la región», observó.
El titular del Cosep recordó que durante el conflicto sociopolítico de Nicaragua en 2018 el tránsito fue bloqueado y miles de camiones se quedaron en medio del conflicto en los tranques en las carreteras, esto ocasionó atrasos y pérdida de mercancías porque se vencieron, por lo tanto, este ferri lo que busca es evitar el paso por fronteras terrestres entre Honduras y Nicaragua en momentos de conflictos.
Durante lo peor de la crisis política en Nicaragua, las autoridades empresariales de Costa Rica reportaron pérdidas de 4.55 millones de dólares diarias por los efectos de la inestabilidad en el comercio regional; mientras Guatemala entre abril y agosto de ese año las estimaba en 75 millones de dólares.
La situación no fue distinta para Honduras y Costa Rica. El primer país reportó la paralización de más de 20,000 contenedores entre abril y junio del 2018; y San José se mostró golpeado al señalar que el 50 por ciento de sus exportaciones las dirige a los países de la región.
Lo que está pendiente
Todas esas adversidades han acelerado el proceso de abrir ahora Ruta del Bicentenario —la del ferri—. Pero ¿qué hace falta para que el carguero encienda sus motores sobre el océano Pacífico? ¿Están preparados los puertos? ¿Cuáles serán los mayores desafíos?
Aunque las autoridades del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) son muy optimistas con que dicha ruta se abra próximamente, lo cierto es que mientras algunos operadores aseguran que necesitan en Puerto Caldera un patio para el estacionamiento adicional de los furgones, otros aseguran que esto no es necesario, pero aun así las autoridades están analizando la posibilidad de construirlo.
«Caldera está totalmente listo operativamente», dijo enfático Rivera, presidente ejecutivo del Incop, quien resaltó que una vez que el carguero esté operando, no solo se reducirá la inseguridad a la que está expuesta la mercancía en tierra sino también la de los transportistas.
Puede interesarle: El Salvador revive el tema del ferri con Costa Rica ante bloqueo en las fronteras terrestres
Un planteamiento del Incop que el gerente de Operaciones de Marítima Interoceánica de Costa Rica, Allan Lucas, no comparte. En declaraciones a LA PRENSA dijo que al poner en marcha el proyecto marítimo, los puertos necesitan las condiciones de espacio, corrientes y vientos, por lo que no lo ve como un servicio que se vaya a instalar tan pronto en Puerto Caldera, al menos no en un plazo de seis meses.
Por el lado de El Salvador, las autoridades esperan convertir a La Unión en un centro logístico, el que ya fue inaugurado y está a la espera de que un acuerdo para concretar el proyecto marítimo permita entregar esa terminal en concesión, según dijo el presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) de El Salvador, Federico Anliker.

Un obstáculo clave
Otro obstáculo son las exigencias legislativas marítimas. Al respecto, Lucas explica que, por ejemplo, estas establecen que los vehículos marítimos deben tener espacios de alojamiento de los tripulantes y eso implica tener personal de limpieza, además sitios para comensales, todo esto eleva los costos y por ende las tarifas.
«Respecto a los gobiernos, por lo menos el de Costa Rica, que fue con quien más tuvimos problemas, porque con el de El Salvador fueron muy fluidas las conversaciones. Las personas de acá nunca entendieron que los costos se elevaban y se limitaron a decir lo que establece el reglamento», por lo tanto, se convierte en una barrera, dijo el representante de la naviera costarricense.
También señala que otro aspecto es la tarifa. Han recibido correos de potenciales clientes que están dispuestos a pagar 300 dólares por mover un contenedor vía marítima, lo cual no es viable ni sostenible económicamente, debido a que un costo mínimo sería de 750 dólares por contenedor para poder cubrir por lo menos los costos del Puerto Caldera.
¿Menor costo es un mito?
Cuando esta naviera hizo el análisis, las empresas pagaban aproximadamente 1,600 dólares por transportar las mercancías por tierra y los plazos de viaje eran de cuatro días en promedio. Lucas manifestó que transportar por ferri no significará menos costos para las empresas, porque se deberá contemplar el transporte del puerto hacia los destinos en cada país y lo que costará llevar los productos desde el lugar que sea hasta Puerto La Unión, en El Salvador; o Puerto Caldera, en Costa Rica.
«En tema económico podría ser igual. Efectivamente habría reducción de tiempo de viaje, pero habría tiempo ocioso para los choferes de furgones, porque serían 24 horas de tránsito entre los puertos, más los tiempos de espera previo a la carga del barco, entonces eso significaba que los choferes estarían ociosos entre tres y cuatro días, que eso traducido a eficiencia en trabajo se cambiaba mucho», criticó.
Según el presidente de la Asociación de Transporte Nicaragüense (ATN), Marvin Altamirano, a lo sumo los traslados entre El Salvador y Costa Rica por tierra les toma tres días y un poco más cuando los permisos no están listos, un plazo que podría repetirse si la carga se mueve por mar.
Altamirano dice que para embarcar en el ferri se debe estar un día antes en el puerto, adicionalmente tomará un día el viaje en el ferri, las aduanas dan 72 horas para liberar las mercancías, entonces ya se está hablando de cinco días.

Habrá reunión con los transportistas
El presidente ejecutivo del Incop expresó que entre gobiernos han tratado de ponerse de acuerdo y tener todos los detalles listos, están esperando que haya operadores con tarifas que se les pueda comentar a los transportistas e importadores, pero será hasta cuando eso esté listo que se tendrá una reunión con todos los transportistas centroamericanos.
«En este momento sabemos cómo será la operación (del ferri), pero no conocemos las tarifas y sin eso no vale la pena ni siquiera comentar con los transportistas; diferente sería si se tuviera la tarifa, para que ellos puedan analizar los números», explicó Rivera.
El titular del Incop resaltó que una carga de San José a San Salvador demora en llegar entre tres y cinco días, pero con el ferri durará 18 horas en tránsito en mar y unas cinco horas por carretera para llegar al puerto de embarque. «El transportista se economizará de dos a cuatro días y el contenedor podrá hacer en lugar de un viaje a la semana, dos o tres», observó.