La vicepresidenta designada, Rosario Murillo, arremetió este martes contra “los capitales” del país, de los cuales dijo se enriquecieron “del robo a los nicaragüenses”.
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En su discurso habitual por los medios de comunicación oficialistas, Murillo dijo que Nicaragua es un país que tiene derecho a vivir “sin interferencia, sin injerencia del imperio”, como parte de su repetido mensaje antimperialista contra Estados Unidos. Pero esta vez agregó que tiene derecho a vivir “sin traidores a la patria” que “se han aprovechado de la venta de la patria” y “se han enriquecido” hasta convertirse en los capitales del país.
“A lo largo de la historia nos han hecho sufrir tanto, y además se han aprovechado tanto de la venta de la patria, se han enriquecido, de ahí salieron los capitales, esos mismos capitales con los que se creen superiores. Capitales que surgieron del robo a los nicaragüenses, todos los sabemos. En los libros de historia aparecen los grandes robos de los que se creen de alcurnia, ricos por venta de la patria, a costa del pueblo nicaragüense, saqueadores de los bienes del pueblo nicaragüense”, dijo Murillo.
Aunque Murillo nunca se atreve a decir los nombres o apellidos de quienes critica, es sabido que la empresa privada, que representa el gran capital en Nicaragua, pasó a ser uno de los adversarios del régimen de Daniel Ortega (esposo de Murillo) después de la ruptura que tuvieron en abril de 2018, por la reforma a la Seguridad Social aprobada por Ortega sin el consenso de los empresarios, lo que significó el fin de la alianza público-privada que incluso está establecida en la Constitución Política.
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Esa reforma a la Seguridad Social desencadenó protestas masivas a nivel nacional, que fueron reprimidas de manera brutal por la Policía y grupos armados afines a Ortega. Más de 300 personas murieron por la represión armada ordenada por Ortega, según el reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
A partir de esos acontecimientos, el sector privado asumió un papel crítico contra Ortega y desde entonces el régimen lo viene atacando de diferentes maneras, entre estas, con confiscaciones, permitiendo la toma de sus tierras e incluso con agresiones físicas.
Uno de los hijos del matrimonio Ortega-Murillo, Juan Carlos Ortega Murillo, fue más allá de los ataques verbales en 2019 y puso en acción unos efímeros plantones nocturnos frente a la sede del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), en Managua, donde leyó un comunicado con expresiones de amenazas a los empresarios y a los opositores de su papá, acompañado de un grupo de personas, según se podía ver en los videos que él mismo divulgaba en las redes sociales.
El pasado 12 de enero, Daniel Ortega ofreció un discurso en el que dejó entre ver que quiere regresar al esquema de antes del 2018, cuando existía una alianza de consenso con el gran capital del país.
“Después de las elecciones de este año, las elecciones generales, se pueda instalar un gran diálogo nacional para que lo que quedó aprobado en la Constitución, pueda caminar tomando en cuenta las nuevas circunstancias”, dijo Ortega al final de ese discurso que duró una hora y media.
“Con la piedra en los dientes”
Róger Arteaga, expresidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), manifestó que si Rosario Murillo acusa de ladrones a quienes encabezan “los capitales” del país, quiere decir que ella y su esposo, Daniel Ortega, fueron socios once años de quienes hoy critican de esa manera.
“Se está dando con la piedra en los dientes, porque si son ladrones y han robado al pueblo de Nicaragua, por qué ellos pasaron once años asociados con unos ladrones; a menos que también sean ladrones o que tenga intereses de tener alianzas con los ladrones”, valoró Arteaga.
Para Arteaga, lo que dijo Murillo fue una confesión. “Aquí ella (Murillo) está declarándose culpable de que se alió con unos ladrones y les permitió a los ladrones que le robaran al pueblo de Nicaragua a cambio de que le permitieran al Gobierno usurpar el poder y destruir la institucionalidad, el estado de derecho y lo último de democracia que tenía”, agregó.
Arteaga consideró que este arrebato de Murillo, confirma que el régimen orteguista no ha podido lograr que quienes acusa de ladrones, vuelvan unirse a ellos.
“La nueva oligarquía”
El líder opositor Félix Maradiaga manifestó que es cinismo del régimen criticar a “los capitales”, cuando el círcullo íntimo de Daniel Ortega y Rosario Murillo son la “nueva oligarquía” de Nicaragua.
“Las aseveraciones de la señora Murillo, quien es parte de esa élite de nuevos ricos, sólo puede ser tachada de hipócrita”, expresó Maradiaga.
El también líder opositor Juan Sebastián Chamorro, valoró que la dictadura Ortega Murillo sigue fomentando el odio y la división de los nicaragüenses, haciendo creer que existe una lucha de ricos contra pobres, como parte de su discurso retórico.
El periodista y opositor, Miguel Mora, dijo que “el capital más corrupto que se originó en menos de 10 años y que ahora sobrepasa a todos, en el de la familia Ortega Murillo”. Mora recordó el uso discrecional de la millonaria cooperación venezolana y los miles de millones que han sacan del erario público el régimen Ortega Murillo.