En la casa del coronel en retiro Carlos Brenes hay varias fotografías en blanco y negro enmarcadas. En algunas se le ve con el uniforme de gala recibiendo una condecoración del Ejército, otras en posición de firme, y también hay algunos retratos que guarda desde hace años con el rostro solitario de Camilo Ortega Saavedra, hermano del presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega.
En estos días una de sus fotografías se volvió viral en redes sociales, en ella aparece a la par de nada más y nada menos que de un grupo de altos mandos guerrilleros del Frente Sandinista. En la foto posan Germán Pomares, fundador del partido, Joaquín Cuadra, general en retiro del Ejército; Óscar Pérez Cassar, mártir de la revolución; Francisco Rivera, mítico líder de Estelí, y Daniel Ortega, actual mandatario, echándole la mano encima del hombro a Carlos Brenes, quien aparece sin camisa.
Más de cuarenta años después hay fotos que muestran a Carlos Brenes apresado en la tina de una patrulla. Clic. De pie, enchachado con las manos hacia atrás. Clic. Sentado frente a un juez que lee su acusación. Clic. Dos pasos delante de dos policías encapuchados que lo presentan a la prensa, como el más vil de los delincuentes. Clic.
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Respetado en el sandinismo, entre excombatientes guerrilleros y en las filas del Ejército, Carlos Brenes actualmente está siendo acusado de terrorismo, después de supuestamente dirigir a los “principales grupos terroristas del departamento de Carazo y Masaya”.
Es uno de seis exmilitares y excombatientes sandinistas que por criticar al orteguismo han pasado de ser guerrilleros libertadores a “terroristas” perseguidos y capturados.
Acusación
Carlos Ramón Brenes Sánchez fue acusado por los delitos de terrorismo, crimen organizado, entorpecimiento de servicios públicos y daño, en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad nicaragüense.
Según la acusación, en los meses de abril a julio, Brenes Sánchez dirigió a los principales grupos de terroristas del departamento de Carazo. “Ejecutó y planificó junto a otros delincuentes: asesinatos, secuestros, torturas, asaltos, violaciones, incendios a viviendas e instituciones, creando terror y zozobra”.
Lo responsabilizan de realizar ataques a la delegación policial de Jinotepe y del robo de dos cisternas de combustible que instalaron en la entrada de la delegación de Jinotepe. “Está involucrado también en el asesinato de dos policías el 8 de julio, cuando estos restablecían el orden público, para liberar a pobladores y transportistas de carga internacional que se encontraban secuestrados en Jinotepe”.
Según la acusación existen fotos que prueban las reuniones que sostuvieron estos militares retirados. Sin embargo, los familiares de Carlos Brenes y Tomás Maldonado —mayor en retiro capturado—, aseguran que ambos no se conocen y que por lo tanto no pueden existir nexos entre ellos.
Origen
Carlos Ramón Brenes Sánchez es nieto de un presidente de Nicaragua, el político liberal Carlos Brenes Jarquín, designado como presidente por el Congreso entre junio de 1936 y enero de 1937, después de que Juan Bautista Sacasa abandonara el poder presionado por Anastasio Somoza García.
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Brenes Jarquín era médico y cirujano, graduado en la Universidad de San Carlos Borromeo de Guatemala, que nació en el seno de una familia pudiente y conservadora de Masaya.
En una hacienda de Brenes Jarquín trabajaba como doméstica Juanita Escobar, un indígena de Monimbó, a quien el presidente embarazó. De esa unión nació don Fernando Brenes, padre Carlos Brenes.
Como forma de retribución por el embarazo, Juanita recibió de parte de una hermana de Brenes Jarquín la casita donde todavía vive Fernando Brenes, a los 86 años de edad, que es también el lugar donde nació el coronel Carlos Brenes hace 63 años. Se trata de una vivienda donde hace años funcionaba un taller para reparar zapatos.
Fernando Brenes, padre de Carlos, era zapatero y le enseñó el oficio a su hijo desde pequeño. Juana Sánchez, la madre del coronel, era vendedora del mercado de Masaya. Justo cuando Carlos salió de la secundaria fue que se metió al Frente Sandinista y se fue de Monimbó. Solo regresaría unos años después para acompañar a Camilo Ortega en la insurrección de Masaya.
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De ahí es que nace su veneración por Camilo Ortega. En todas las casas que Carlos ha vivido ha colgado un cuadro de él y decía que “era el mejor de los tres Ortega”. Al primero de sus hijos le puso el nombre de Carlos, y a su hija la nombró Thelma Segovia. El primer nombre por su exesposa y el segundo por ser el lugar donde desarrolló la lucha Augusto C. Sandino. Siempre decía que le hubiera gustado tener otro hijo para llamarlo Camilo.
Mensaje a excombatientes
Además de la captura de Brenes, el gobierno de Daniel Ortega ha capturado al mayor en retiro del Ejército, Tomás Maldonado, a quien secuestraron durante 23 días un grupo de paramilitares y apareció recientemente acusado de terrorismo, como parte de una supuesta banda delincuencial conformada por tres exmilitares y tres exmiembros del extinto Ministerio del Interior.
Los militares en retiro son Carlos Brenes y Tomás Maldonado, ambos capturados, y el mayor en retiro Roberto Samcam, un crítico contra el gobierno, que se encuentra exiliado. Mientras que los miembros del Ministerio del Interior son Leonel Rojas Medrano, Álvaro Campos Chávez y Rodolfo Rojas Cordero.
Agricultor
Del Ejército Nacional Carlos Brenes salió nada más con la liquidación que le pagaron por los años trabajados para la institución. Era lo que le correspondía, pero tampoco nunca gozó ni ha pedido una pensión militar. A él y sus familiares siempre les han dicho: “Ustedes son babosos porque quedaron sin nada”.
