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Carlos Brenes y Tomás Maldonado son enjuiciados por dirigir supuestamente los tranques en Jinotepe, Carazo. LA PRENSA/TOMADA DE EL 19 DIGITAL

Fiscalía asegura que exmilitares planificaban y ejecutaban actos delictivos en Carazo

La Fiscalía asegura que el cabecilla de la banda delictiva era el mayor en retiro, Tomás Maldonado, quien actuaba junto al coronel en retiro Carlos Brenes y el mayor en retiro Roberto Samcam Ruiz

La historia principal que la Fiscalía argumentará para acusar a estos tres altos militares en retiro por terrorismo, crimen organizado, entorpecimiento de servicios públicos y daño agravado durante la audiencia inicial el próximo 21 de septiembre en los juzgados de Managua es la siguiente:

Desde finales de 2017 tres exaltos militares se reunían en una casa en Jinotepe para planificar y ejecutar actos delictivos en varios municipios de Carazo. El cabecilla de la banda delictiva era el mayor en retiro y pastor evangélico Tomás Maldonado, quien junto al coronel en retiro Carlos Brenes, un exguerrillero considerado el brazo derecho de Camilo Ortega —hermano fallecido de Daniel Ortega—, y el mayor en retiro Roberto Samcam Ruiz, perpetró violentos ataques en las últimas revueltas contra el actual régimen en varias ciudades caraceñas.

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LA PRENSA tuvo acceso al expediente acusatorio, después que el 24 de agosto se realizara de forma sigilosa la audiencia preliminar, en la que no estuvieron ni siquiera los familiares de los detenidos.

A esta audiencia, la del 21 de septiembre, solo asistirán los militares en retiro Carlos Ramón Brenes Sánchez y Tomás Maldonado Pérez, porque Samcam —quien ha denunciado al régimen de usar armas letales contra la población— se exilió en julio tras el asedio y la captura que Ortega ha desatado contra los que califica “golpitas” y “terroristas” por exigir su salida del poder.

La supuesta “estructura criminal con experiencia militar”, según la Fiscalía, ejecutó durante las recientes protestas “actos delictivos en los municipios de Jinotepe, Dolores y Diriamba con el objetivo de infundir temor y pánico en la población”.

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Los afectados como sus familiares han afirmado que esta acusación no es más que “una venganza política” contra quienes han sido críticos del régimen de Ortega y Rosario Murillo, desde el 2007.

Dentro de la banda, integrada por seis personas más que aún no han sido capturadas, los tres reconocidos exmilitares habrían cumplido, según la versión, funciones específicas en los violentos ataques entre mediados de junio y principio de julio de este año, en Carazo.

Por ejemplo, haciendo uso de “estrategias militares” perpetraron varias embestidas a la delegación policial de Jinotepe, la casa departamental del Frente Sandinista y la Casa del Obrero. Además, presuntamente saquearon negocios privados para comprar armas y municiones.

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Aunque la Fiscalía dice que los ataques más violentos fueron los ejecutados el 12, 15, 19, 22 de junio y el último fue el 8 de julio, lo cierto es que según archivos periodísticos esos días la población reportó presencia de fuerzas paramilitares y policías que de forma sorpresiva atacaban los tranques de Diriamba y Jinotepe. Esta represión causó el asesinato de unos 15 ciudadanos autoconvocados, según organismos de derechos humanos.

En diversas entrevistas con medios internacionales, Daniel Ortega ha reconocido la existencia de esos paramilitares y ha dejado entrever que estos, a los que llama policías voluntarios, “son incapaces de actuar contra el pueblo” y por eso no los están investigando. La Policía Nacional trabaja junto a los encapuchados.

En las redes sociales abundan videos donde los encapuchados, los mismos que atacaron las ciudades que hoy se les atribuye a los tres exmilitares, juran lealtad al régimen al pie de una bandera del Frente Sandinista.

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Pero según la Fiscalía los ataques perpetrados por Brenes, Maldonado y Samcam perjudicaron al comisionado mayor Pedro Rodríguez Argueta, jefe policial de Carazo, quien recibió impacto de bala en el tórax y en la mano izquierda, y José Ramón Calero Pérez —impactado por charnel de artefacto explosivo—. También aparece como víctima mortal el oficial de las brigadas especiales Hilario de Jesús Ortiz Zavala.

Supuestas funciones

La Fiscalía dice que Maldonado y Samcam con el apoyo de otros acusados levantaron tranques en San José, Hertylandia, Dolores, DGI y la gasolinera Puma en esa ciudad. El pastor permanecía en el tranque San José vestido de camufle y con un fusil AK.

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A Samcam la Fiscalía lo responsabiliza de dirigir los ataques a la delegación policial de Jinotepe, pero además era, supuestamente, el encargado de reclutar personas con experiencia militar y les facilitaba armas de fuego para realizar los actos delictivos y terroristas que se llevaban a cabo en Jinotepe, Dolores y Diriamba. Samcam ha aclarado que nunca estuvo en las barricadas.

Brenes presuntamente dirigió el ataque a la casa departamental del Frente, Casa del Obrero y también, dice la Fiscalía, participó en embestidas contra la delegación policial de Jinotepe.

Otros acusados son Joao Maldonado Bermúdez, Leonel Rojas Medrano, Rodolfo Rojas Cordero, Álvaro José Campos Chávez, Rudy Antonio Palacios Vargas y Rodrigo Alejandro Rodríguez Argüello.

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Estos incursionaban en los múltiples ataques y cumplían cada uno funciones comandadas por los tres exmilitares en retiro.

Según la Fiscalía, realizaban investigaciones de personas afines al Gobierno para luego ejecutar atentados en su contra.

Las personas que eran capturadas, de acuerdo con la Fiscalía, eran torturadas en el Colegio San José para obtener información de interés.

José Campos Chávez, por ejemplo, estaba a cargo del tranque de Hertylandia y supuestamente cobraba doscientos córdoba por dejar pasar camiones que llevaban prisa y realizaba robos con intimidación.

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