El pánico se apoderó este lunes de los mercados petroleros. El crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Nicaragua, cerró en -37.63 dólares para entrega en mayo, una cotización en negativa sin precedente en este mercado, golpeado por la excesiva oferta de crudo en el mundo como consecuencia del desplome de la demanda.
Detrás de este comportamiento histórico del precio del petróleo está la falta de certidumbre sobre cuándo terminará la pandemia y los estragos que la crisis sanitaria está provocando en la economía mundial, que ha semiparalizado las principales actividades económicas del mundo y por ende botado el consumo de petróleo y sus derivados.
Las industrias están requiriendo menos crudo para quemar y los mercados aéreos y marítimos están paralizados, tras la decisión de los gobiernos de bloquear sus fronteras aéreas, terrestres y marítimas para luchar contra la propagación del virus, lo que ha dejado en tierra a millones de aviones y embarcaciones, lastrando el mercado petrolero.
Además el confinamiento obligatorio en varios países del mundo ha dejado aparcados en los estacionamientos de las casas millones de vehículos y los comercios de todo tipo han quedado vacíos.
La situación ha empeorado porque la capacidad de almacenamiento de crudo en Estados Unidos y el resto del mundo están a punto de llegar a su límite, lo que ocasionó que los tenedores de contratos de petróleo con vencimiento mañana buscaran este lunes con desesperación cómo deshacerse de sus adquisiciones, llegando incluso a pagar a otros compradores para que se lleven los barriles de crudo.
En caso que no pudieran encontrar a compradores de sus contratos, estos tendrían que recibir en físico los barriles y buscar dónde almacenar el producto, algo que resulta casi imposible por la situación de almacenaje en el mundo.
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De ahí es que el precio del crudo este lunes pasó de 18.27 dólares el barril el pasado viernes a -37.67 dólares al finalizar la jornada en las bolsas de Estados Unidos el lunes, lo que significó un desplome de más de un 300 por ciento en esta jornada.
Y si bien se espera que este martes los precios a futuro del barril de petróleo se recuperen, porque es cuando se comienzan a negociar los contratos correspondientes a junio, analistas explican que lo ocurrido este lunes es un presagio difícil e incierto que le depara a la economía mundial en los próximos meses.
“Lo más valioso es el espacio de almacenamiento, quien tiene espacio de almacenamiento se lleva ese petróleo (que buscan cómo vender las petroleras y tenedores de contratos con vencimiento a mayo) y todavía te pagan por llevártelo. Esto resulta más barato que tenerlo ahí almacenado en algún lado o en un buque”, explican especialistas de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
En el mercado del petróleo operan los proveedores, los que adquieren contratos a futuro de crudo (sin recibirlos en físico los barriles) para transar y obtener rendimientos financieros y los que realmente comprar la materia prima para procesarla, entre otros.
En el mercado del WTI, según futuros.com, sitio especializado en contratos de futuro de las materias primas, un contrato equivale a 1,000 barriles de crudo, que es lo que debían recibir como mínimo los tenedores de contratos de este tipo en caso que no lograran deshacerse este lunes de sus inventarios adquiridos para mayo, que caduca este martes.
El aumento en el volumen de venta de estos contratos ocasionó el desplome sin precedente del mercado, aunque los contratos para junio estaban ya cotizándose en más de 20 dólares. Lo ocurrido este lunes es un hecho no visto desde la creación del mercado petrolero de futuro en 1983.
El impacto en Nicaragua
Entonces, ¿qué significará para Nicaragua que el precio del petróleo haya caído en el terreno negativo? ¿qué deben esperar los consumidores? ¿Qué consecuencia tendrá para la economía de Nicaragua? ¿Qué debe hacer el Gobierno?
“Lo que se está viendo ahorita (en los mercados internacionales del crudo) es más de lo que se viene a futuro para Nicaragua, no tanto del lado del petróleo, sino del lado del crecimiento económico. Esto que está ocurriendo y que no había ocurrido nunca simplemente es un reflejo de cómo está disminuida la demanda por petróleo en el mundo y está disminuida precisamente por la situación global de recesión en la que están entrando casi todos los países del mundo y por lo tanto nos está demostrando hacía dónde va el mundo en términos económicos y hacia dónde vamos a ir nosotros también, es decir vamos hacia la profundización de la recesión”, advierten los técnicos de Funides.
Los especialistas indican que si bien un precio del crudo deprimido para Nicaragua como importador neto le beneficia, porque abarata la factura de importación petrolera, este “será un beneficio parcial, porque te aseguro que el daño que se nos viene por el lado de la recesión global para a ser muchísimo mayor que cualquier beneficio que podamos obtener por el lado de la reducción del precio del petróleo”.
Más recesión mundial, mayor golpea a economía nica
En términos más ilustrados, una economía mundial profundamente en recesión implica menos movimiento de remesas, menor demanda y precios de los productos de exportación, menor posibilidades de atraer inversión extranjera, cuyos daños no pueden ser contrarrestados en su totalidad por una factura petrolera menos costosa para Nicaragua por un precio del crudo a nivel internacional deprimido, que aparentemente es positiva para el país.
