El haber intentado aclarar que nada tenía que ver con un correo electrónico anónimo en las que hacían demandas laborales, fue causa suficiente para que las autoridades de la Dirección General de Servicios Aduaneros remitieran a un auditor fiscal a las celdas de El Chipote.
Aarón Molina denunció en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) que hasta junio del presente año trabajaba en esa institución del Estado, como auditor fiscal, donde dijo que los trabajadores son sometidos a una persecución policíaca por parte de lo que llaman unidad de revisión operativa, a cargo de un comisionado en retiro de la Policía Nacional.
A mediados de junio pasado, Molina conoció que su nombre aparecía en un correo electrónico, cuya copia aparentemente fue remitido a la vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Rosario Murillo.
Esto fue motivo suficiente para que lo remitieran primero a la unidad de revisión en las bodegas de Aduana Managua, donde inicialmente llamaron a policías de la Dirección Económica y luego con engaños a las celdas de El Chipote, donde permaneció más de 24 horas.
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“Me llevaron a la camioneta sin decirme cuál era el delito por el cual me iban a trasladara Auxilio Judicial y allá en Auxilio Judicial me trataron como cualquier criminal, totalmente (…) si yo le digo en detalles es vergonzoso”, dijo.
“Me desnudaron los cabrones, me hicieron movimientos allí como si era un narcotraficante o algo por el estilo y me mandaron a una celda de El Chipote y allí amanecí”, relató el denunciante.
Indica que de allí sin cenar, desayunar ni almorzar en pésimas condiciones lo llevaron a Aduana para obligarlo a renunciar.
Criminalizan reclamos
El abogado del Cenidh, Salvador Marenco, destacó la ilegalidad de la detención, pues de acuerdo a lo denunciado por el auditor fiscal, “sin tener ninguna orden legal, ni una causa de la detención o haberlo capturado en la comisión de algún ilícito lo llevaron a la Dirección de Auxilio Judicial”.
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“Se puede evidenciar la represión y la criminalización de un reclamo laboral”, expresó el abogado del Cenidh, quien consideró que la forma en que responden con la represión y el despido, según lo denunciado por Molina no analizan el fondo del asunto.
Aarón Molina debió recurrir a los juzgados laborales, pues en la comisión bipartita determinaron la cancelación del contrato, por lo que considera que el proceso disciplinario todo fue acomodado en su contra.
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trabajadores al menos fueron investigados en la Dirección General de Servicios Aduaneros por la distribución de correos con demandas laborales, cuya copia fue enviada a Rosario Murillo.