14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Desde hace un mes Karelia de la Vega, conocida como Lady la Vulgaraza inició un proyecto que beneficia a más de cien niños. LA PRENSA/Cortesía

Desde hace un mes Karelia de la Vega, conocida como Lady la Vulgaraza inició un proyecto que beneficia a más de cien niños. LA PRENSA/Cortesía

La activista Karelia de la Vega convierte su vivienda en un comedor infantil

La iniciativa de Lady la Vulgaraza consiste en regalar un plato de comida a los niños de su comunidad tres veces por semana

En la comunidad Pochocuape, ubicada en la periferia de Managua, unos cien niños tienen garantizado recibir al menos tres días a la semana un plato de comida. A mediodía en punto hacen fila, solo algunos con su mascarilla, en la entrada de la humilde vivienda de Karelia de la Vega, mejor conocida como Lady la Vulgaraza. Desde hace un mes la popular activista inició este proyecto de comida para niños, iniciativa que, según ella, nació ante la difícil situación económica que viven las familias de esa comunidad producto de la pandemia del Covid-19.

«Empezamos hace como un mes aproximadamente esta ayuda humanitaria con los niños de mi comunidad, siempre con ese deseo de ayudar. Son aproximadamente cien niños y la labor empezó por unos amigos que están fuera del país. Ellos comenzaron a colaborar y ahora se ha expandido y muchas personas (de Nicaragua) que han ayudado”, comenta De la Vega.

Los niños beneficiados provienen de familias de escasos recursos, de padres que trabajan recolectando botellas plásticas y que difícilmente pueden completar los tres tiempos de comida. Algunos de estos pequeños no estudian por la misma situación. «Para nosotros es un placer, siempre estamos con mi familia haciendo la comida y siempre estamos invitando a los niños a que vengan a retirar su platito.  Tenemos variedad de edades, de dos años en adelante, el más grande es de 14», comentó Karelia.

Lea también: La triste y valiente historia de Javier Hernández y Lady la Vulgaraza

El proyecto, que todavía está en su fase inicial, no cuenta con los fondos suficientes para garantizarle a los niños al menos un tiempo de comida los siete días de la semana, afirmó la joven transgénero, y debido a esta situación no tienen días específicos para repartir los alimentos. «Nosotros si pudiéramos hacerlo diario lo haríamos». Preparan alimentos cuando le llegan fondos, arman los platos y mandan a llamar a los niños.

«A veces lunes, miércoles y sábado entregamos la comida a los niños, no tenemos días específicos debido a la falta de fondos. Cuando no se puede en el inicio de semana entonces lo hacemos los jueves, viernes y sábado, es decir, son tres veces a la semana. El mínimo es de 100 platos, pero a veces viene más gente o mandamos comida a las personas de la tercera edad que no pueden salir por ser adultos mayores», manifestó.

https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=793733854502420&id=199001347309010

 

Lady la Vulgaraza se hizo popular desde 2017 en las redes sociales al compartir contenidos satíricos, pero fue a partir de abril de 2018 que decidió cambiar el contenido de sus videos, usando su popularidad y a través de ellos denunciar las arbitrariedades cometidas por la dictadura de Daniel Ortega. Su posición política le ha costado persecución, asedio y agresión, actos perpetrados por la Policía Orteguista y grupos afines al régimen.

Apuesta llegar a más niños

Karelia de la Vega afirmó que la idea es que el proyecto se expanda fuera de su comunidad, quiere poder tener la capacidad de entregar comida a los niños que se encuentran en los semáforos y puntos vulnerables de la capital. También pretende beneficiar con este proyecto a los ancianos.

«La comida la cocino y la entrego en mi casa, lo que pasa es que ahorita no tenemos transporte para poder salir a entregar a las calles, aparte por seguridad ya que la Policía al verme haciendo este acto en las calles puede hacer muchas cosas para interrumpirme, por eso estamos tomando esta medida. Son varias personas las que están colaborando económicamente, no siempre las mismas personas todos los días, hay personas que nos envían 10, 20 o 30 dólares», explicó De la Vega.

Lea además: Lady la Vulgaraza: «Me gritaron ‘¡Mi comandante se quedó!’ y después me cayeron a golpes»

Para poder expandir este proyecto, Karelia de la Vega insta a la población a sumarse en ayuda, «no pido miles ni millones, con lo que pueda para beneficiar a estos niños». Asegura que para cualquier donación pueden hacerlo contactándose a través de sus redes sociales, donde ella estará brindándole un número telefónico o cuenta bancaria donde puede hacer le depósito.

Sobre su negocio familiar, Lady la Vulgaraza, quien vive con su mamá, asegura que los días que no cocina la comida de los niños, sale a vender turrones. Aclara que en ningún momento pretende beneficiarse de este proyecto del comedor infantil.

«No es lo mismo Chana que Juana, una cosa es ayudar y otra es quererse lucrar, la gente va a decir que yo me quiero lucrar, pero la verdad es que yo soy una persona trabajadora y no necesito, y si necesito yo pido a las personas que realmente tengan la voluntad de quererme ayudar. Con la venta de los turrones estamos siempre al día. Yo no salgo a vender cuando me toca repartir comida en la tarde», aclaró.

Con respecto a solicitar ayuda a las organizaciones opositoras y así impulsar este proyecto, Karelia prefirió no contar con ellos. «Lo que quiero que ellos hagan es algo contundente para este país, se han convertido en los payasos y títeres de Daniel Ortega. No podemos confiar en todas las personas que dicen querer democracia y paz,  porque lo que buscan es una posición política», zanjó con su característico desparpajo y honestidad.

 

Nacionales Lady vulgaraza Nicaragua niños archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí