De forma silenciosa y después de 22 días de haber sido secuestrado por paramilitares y sin haber comunicado a su familia el mayor en retiro Tomás Ramón Maldonado fue acusado “por terrorismo” por la Fiscalía orteguista en los tribunales y conducido en secreto a audiencia preliminar la tarde del viernes pasado.
Bajo la causa 013014-ORM4-2018-PN Maldonado fue acusado en el Juzgado Séptimo de Distrito Penal de Audiencias, a cargo del juez Abelardo Alvir Ramos y es parte de un listado de otras ocho personas más acusadas de varios delitos, entre los que sobresalen terrorismo y crimen organizado en perjuicio de la sociedad y el Estado de Nicaragua.
La Fiscalía solicitó la prisión preventiva y un trámite complejo de la causa. El juez programó audiencia inicial para el 21 de septiembre.
Como ha sucedido en la mayoría de casos contra ciudadanos sospechosos de ser opositores, el acusado fue llevado a la audiencia preliminar sin que su familia tuviera conocimiento, no tenía representación legal y le fue nombrado un defensor público y en la misma señaló que la acusación ni reúne los requisitos de ley y pidió que sea visto por un médico forense.
El abogado del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, cuestionó el procedimiento de las autoridades dado que a la familia del militar retirado nunca le aceptaron que estuviese detenido.
Fue hasta ese mismo viernes cuando oficiales del Chipote les reconocieron que estaba preso en ese lugar y les permitieron que le pasara alimentos, pero no les informa que había sido conducido a audiencia.
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“La hacen (acusación) agregando abusos como una suma de atropellos desde el primer momento de su arresto, que lo arrestan sin orden de captura, lo acusan con otro abuso de poder fuera del tiempo constitucional y del procesal, y otra cadena de abusos le hacen una audiencia cerrada, solo bajo el lente de los medios que son de propaganda para sostener al poder abusivo del régimen… porque la familia no se entera de eso”, dijo Carrión.