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Pese al asedio y que gran parte de las personas que iban a asistir al encuentro no llegaron por temor a ser detenidos la reunión se realizó. LA PRENSA/ARCHIVO

Pese al asedio y que gran parte de las personas que iban a asistir al encuentro no llegaron por temor a ser detenidos la reunión se realizó. LA PRENSA/ARCHIVO

El asedio policial, marca de fábrica de la dictadura de Daniel Ortega

La Comisión Permanente de Derechos Humanos registra, que en lo que va de año, 1,150 denuncias que corresponden a acciones de intimidación, amenazas, asedio y persecución política

Los estragos generados por la ola de represión y el constante asedio por oficiales de la Policía Nacional y paramilitares, que de manera recurrente se instalan con patrullas en las afueras de Radio Darío, ubicada en la ciudad de León, ya se manifiestan en el equipo de periodistas del medio de comunicación independiente.

Aníbal Toruño, periodista y director del medio radial, el cual ha sido brutalmente atacado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, desde el inicio de la crisis socipolítica en abril de 2018, manifiesta que puede ver el agotamiento físico, mental, emocional y psicológico en su equipo de trabajo que cada día llegan con temor, pero a la vez con mucho valor para ejercer su labor periodística, pese al hostigamiento policial.

“El miedo humano es normal. Lo que hacemos nosotros es controlar ese temor, pero es indudable que no funcionamos de la misma manera. Hay un cansancio y un agotamiento. Lo único que nos lleva a trabajar todos los días, aún sabiendo que pueden (la Policía) ejecutar cualquier cosa, es que estamos haciendo lo correcto”, expresó Toruño.

El director de Radio Darío estuvo más de nueve meses en el exilio y regresó al país el pasado 29 de agosto de 2019, por causas del mismo asedio.

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“No es normal, ni estamos preparados los seres humanos para aguantar el ataque y asedio. En el caso nuestro que hemos pasado desde el 2018, por allanamientos, persecución y que continúa sucediendo en las últimas semanas”, dijo Toruño.

La periodista independiente y jefa de prensa de radio La Costeñísima, Kalúa Yakira Salazar, de Bluefields, también ha denunciado ser víctima de asedio por funcionarios públicos afines al Gobierno. Fue acusada por el delito de injurias y calumnias, tras una publicación, que supuestamente revela actos de corrupción en la Alcaldía del municipio de El Rama.

Pero, en Nicaragua, los actos de asedio y persecución no solo se aplican contra periodistas y medios de comunicación independientes, sino también contra manifestantes opositores al gobierno sandinista y exreos políticos.

CPDH reporta más de mil denuncias de asedio

Denis Darce, del equipo jurídico de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), indicó que en lo que va de este año 2020 han recibido 1,150 denuncias que corresponden a acciones de intimidación, amenazas, asedio y persecución política.

Mientras que el 80 % de estas denuncias señala a la Policía como la principal responsable de cometer asedio e intimidación y el otros 20 % de las denuncias señala a líderes políticos, funcionarios de las alcaldías e instituciones estatales.

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“Para nosotros es un indicador indudable de que la Policía es, ha sido y sigue siendo la punta de lanza de una política de represión en contra de la población en general y particularmente en contra de aquellos que consideran disidentes o en algunos casos hasta los consideran enemigos políticos”, señaló el activista defensor de derechos humanos.

Anibal Toruño, entre escombros, paredes quemadas y equipos de transmisión consumidas por el incendio que simpatizantes del FSLN le prendieron fuego a la Radio Darío el viernes 20 de Abril cuando estalló la ciudad de León con protestas violentas. Radio Darío está transmitiendo vía internet a toda su radio audiencia. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE
Anibal Toruño, entre escombros, paredes quemadas y equipos de transmisión consumidas por el incendio que simpatizantes del FSLN le prendieron fuego a la Radio Darío. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

La normalidad de ver algo tan anormal como el asedio policial

Para Darce, es tan consuetudinaria la situación de asedio en el país que ya las personas empiezan a verlo de manera normal, lo que a su criterio es inaceptable, porque en un país como Nicaragua que está suscrito a tantos convenios de compromisos internacionales de derechos humanos, no se puede aceptar que la represión, la intimidación y el acoso policial se sigan asumiendo como una situación natural, característica de este Gobierno.

“Daniel Ortega construyó, elaboró un ejército dentro de lo que nosotros llamamos Policía Nacional. Esos son militares que básicamente quieren regir nuestras vidas. Los tenés afuera con unos operativos en desmedida, oficiales, antimotines, incluso hasta la presencia del jefe de la Policía, enfrente de la radio. Esto supera todo, Daniel Ortega convirtió a la PN en un ejército de atacantes y pandillas que se pasean, asedian y amenazan a un pueblo cívico”, expresó por su parte Toruño.

