Después del 18 de abril de 2018, la oposición nicaragüense no se ha enfocado más por su organización y unidad, y, a la par, no han faltado los ataques entre los mismos actores políticos que descalifican el proceso del otro; tampoco faltan quienes llaman a la unidad centrada en ellos mismos o en sus partidos y los que le hacen el juego al orteguismo, en función del clásico “divide y vencerás”.
El caudillismo
El analista político Eliseo Núñez Morales define el caudillismo como la concentración de poder en una sola persona que se convertirá en el caudillo. Este factor, según Núñez, siempre es motivo de división y también genera un círculo vicioso.
“En la medida que te dividís, perdes posibilidades de victoria; y en la medida que pierdes posibilidades de victoria, también pierdes incentivos para mantenerte unido. (El caudillo) al juntarse y no obtener victoria, lo único que consigue es mermar su cuota. Entonces prefiere ir solo, no compartir su cuota de poder y esto se ha convertido en un círculo vicioso de los últimos años”, explicó Núñez.
El sociólogo y analista político Oscar René Vargas opinó que los partidos existentes son caudillistas, porque “nunca aceptan que no tienen la base social para seguir adelante y no aceptan unidad sin que ellos sean los protagonistas”.
El papel de los zancudos
En Nicaragua, se le denomina zancudos a los políticos comprados por el oficialismo. Como ejemplo de “zancudos pagados”, el sociólogo Oscar René Vargas mencionó a quienes le han quitado la personería jurídica de un partido a líderes opositores, con un claro propósito de sacar del juego a las organizaciones políticas emergentes. También quienes participan como candidatos presidenciales aunque saben que no tienen la mínima oportunidad de ganar.
Vargas también aseveró que el orteguismo le paga a personas para que se declaren opositores, participen como candidatos presidenciales en partidos huecos y descalifiquen los esfuerzos de organización y unidad de otros opositores.
Ataques al MRS y a los empresarios exaliados de Ortega
El sociólogo Vargas valoró que los ataques al Movimiento Renovador Sandinista (MRS), organización integrada por disidentes del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), buscan desprestigiar particularmente la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), para que ésta no sea vista como independiente de los intereses de determinados partidos políticos.
Núñez Morales manifestó que el oficialismo saca provecho de estos ataques, porque juega con el miedo que tienen algunas personas a las ideas de izquierda. Según Núñez, el FSLN incentiva estos ataques desde su plataforma mediática.
El analista puntualizó tres grupos vulnerables a caer en estos ataques y descalificaciones contra los disidentes sandinistas: un grupo de gente muy mayor, que tiene mucho resentimiento contra el sandinismo de los años ochenta. También las personas de derecha que creen que los MRS o toda la izquierda son una amenaza a la economía de mercado. Y los grupos que tienen valores religiosos muy conservadores sobre el tema del feminismo, matrimonio igualitario y el aborto.
Diferentes criterios de lucha
Hacer piquetes, hacer un paro nacional indefinido, hacer elecciones, demandar sanciones, organizarse solo con los jóvenes, unir a los partidos tradicionales, esperar otra guerra civil. Estas y otras ideas son los diferentes métodos de lucha que propone por separado el divergente universo de opositores nicaragüenses.
Núñez Morales dijo que estas diferentes demandas hacen parecer dividida a la oposición.
“Para mí hay tres grupos bien marcados: (1) los que creen en soluciones rápidas, se llame esto estallido social, conflicto violento o paro indefinido. (2) Los que creen que hay que organizarse sin los políticos tradicionales; (3) y los que creémos que la organización debe ser con un énfasis en los liderazgos emergentes, pero que no se debe excluir a priori a nadie”, agregó el analista político.
Elección de candidatos y reformas electorales
Núñez consideró que los métodos de elección de candidatos presidenciales y las reformas electorales serán un factor de división entre los opositores.
Particularmente sobre las reformas electorales, Núñez manifestó que la oposición está dependiendo mucho de lo que Daniel Ortega ceda en la reforma electoral,
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“Qué tan profunda sea o no esa reforma, va a determinar quienes opinen por ir a las elecciones o no van a ir hasta que haya mejores reformas. Ese va a ser un factor peligrosísimo de división que esta a la vuelta de la esquina”, agregó Núñez.