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Claudia Neira Bermúdez, Empresaria del Año 2016 de Nicaragua. LA PRENSA / Oscar Navarrete.

Claudia Neira Bermúdez, Empresaria del Año 2016 de Nicaragua. LA PRENSA / Oscar Navarrete.

Claudia Neira: “Se aprende más de los fracasos”

Claudia Neira, dueña de Crea Comunicaciones y Empresaria del Año 2016, analiza la actualidad política y económica de Nicaragua, y da consejos a los nuevos emprendedores del país.

Desde el cuarto piso del edificio Discover, al sur de Managua, la oficina de Claudia Neira tiene una vista privilegiada. Parte de este piso es de Crea Comunicaciones, la empresa que ella fundó hace 11 años. Al comienzo solo era un escritorio, una computadora y ella. Ahora tiene a 28 personas a su cargo y lleva la estrategia de comunicación de empresas tan grandes como Sinsa, Coca-Cola y Philip Morris.

El año pasado el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) la eligió Empresaria del Año 2016. Un reconocimiento que ella toma menos personal y más hacia “una industria nueva, en crecimiento y necesaria para las empresas y organizaciones”.

En esta entrevista la empresaria, que hace también parte de la junta directiva de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), habla de su negocio, da consejos a futuros emprendedores y charla sobre la situación política y económica del país.

Hace unos meses la escogieron Empresaria del Año 2016 en Nicaragua. Como empresaria, ¿cómo vislumbra la situación económica del país?
Yo creo que en Nicaragua indudablemente tenemos un montón de retos y una serie de temas que como país tenemos que solucionar, tanto políticos como económicos. Yo creo que en el tema económico vamos mucho más aventajados que en el tema político. Pero yo creo que todos los temas políticos que tenemos, debemos solucionarlos entre los nicaragüenses. Y los nicaragüenses tenemos siempre la maldita manía de ir a poner quejas a Estados Unidos o a cualquier otro país y esperar que alguien haga algo por nosotros. Pero mientras sigamos teniendo esa manera de manejar nuestra política, de que alguien va a venir con una varita mágica a ayudarnos, no va a haber manera alguna que podamos salir adelante. Porque hoy es Almagro y antes fue Pérez de Cuéllar en la ONU; siempre hay diferentes actores que van moviéndose, pero si te fijás el escenario sigue siendo el mismo. Hay muchos retos en Nicaragua, pero también tenemos que ser claros de que es bueno que el país crezca pero es bueno que el país crezca en todos los espacios, no solamente en algunos.

Se habla de crecimiento macroeconómico pero no se ve quizás reflejado en salarios mínimos, empleo informal y dependencia de remesas…
Así es. Hay una serie de retos que van más allá. No solamente los políticos, que no son menos, pero que todos debemos discutirlos como nación.

¿Entre empresarios se habla de estos temas?
Yo creo que el tema político es un tema que, para bien o para mal, le encanta a los políticos. No es un tema que está en el día a día de nuestras conversaciones ni en el día a día de nuestros temas. Lamentablemente, porque tenemos dos opciones: o seguir haciendo cosas que son las que permiten, en el caso nuestro, que Crea crezca y que podamos responder a los clientes, o ponernos a debatir sobre políticas que no tenemos nosotros en nuestras manos la posibilidad de solucionarlas. Entonces es bien relativo. Yo, desde mi punto de vista, sí es un tema que tiene mucho impacto en la economía y en la vida de todos. No podemos vivir en una burbuja. Sí creo que todos los ciudadanos nicaragüenses tenemos que ser mucho más conscientes de lo que está pasando y ver de qué manera involucrarnos.

¿Como empresaria se atrevería a plantear soluciones?
No, porque yo sí creo que es como una obra de teatro y cada quien tiene diferentes actores. Es muy fácil pedirle a la empresa privada que haga lo que los partidos políticos no hacen. Pero la función de los gremios no es hacer política.

