El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, invitó este domingo a “redescubrir” el auténtico significado de la Navidad, indicando además que la alegría “no es de arbolitos de colores, lucecitas brillantes y casas iluminadas”, sugiriendo que el saludo de esas fiestas sea desear “una santa Navidad”.
Durante una misa que presidió este domingo en la parroquia Nuestra señora de Lourdes, en el poblado de La Dalia, cabecera municipal de El Tuma-La Dalia, el obispo explicó que en la Navidad “Dios se hace niño” y, por tanto, “es una fiesta de santidad”, exhortando también a la conversión de los fieles, como lo sugiere el Evangelio del tercer domingo de Adviento.
En su homilía, el obispo se preguntó: “¿Cómo olvidar el sufrimiento de tantas familias nicaragüenses?… ¿qué alegría pueden vivir esas familias nicaragüenses?, ¿cómo será la Navidad de esas familias?, ¿cómo compartir con ellos la alegría, sin faltarles el respeto a su sufrimiento?”.
“Pienso que la respuesta primera nos la da la Navidad. Nosotros, en medio del dolor, del sufrimiento, de la muerte, de la soledad, del llanto, estamos alegres, serenamente alegres, profundamente alegres en nuestro corazón y en nuestro interior, porque Dios se hace niño”, señaló el obispo.
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Monseñor Álvarez confesó además que, debido al sufrimiento y dolor que viven los nicaragüenses y por respeto a esos sentimientos, “personalmente” decidió desear una “santa Navidad”, explicando que “no (es) porque decir feliz navidad sea malo, sino porque entendemos que el Señor viene a nacer entre nosotros, pero nos queda esa pena de poder herir al hermano o hermana, de poder herir sus sentimientos, sensibilidad y susceptibilidad, porque ese hermano o hermana podría, en su interior, sentirse irrespetado cuando le diga ‘Feliz Navidad’, cuando sé, o podría saber, que tiene un llanto en su corazón”.
Monseñor Álvarez insistió en que la santidad es el auténtico sentido de la Navidad, pero se preguntó: “¿No será que ya nos habíamos acostumbrado a ese mundo de colores, de compras, de ventas, de gastos, se noches de compras, de rebajas y todo se nos iba en eso, en estrenar mudadas, perfumes, qué se yo cuántas cosas, no será que se nos estaba yendo de entre las manos, se nos estaba alejando el verdadero significado de la Navidad? Se los dejo a su reflexión”.
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