Lo único que le quedó a Brenes fue una finca de diez manzanas, ubicada entre Masatepe y Jinotepe, donde siembra granos que vende para poder mantenerse. Su actual esposa, Salvadora del Socorro Martínez, dice que la finca la compró con un préstamo que hizo a un banco, pues asegura que tampoco le pagaron la liquidación del Ejército.
En el terreno ubicado en Los Llanos, Carlos Brenes se dedica al cultivo de café, aguacate y árboles frutales. Según su esposa, Salvadora Martínez, en ese lugar se mantuvo durante los cuatro meses de la crisis política que vive el país.
El martes 29 agosto salió de su casa a las tres de la mañana para ir a Costa Rica a visitar a su hijo, que es médico y le facilita los chequeos y medicinas todos los años. A las once de la mañana la casa de Martínez fue requisada por policías comandados por el comisionado Ramón Avellán, según los testigos del hecho.
Las únicas “armas” que encontraron los policías en el lugar fueron dos machetes que sirven para trabajar la tierra, dice Martínez. La foto en que se mira a Brenes capturado la tomó una periodista que denunció la detención del coronel en la frontera con Costa Rica, a la una de la tarde de ese mismo día.
Voz crítica
Desde 1991, cuando se retiró del Ejército, Carlos Brenes se convirtió en una voz crítica contra el Frente Sandinista. Fue de los que señaló la “piñata”, el proceso de destrucción del partido rojinegro en los años 90, el pacto de Daniel Ortega con Arnoldo Alemán y los abusos de poder en estos 11 años del orteguismo.
Hugo Torres, general en retiro, dijo que Carlos Brenes tiene un expediente limpio y pulcro, tanto en la lucha insurreccional como en la vida militar. “Fue un jefe serio, exigente, pero respetado y querido por las tropas”, agrega Torres.
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Después del triunfo de 1979 le otorgaron el grado de comandante y lo asignaron a la Quinta Región Militar en la Costa Caribe entre 1981 y 1982. Después lo trasladaron a Managua como segundo jefe de la dirección política.
Torres asegura que Brenes fue jefe de la brigada de Tanques y de la Segunda Región Militar de Occidente. Durante la insurrección estuvo al frente de los departamentos de Masaya y Chinandega, hizo clandestinaje en Sutiaba, León, y también formó parte del Frente Norte, en el que estuvo también la comandante Dora María Téllez.
“Una persona completamente íntegra, un jefe militar y guerrillero, a quien se le ha tenido muchísimo respeto. Es un ejemplo de líder y de jefe militar de un ejército que evolucionó a ser profesional y que hoy está siendo cuestionado”, dijo Dora María Téllez.
Para Torres, la foto de Carlos Brenes que se ha viralizado en los últimos días, que cree fue tomada en Panamá previo al triunfo de 1979, resume la calidad de cuadro revolucionario que era. “Es hombre totalmente consecuente consigo mismo, desde que se integró a la lucha contra Somoza, que no se ha apartado de ese camino. Por eso es que ahora está preso, porque no se ha apartado y critica a esta nueva dictadura”, dijo Téllez.
Desde su retiro del Ejército integraba un grupo de exmilitares que reclamaban derechos básicos. Con esta agrupación formaba parte del Frente Amplio por la Democracia (FAD). Y fue en representación de ellos, y a petición de su hermano Fernando Brenes —otro militar retirado ahora exiliado en Costa Rica—, que leyó el pronunciamiento a principios de mayo en la placita de Monimbó, donde pidió a Ortega que cesara la represión y que abandonara la Presidencia.
“Esa es la razón por la que (Ortega) se ha ensañado contra él. Porque reconoce a un líder íntegro. Y porque necesita enviar un mensaje de castigo a todos los sandinistas que se han volcado a la lucha azul y blanco y que han optado por la defensa de la democracia”, dijo Téllez.
Enfermedad
A la primera boda de Carlos Brenes, cuando contrajo matrimonio con Thelma López, asistieron Manuel Salvatierra, el general en retiro del Ejército, y Joaquín Cuadra, exjefe del Ejército.
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En su casa hay varias fotos de Brenes jugando billar con Humberto Ortega, hermano del presidente y exjefe del Ejército, y abrazado con Joaquín Cuadra y Manuel Salvatierra. Para este reportaje hicimos una consulta a Cuadra sobre la detención de Brenes —su antiguo amigo y compañero de lucha—, pero hasta el cierre de la edición no ha respondido.
Públicamente tampoco se han pronunciado Humberto Ortega ni Manuel Salvatierra.
El jueves por la tarde, mientras Salvadora Martínez, su esposa desde hace 15 años, le dejaba alimentos en el Chipote, los fanáticos orteguistas que se mantienen en las afueras presionando a los familiares de los detenidos, le gritaron “que paguen por sus crímenes”, “golpistas asesinos”, mientras bailaban la cumbia de “Daniel se queda”.
Salvadora entregó un paquete de alimentos y dos bolsas de medicamentos a los policías del Chipote. Carlos Brenes es diabético, hipertenso e insulinodependiente desde hace 30 años. Se inyecta dos tipos de insulinas tres veces al día.
Según su esposa, le quitaron la atención médica en el Hospital Militar por ser crítico del actual gobierno, y era por eso que él viajaba a Costa Rica para que lo atendiera su hijo médico.
“Me da miedo que no le estén pasando las insulinas. Si Carlos no se pone las insulinas me da miedo que me lo vayan a matar”, dijo Martínez, quien además agrega que Brenes padece de falta de circulación en la sangre, presión arterial alta y enfermedades del corazón.