¿Cómo analiza el tema de la “Nica Act”, cuyo estudio sigue vigente en Estados Unidos?
Yo creo que el tema puntual de cualquier sanción en el extranjero es un tema en el cual perdemos absolutamente todos. Creo que tenemos que ver un poco más allá del impacto político que se tenga, sino el impacto que va a tener en la economía del país. Yo creo que tenemos que replantearnos si esto es bueno o malo para Nicaragua. En lo personal yo creo que tenemos que ser un poco menos egoístas y pensar en el concepto de nación que se tiene. Y esto probablemente no le va a gustar a mucha de la gente que está en la oposición, pero tampoco podemos llevarnos a justos por pecadores. Porque el impacto que tiene es un impacto bien grande que no lo vamos a sentir la clase empresarial, no lo va a sentir la clase política, no lo vamos a sentir los que estamos sentados aquí y probablemente ni vos ni yo, pero sí lo va a sentir toda la gente que es beneficiaria de los préstamos o de todos los créditos que se irían o se quedarían congelados.

La “Nica Act”, sumada a la ayuda de Venezuela que se está mermando, ¿puede traer a Nicaragua una situación económica oscura?
Yo no manejo mucho el tema macroeconómico ni el tema de las economías, entonces tampoco quisiera opinar sobre ese tema porque no sé.

¿Su punto de vista político la afecta como empresaria?
Yo creo que todos los seres humanos somos seres políticos, pero ser partidario es otra historia. Yo pienso de determinada manera y creo que toda acción tiene reacción. Todo lo que vos digás tiene impacto, para bien o para mal. Pero yo prefiero que mi tema partidario y político, prefiero no tocarlo, si te fijás yo he sido muy prudente en ese tema. Pero, ¿cuáles son los desafíos que como país creo que tenemos? El tema de la libertad de expresión, eso sí creo que hay que decirlo y no tengo problema en decirlo. Es un gran reto en este país. Y el tema del crecimiento económico que tiene que ir con otra serie de crecimientos y principios democráticos.

Usted fue periodista y es especialista en Comunicación. ¿Cómo ve la salud del periodismo en Nicaragua?
Yo creo que tienen que haber dos vías para que haya buen periodismo, y aquí insisto en que la parte formativa tiene que ser muy buena, pero sobre todo la parte autoformativa. Hacer periodismo no solamente es ir y poner una grabadora; es investigar, capacitarte, aprender otros idiomas, tener aspiraciones y salir un poco del ombligo. El gran problema que tenemos todos los nicaragüenses es que nos vemos el ombligo y creemos que Nicaragua es el centro del mundo. El reto es ponernos muchos más desafíos constantemente. Ser periodista no es simplemente hablar de política o criticar o echarle flores al gobierno de turno. Es crear un estado de opinión a favor o en contra o que tenga algo que ver. Pero no simplemente ser activista político. Es investigar y hablar sobre temas que están invisibilizados. Yo creo que el periodista independiente, a nivel mundial, es cada vez más importante porque ayuda a balancear la información, siempre y cuando sea independiente y esté siempre fiscalizando a uno u otro bando, que es una tendencia en la cual muchas veces se puede caer. El periodismo independiente es necesario y es fundamental siempre y cuando sea independiente justamente.

¿Usted forma parte de las juntas directivas del Cosep y de AmCham?
No, de AmCham y Fobeca, que es el fondo de becas del Colegio Centro América.

Pero del Cosep ¿forma parte como empresaria?
En el Cosep formo parte como empresaria, pero también soy parte del Consejo de Mujeres Líderes de Nicaragua, que fue una iniciativa que nació el año pasado, pero este año también vamos a hacer. En AmCham soy parte de la junta directiva y también en Fobeca, donde becamos a muy buenos alumnos de colegios públicos para los cinco años de secundaria.

¿Ha visto algún tipo de impedimento en su carrera como empresaria por ser mujer?
Yo creo que tengo la suerte de estar en una industria que en Centroamérica es meramente femenina. Hay muchas mujeres a la cabeza de las empresas. En ese sentido, en esta parte del mundo, no he tenido impedimento alguno. Pero sí creo que en algunos lugares, en otras industrias, el tema de ser mujer sí te puede frenar un poco el desarrollo. En mi caso fue más el tema de la juventud cuando fundé la empresa, que el tema de ser mujer. A veces íbamos a reuniones y me decían: “Vamos a esperar que venga doña Claudia”. Y no, doña Claudia era yo.

Y en Nicaragua, en general, ¿hay desventajas para las mujeres empresarias?
Sí, indudablemente hay retos para las mujeres en diferentes industrias, están en desventajas en otras áreas. En detalle no conozco, pero como empresa privada por ejemplo, en temas de industrias mucho más grande, ¿por qué la mujer no va a ser capaz de manejar un camión, de meterse a un hoyo a explorar o crear fórmulas de medicina?