Pero además la caída del precio del crudo, la materia prima más comercializada en el mundo, también refleja el movimiento hacia la baja de otros productos de demanda en los mercados internacionales, algunos de los cuales son de exportación de Nicaragua.
De hecho, un reporte divulgado este lunes por el Consejo Superior de la Empresa Privada, la Cámara de Comercio Americana y Funides, sobre las principales variables internacionales, indican que varias de las materias primas de Nicaragua a nivel mundial están sufriendo significativas contracciones de precios.
Desde el 31 de diciembre hasta el 20 de abril, el precio del café registraba un descenso de 10.77 por ciento; el azúcar 23.08 por ciento; la carne de bovino 24.06 por ciento; aunque el oro había repuntado 10.93 por ciento. Generalmente el metal precioso suele fungir como refugio para los inversores internacionales en medio de incertidumbres económicas.
“Para nuestras materias primas probablemente va a haber algún tipo de efecto en la demanda a nivel internacional, ya tenemos efectos sobre la carne y el azúcar. Al reducir la demanda, esta misma demanda trae consigo una reducción de precio”, indica Funides.
De hecho la semana pasada, el director de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, dijo que “en unos años, cuando echemos la vista atrás, veremos que 2020 ha sido el peor año en la historia del mercado del petróleo y, en concreto, el segundo trimestre será el peor trimestre de la historia. Dentro de ese peor trimestre, abril será el peor mes en la historia. Es un “abril negro”.
Población sin beneficiarse
Y aunque las pronósticos son que los precios del petróleo sigan por el suelo en los próximos meses, debido a que se espera que los sitios de almacenamiento toquen su límite a mediados de este año, los economistas dudan en que este beneficio se traslade por completo a la economía nicaragüense, principalmente por el lado de la factura de electricidad.
El economista Erwin Kruger califica de insólito la negativa de las distribuidoras de combustibles en Nicaragua de mantener los precios de estos aún muy altos y que la tarifa eléctrica esté estática.
“Es verdaderamente insólito que mientras los precios del petróleo en los mercados internacionales disminuyan, en Nicaragua los precios de los combustibles suban y el precio de la energía no disminuya”, afirma.
Y agrega: “Esto refleja el pésimo manejo institucional de garantizar que los mecanismos de mercado operen en los mercados domésticos en beneficio de la población, y sin sufrir detrimento los distribuidores internos de los combustibles, ya sea para transporte o para generar energía eléctrica”.
Esta situación, agrega, Kruger agrava la recesión que ya venía sufriendo Nicaragua y si a estas alturas los precios de los combustibles bajaran a como debiera ser, “los precios del transporte público y mas aun los precios de transportes de los bienes y servicios disminuirían de precio y las personas aliviarían la difícil situación por la que atraviesa el país”.
Empresa privada debe presionar
Pero lo que más impresiona al expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) es que los dirigentes empresariales “no presionen debidamente por reducir los precios, a como mandan las reglas de la economía de mercado, en beneficio de la población”.
Para Kruger es momento de aprovechar un petróleo casi “regalado” para llevar alivio a muchas pequeñas y medianas empresas que ante los elevados costos de producción y caída de ventas, se han visto obligadas a despedir personal para hacer frente a los efectos de la pandemia y la recesión.
“Si los precios del combustible cayeran de acuerdo a la caída de los precios internacionales, el ritmo de recesión en Nicaragua sería menor y los precios de consumo serían mas barato”, indica.
“Por ignorancia, negligencia o razones distintas a las de una economía de mercado competitiva se ve tanta indiferencia frente una población pobre y empobreciéndose aún más. Es realmente insólito”, afirmó.
Gobierno debe priorizar la disminución de la tarifa eléctrica en lugar de pagar deudas a Caruna
Aunque oficialmente el régimen de Daniel Ortega no ha explicado por qué, aunque los precios del petróleo a nivel mundial llevan meses excesivamente bajos, no ha bajado la tarifa eléctrica, lo cierto es que un economista explicó en semanas recientes que la dictadura estaría usando el alivio para pagar viejas deudas con la Caja Rural Nacional o Caruna, la “caja chica” del Frente Sandinista de Liberación Nacional y donde están los millonarios fondos de la cooperación de Venezuela.
Los técnicos de Funides consideran que este no es el momento para priorizar pagos de deudas sino de inyectar oxígeno a la población llevando un alivio sustancial a través de traslados del precio del crudo a la economía familiar.
“Definitivamente la tarifa eléctrica debería de ir en línea con las reducciones promedios que se están dando en los precios del petróleo. No necesariamente a como ocurrió hoy, porque es de un solo día, pero sí con lo que ha venido ocurriendo en el precio del petróleo, lo cual permitiría un alivio importante a los hogares y empresas nicaragüenses en tiempos en que la recesión va a agudizarse significativamente. El bienestar de los nicaragüenses y la supervivencia de las empresas nicaragüenses que mantienen miles de empleos creo que deberían estar por encima de cualquier pago de deuda de esa naturaleza”, enfatiza Funides.