Mientras continúan las denuncias por detenciones prolongadas y arbitrarias por parte de la Policía, también crece el temor de los familiares de los arrestados por hacer denuncias públicas, denunció el director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión.
En la mayoría de los casos, dijo Carrión, los detenidos han sido remitidos a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), mejor conocidas como El Chipote, sin que los familiares conozcan los motivos del arresto.
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Carrión manifestó que los familiares han expresado temor a represalias de lo que pueda pasar a sus parientes presos, pues han conocido que son sometidos a torturas físicas y psicológicas.
“Es un círculo pernicioso que agrava la situación de los detenidos y sus familiares”, sostuvo Carrión, quien refirió que para tratar de ocultar las arbitrariedades las autoridades establecen en las acusaciones que los arrestos han sido en el período de las 48 horas, “lo que evidencia una suma de malas prácticas que son violatorias a los derechos individuales”.
Carrión mencionó el caso de un guarda detenido por supuesto robo que para presionarlo a que confesara, el hecho la Policía se llevó arrestada a la madre de este.
Antes la Policía le había advertido al detenido que lo mismo que le habían hecho a él le harían a su madre.
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