¿Qué consejos puede darle usted a alguien que quiere emprender y piensa que tiene una buena idea?
Bueno, primero te dicen “soñar”, pero mentira. Todos tenemos sueños, pero tenés que poner los pies en la tierra y darte cuenta realmente si es viable. Tenés que tener mucho valor para arriesgarte pero también darte cuenta si es viable y dejarlo ir si no lo es. O tener paciencia. En mi caso no necesité de un gran capital al inicio. No necesitaba inversión en máquinas y eso le facilitó a Crea poder nacer en el escritorio de una galería. Pero cuando tenés de por medio un capital grande, tenés que hacer un estudio de factibilidad serio. En mi caso la inversión fue de tiempo. Lo que sí es importante es no tener miedo. Si vas a estar miedoso, mejor quedate. Hay gente que nació para trabajar con alguien toda la vida y otros nacimos para crear nuestro propio negocio.

¿Qué parte juega el fracaso en el proceso de crear una empresa?
Yo creo que tenés que jugar con el fracaso porque siempre vas a fracasar en algo. Y desmitificar que es malo fracasar. Yo creo que uno aprende más del fracaso y de los errores que de los éxitos. Los éxitos vos los saboreás y los disfrutás, pero cuando vos fracasás y te das cuenta de por qué lo que creías que iba a ir bien no fue bien, te das cuenta de qué pasó y cómo podés cambiar eso. El fracaso es levantarte y seguir jugando. Nadie te dijo que te iba a ir bien. La única opción que tenés es levantarte, quitarte el polvo de las rodillas y seguir caminando.

¿Cómo está la situación actual en Nicaragua para emprender?
Yo no me atrevería a hablar porque yo emprendí mi negocio hace 12 años. Yo hoy en día no sé cómo está, entonces no quisiera meterme a un tema que no tengo idea.

Claudia Neira Bermúdez, Empresaria del Año 2016 de Nicaragua. LA PRENSA / Oscar Navarrete.
Claudia Neira Bermúdez, Empresaria del Año 2016 de Nicaragua. LA PRENSA / Oscar Navarrete.

“El fracaso es levantarte y seguir jugando. Nadie te dijo que te iba a ir bien. La única opción que tenés es levantarte, quitarte el polvo de las rodillas y seguir caminando”. Claudia Neira Bermúdez, Empresaria del Año 2016 en Nicaragua.

Hablemos ahora de Crea. ¿Es una empresa que provee estrategias de comunicación a empresas?
Somos un grupo de profesionales que proveemos a empresas u organizaciones, porque no solo trabajamos con empresas privadas sino con ONG, estrategias de comunicación para posicionar sus temas. Siempre y cuando tengan un objetivo final. Al fin y al cabo nuestro objetivo es aportar a la creación de la reputación de la empresa y a crear una tendencia en la opinión pública.

¿Cuántas cuentas o empresas maneja Crea hoy?
Nosotros tenemos varias categorías de clientes. Tenemos los clientes fijos con los que hemos tenido una especie de matrimonio desde hace mucho tiempo. Ahí tenemos alrededor de 15 clientes, que son los clientes con los que históricamente hemos trabajado mucho tiempo. Nos vieron nacer o crecimos con ellos. Y luego están los clientes que vienen por eventos puntuales o por períodos de tiempo específico. Que no son clientes con los que estás todo el tiempo, pero sí desarrollás una buena relación.

¿Qué empresas trabajan con ustedes?
Tenemos una diversidad de temas. Trabajamos con Philip Morris, Coca-Cola y la embotelladora, que aquí es Femsa, Sinsa, Hemco, Centrolac, Cámara Minera de Nicaragua, Cámara Nacional del Tabaco, Funides, Invercasa, el Banco Interamericano de Desarrollo, Centroamérica Cuenta, Compañía Cervecera de Nicaragua, Cemex, Galerías Santo Domingo, LG, Mercom, Movistar, la Unión Europea, algunos temas de la Unión Europea. Esos son como los clientes fijos y también tenemos clientes que entran y salen.