Del primero de enero al 31 de julio de 2020, la Fundación Violeta B. de Chamorro ha documentado 203 casos de violaciones a la libertad de prensa.

Asedio ilegal afecta imagen de la Policía

La experta en temas de seguridad, Elvira Cuadra, señaló que el asedio que la Policía realiza en contra de los ciudadanos, independientemente su categoría, ya sean líderes sociales, periodistas, activistas, defensores de derechos humanos, opositores, afecta la imagen de la institución, que según la misma Ley de la Policía Nacional (Ley.872) su función es proteger la vida, la integridad y seguridad de los ciudadanos.

Pero “es importante mencionar que esos asedios en realidad se enmarcan dentro de una política de represión y de un estado de excepción de facto que el gobierno Ortega Murillo ha impuesto a la sociedad nicaragüense desde el 2018 hasta la fecha”, señaló la especialista.

Elvira Cuadra. LAPRENSA/Uriel Molina

Entonces, “en ese marco la Policía es la principal fuerza encargada de esas acciones de asedio, de esas agresiones en contra de diferentes ciudadanos en todo el país, y que no es legal que realice ese tipo de acciones”, añadió.

De acuerdo con Cuadra, en estos actos de asedio hay de por medio una flagrante violación a la Constitución Política. “Porque esos asedios se convierten en ataques sistemáticos, infundados y profundamente violentos en contra de ciudadanos nicaragüenses”, aseguró.

Por su parte Toruño considera que el asedio de la Policía y paramilitares es una estrategia para intimidar a los medios de comunicación, excarcelados y un mensaje para todo aquel que quiera expresar su descontento o criticar la acciones del gobierno de Daniel Ortega.

“Este (asedio) es un patrón más sofisticado sin llegar al golpe más directo de la destrucción. Daniel Ortega recurre al asedio porque su temor es perder el control, de que en cualquier momento se pueda regresar al escenario que tuvimos en 2018”, opina el director de Radio Darío.

Asedio policial, una marca propia de Ortega

Para el general en retiro y disidente sandinista, Hugo Torres, la dictadura de Ortega y Murillo ha superado con creces la brutalidad en términos de criminalidad a sangre fría, así como en términos de asedio, lo que ha obligado salir al exilio a más de cien mil ciudadanos a causa del hostigamiento policial y paramilitar.

“El asedio es una marca propia de Ortega Murillo, aunque repiten patrones de conductas de las dictaduras típicas, el guion que ha venido siguiendo Ortega es un guion más elaborado. Podríamos decir, que es más científico”, señaló Torres.

Hasta el punto que “han superado a la dictadura de Somoza y eso es mucho decir, porque la dictadura mantuvo durante casi 45 años su permanencia en el poder bajo precisamente, represión, intimidación contra los opositores”, pero esta vez “el alumno superó al maestro”, remarcó Torres.

También señaló que el asedio que la pareja de dictadores ha ejecutado hasta la fecha en el país es extraordinario, único.

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“No he conocido en la historia de Nicaragua un acoso, un asedio, una represión sistemática, es decir, de todos los días como la de hoy en día”, afirmó Torres.

Asimismo, catalogó a la Policía Nacional como el cuerpo armado por excelencia de la dictadura, comparándola con la Guardia Nacional de los Somoza, pero con niveles de brutalidad mucho más superiores.

“Esta institución ya no siente temor de ser catalogada como una Policía partidista, ese temor lo dejaron atrás hace mucho tiempo. Ahora es una Policía descaradamente orteguista, son los guardianes de Ortega, Murillo y familia”, comentó.

Mas temibles que los de Becat de Somoza

En relación con el asedio policial, también recordó que los Becat (Brigada Especializada Contra Asaltos y Terroristas), es decir, los Jeep en los que se movilizaba la Guardia Nacional, también sembraban pánico entre los ciudadanos, porque al igual que las patrullas de la Policía Nacional reflejaban una total impunidad.

“Ellos te podían detener, golpear, igual que ahorita y no les iba a pasar nada, pero tampoco había un asedio así puntual. Los Becat sobre todo andaban patrullando en las calles, y no eran 5 o 10 camionetas, tampoco andaban veinte guardias como ahora”, relató.

Durante la dictadura de Somoza, recuerda que la Guardia realizaba patrullajes en las calles, pero esto ocurría en situaciones extraordinarias. “Por ejemplo, si había un atentando contra Somoza, pero el volumen, la cantidad de saña y brutalidad de forma masiva, de la represión y asedio de la dictadura Ortega Murillo son superiores”, dijo el general en retiro.

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