El control que se ha establecido en las fronteras de Costa Rica, como parte de una medida para evitar la propagación de Covid-19 y que ha provocado que más de 1,600 camiones estén varados, ha llevado a los empresarios del sector a pensar que la alternativa más viable para solucionar el problema es echar andar el proyecto del ferri entre El Salvador y Costa Rica.
Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), manifestó este martes 19 de mayo que ya es momento de buscar las condiciones para empujar el proyecto del ferri, porque eso sería una alternativa viable en estos momentos.
“De los 1,600 contenedores que están varados en Costa Rica el 40 por ciento es de El Salvador, el comercio que tenemos con Costa Rica es muy dinámico y este tipo de medidas afecta seriamente. Ustedes saben que desde hace tiempo hemos venido planificando el tema del ferri, estaría sería una alternativa muy buena, si ya estuviera funcionado”, dijo.
Cuéllar manifestó que para agilizar el proceso se está pensando ya no usar Puerto Caldera en Costa Rica sino el Puerto Golfito, que este si tiene las condiciones para el atracó del ferry.
En mayo del 2019, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado dijo que el ferri va ayudar a minimizar los riesgos en el transporte terrestre. “Se consolidaría como una alternativa definitiva y sostenida en el tiempo para ayudar a minimizar los riesgos asociados al transporte terrestre en la región centroamericana”, dijo el mandatario costarricense en ese momento.
Desde el 2018 que inició la crisis sociopolítica en Nicaragua, el transporte terrestre centroamericano evidenció que era necesario tener una ruta alternativa. Eso animó a varias navieras de El Salvador y Costa Rica a reactivar un viejo programa para instalar un ferry, que además de acortar significativamente el tiempo para mover carga, aseguraría que en futuros nuevos obstáculos de circulación terrestre en la región habría una ruta alterna asegurada.
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Los gobiernos de Costa Rica y El Salvador realizaron en ese momento las gestiones para brindar facilidades y condiciones que permitan operar el ferri, pero son las empresas interesadas las que deben ponerlo a funcionar, aclaró la presidencia costarricense.
Los beneficios
El objetivo es que el ferry navegue el océano Pacífico entre Puerto La Unión, El Salvador, y Puerto Caldera, Costa Rica, y reduzca a 16 horas un recorrido que tarda días por las carreteras centroamericanas.
Según las previsiones, la embarcación podría transportar 100 furgones y tendría una estadía en cada puerto de entre 4 y 6 horas, mientras se concreta el embarque y desembarque de las mercancía.
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De hecho por vía terrestre, cada transportista tiene capacidad para hacer dos viajes por mes entre El Salvador y Costa Rica, pero al activar el ferri permitiría duplicar el movimiento de carga a más velocidad entre ambos países.