¿Qué tanto se mete Claudia Neira a cada cuenta?
Depende de la situación. Hay clientes con los cuales yo no me meto nunca, pero cuando hay una crisis me meto. O hay clientes con los que entro en temas específicos. Usualmente yo me doy un paseo por todos pero no necesariamente tengo en el día a día que estar con todos. Porque si no, no podríamos crecer. Entonces eso me ha permitido poder dedicarme a otros proyectos, como Centroamérica Cuenta y también participo en dos juntas directivas. Pero sí, soy muy curiosa y estoy detrás de toda la innovación en Crea. Si no estoy en un tema específico busco lo que hacemos bien, lo que hacemos mal, busco a gente que nos ayude a evaluarlo y busco siempre nuevas metodologías y nuevas maneras de trabajar.

¿Cómo maneja las crisis de sus cuentas, las crisis de envergadura nacional como esta de los niños en Galerías?
Yo creo que un tema clave es poder saber que es una cuestión puntual. Tenés que tener la cabeza fría y mucha capacidad de respuesta casi inmediata.

¿Las empresas confían ciegamente en ustedes y voltean la cara?
No, no, no. Usualmente hay un comité de crisis en el cual hay abogados, los dueños de la empresa, los socios. No es que nosotros tenemos carta blanca para actuar en una crisis ni queremos tenerla. Es una serie de actores los que actúan en ese momento. Yo creo que es fundamental no tener un vínculo emocional con la parte sujeta de las crisis. Es fundamental porque te permite a vos estar en otra plataforma y poder desde ahí asesorar y sugerir diferentes escenarios. Pero también hay una serie de manuales y una serie de temas que vos tenés que saber, conocer el cliente es fundamental y tener capacidad para adelantarte a diferentes escenarios. Igual siempre va a haber sorpresas, escenarios que no previste. Podés tener un manual de crisis con 25 escenarios y el accidente fue otro. Tenés que saber qué estás diciendo, saber qué ha funcionado y qué no ha funcionado en otras crisis también es muy importante. Y también saber que en algún momento la crisis va a pasar y cómo vas a comenzar a trabajar para resarcir el daño que haya quedado producto de la crisis.

¿Hay una ventana de tiempo dentro de la cual reaccionar, como un “deadline”?
A diferencia de muchos especialistas de la comunicación, yo creo que no hay recetas mágicas para enfrentar las crisis. Y cada crisis tiene su particularidad y sus razones de ser. Sí hay protocolos y procedimientos que tenés que saber, por ejemplo cuando hay vidas humanas de por medio, cuando hay impacto ambiental de por medio, químicos, pero comunicacionalmente no hay una receta tipo A, B y Z. Para eso te metés a Google y no haría falta que estuviésemos profesionales como yo de por medio o como la gente del equipo que forma parte de las crisis. Pero sí tenés que tener conocimiento serio de lo que ha funcionado y lo que no ha funcionado antes, y que estás administrando un intangible muy grande que es la reputación de algo o de alguien

 

Plano personal

Claudia Neira Bermúdez, de 41 años, nació en Río de Janeiro, Brasil. Su padre era peruano y su mamá es nicaragüense. Neira es soltera y no tiene hijos.
Fue expulsada del Colegio Centro América en primer año de secundaria porque “era muy inquieta” y los padres no la aguantaban. Se bachilleró en el colegio público Rigoberto López Pérez, estudió Comunicación y Prensa Escrita en la Universidad Centroamericana y su mamá la envió a Estados Unidos para aprender inglés y seguir formándose. Hizo una maestría en Comunicación en la Marshall University de West Virginia.
Claudia Neira trabajó en Washington DC para el Banco Interamericano de Desarrollo, y llegó a tener un buen salario y viajes recurrentes por el mundo. Pero la muerte de su padre la hizo abandonarlo todo y decantarse por comenzar un proyecto nuevo.
Le encanta cocinar y se esmera cuando lo hace. Sus platillos favoritos de su repertorio son el risotto de queso azul, las pastas a la carbonara y el ají de gallina.
Tiene dos grandes pasatiempos: leer novelas en la comodidad de su casa o salir al sol en algún lugar de relajación como la laguna de Apoyo, en Masaya, rodeada de amigos.
Ha viajado por diversas partes del mundo. Entre las más exóticas están Jordania, Egipto y Bali (una isla de Indonesia).

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