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ajuste fiscal, Nicaragua

Economista Adolfo Acevedo. LA PRENSA/ARCHIVO

La propuesta de Funides

La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), dio a conocer una propuesta para diversificar la canasta exportadora del país. El punto de partida de la propuesta de Funides es el "enfoque de la complejidad económica".

La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), dio a conocer una propuesta para diversificar la canasta exportadora del país. El punto de partida de la propuesta de Funides es el “enfoque de la complejidad económica”.

Este enfoque considera que la información proporcionada por la canasta exportadora de un país permite inferir la calidad y diversidad de sus conocimientos y capacidades productivas. A partir de allí se desarrolla un índice de complejidad económica que combina los indicadores de diversidad y ubicuidad de las exportaciones.

La diversidad de las exportaciones de un país, es decir la cantidad de productos diferentes que un país exporta, es una aproximación a la variedad de capacidades productivas disponibles en el país, y la ubicuidad de los diferentes productos, que refleja la cantidad de países que son capaces de producirlos, es una aproximación a la variedad de las capacidades especializadas requeridas para producir cada uno de ellos.

Los países de mayor ingreso per cápita muestran una mayor diversidad en su canasta exportadora, esto es una considerable diversidad de productos exportados, y dentro de estos, destacan productos cuya fabricación requiere la combinación de una considerable diversidad de conocimientos productivos altamente especializados.

Estos países, con una estructura exportadora muy diversificada, han acumulado las capacidades y conocimientos requeridos para producirlos y, sobre todo, la diversidad de conocimientos especializados requeridos para combinarlos en bienes de alta complejidad, que solo pocos países son capaces de producir.

Por el contrario, los países de menor ingreso per cápita solo han logrado acumular conocimientos y capacidades muy limitadas, que solo les permiten producir un numero reducido de bienes, y carecen de la diversidad de conocimientos productivos altamente especializados que les permitirían producir bienes más complejos.

El proceso de transformación estructural se considera así como un proceso de diversificación de la canasta exportadora y de gradual acumulación de conocimientos y capacidades productivas que permitiría a estos países exportar bienes de cada vez mayor complejidad.

La ruta más factible para avanzar hacia la diversificación es moverse sucesivamente hacia la producción de productos “cercanos”, aquellos que solo requieran modestas adiciones a las capacidades existentes. Mientras mayor “conectividad” en el espacio de los productos se posea, es decir, mientras más elevado sea el número de productos “cercanos”, mayores serán las posibilidades de avanzar cada vez más lejos, obteniendo crecientes ganancias de complejidad.

Sin embargo, los autores de este enfoque previenen acerca de la situación en la que se encuentran países como Nicaragua, que además de poseer una limitada acumulación de capacidades, muestran también posibilidades bastante limitadas de diversificarse hacia productos cercanos, porque, en consonancia con las limitadas capacidades disponibles, hay bastante pocos.

En este caso, según estos autores, ir introduciendo pequeñas adiciones a las capacidades existentes tendría un rendimiento muy limitado en términos de ganancias de complejidad. De hecho, las verdaderas oportunidades para incrementar la complejidad se encontrarían comparativamente lejanas de las capacidades iniciales del país, de manera que el esfuerzo de diversificación y acumulación de capacidades, si desea obtener los rendimientos adecuados, debía ser más ambicioso.

Funides ha optado, en su propuesta, por la estrategia de moverse hacia los productos más cercanos, aún en presencia de la limitada conectividad de Nicaragua en el espacio de los productos, quizás porque la estrategia de optar por apuestas estratégicas de mayor alcance representaría desafíos mucho mayores, y demandaría un esfuerzo nacional coordinado de gran alcance, el cual, a su vez, demandaría unos niveles de cohesión y un sentido de compromiso y propósito nacional compartido que no existe en este momento.

Sin embargo, ojalá esta propuesta logre entusiasmar a grupos empresariales para arriesgar su capital para comenzar a diversificar la economía, aunque sea dentro de este enfoque tan prudente. Ojalá también que esto, si acaso ocurre, sirva para generar confianza en las capacidades propias y desencadene un proceso en que se vayan asumiendo apuestas estratégicas aún mayores. El problema es que el tiempo del país es cada vez mas limitado.

(*)Economista

[email protected]

Economía Adolfo Acevedo Vogl Economía y Desarrollo archivo

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