Para el secretario de Relaciones Exteriores del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y diputado, Jacinto Suárez, las protestas ciudadanas de los últimos ocho días obligan a la dirigencia de su organización a reflexionar sobre los errores cometidos y dar las señales para que se logre un diálogo con los diferentes sectores que lo están demandando.
Aunque el único punto que no están dispuestos a poner en la mesa del diálogo es que Daniel Ortega renuncie como presidente del país, de acuerdo con las palabras de Suárez.
El legislador es uno de los dirigentes históricos del FSLN, cercano amigo a Ortega, con quien estuvo encarcelado durante el somocismo. “Nos toca hacer un balance crítico a los sandinistas y encontrar en qué hemos pecado”, opinó Suárez este martes.
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Los jóvenes autoconvocados, que han resistido la represión de los grupos de choque de la Policía Nacional y la Juventud Sandinista (JS), han demandado la renuncia de Ortega y la de su esposa y vicepresidenta designada Rosario Murillo.
Suárez expresó que la lista de demandas de los jóvenes autoconvocados “es exagerada”, porque la renuncia de Ortega no es negociable para el FSLN.
“Con esa cantidad de demandas no lo veo (posible). Hay una Constitución, hay leyes. Hay cosas que deben ser negociadas y ordenadas, pero no se puede llegar a una mesa a pedir que se vaya todo mundo”, expresó el diputado oficialista.
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La protesta que empezó la semana pasada en contra de la reforma al sistema de seguridad social, impuesta por el Gobierno, escaló a una resistencia ciudadana en diferentes departamentos del país que ha sido reprimida por la Policía y la JS, dejando 30 muertos, entre los que se cuenta a universitarios, un periodista, dos oficiales de la Policía y pobladores.
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