Aroldis Chapman es originario de Olguín, Cuba. Lanzó en la Serie Nacional de la isla y en la Selección Nacional. Sin embargo, ahora no se preocupa si tiene suficiente dinero en su cartera y tampoco revisa los precios de los productos cuando sale de compras. Desde que salió de Cuba ha ganado 100 millones de dólares en salario por su buen rendimiento en Grandes Ligas, y todavía tiene dos años más de contrato, en los cuales le espera sumar otros 32 millones.
Freddy Asiel Álvarez, mejor lanzador en la última temporada en la isla solamente gana 950 pesos cubanos de los no convertibles al mes. Ahora transformados a dólares son alrededor de 38 dólares al mes, según publica la página Swing Completo, especializada en el beisbol cubano. Todos los peloteros en Cuba tienen un salario único y firman contratos de cuatro años.
“Desde hace algún tiempo nacieron las regulaciones de pago a los jugadores. Muchos esperaban que sería un paso a favor de tener un salario, pero todo fue una cortina de humo. El primer punto que se especifica en la política de pago a los jugadores de la Serie Nacional es el cobro por resultados en el Campeonato y este paso se viola año tras año en los cierres de temporada”, explica Yanlu Zulueta, escritor de Swing Completo.
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Asimismo, estos bajos salarios y la llegada del internet a Cuba han propiciado las deserciones de jugadores para tratar de llegar a Grandes Ligas y convertirse en el próximo Aroldis Chapman. “Jugar así es contra nuestra voluntad, pero hay que subsistir, por eso jugamos la Serie”, explicó uno de los jugadores al sitio antes mencionado.
Otra manera que utilizan los jugadores para ganar dinero es revendiendo en restaurantes y bares las latas de refrescos que les entregan. De acuerdo con Zulueta les entregan latas de frescos por días en sus respectivos equipos. “Las reúnen y cuando completan las cajas las venden. Las tarifas en las que se venden varían porque todos los peloteros lo hacen”, explica.
También la venta de autógrafos, camisas y uniformes deportivos que usan para diferentes eventos es otra vía que tienen los beisbolistas cubanos para ganar un poco más de dinero, aunque sigue siendo un sueldo mísero.
Y por su fuera poco, hace algunas años el gobierno de la isla permitió que algunos peloteros pudieran jugar en ligas internacionales como Japón, México y Corea del Sur. No obstante, la Federación Cubana se queda con el 20 por ciento del suelo anual y un porcentaje no revelado por la firma de ese pelotero, causando molestias entre los jugadores. Sin embargo, los afortunados que reciben ese permiso saben que no ganarán 100 millones como Chapman, pero es mejor eso a volver a ganar 38 dólares, vender latas y cobrar por autógrafos.