La noche de este sábado 19 de noviembre murió don Roberto Sánchez Ramírez, el gran rescatador de la historia de Managua.
El hijo dilecto de la capital nicaragüense falleció sin dolor en un hospital de la ciudad que amó. “Managua es fea, pero yo la quiero”, solía decir.
Durante su última convalecencia recibió numerosas visitas de amigos en su cuarto de hospital, entre ellos la del cardenal Leopoldo Brenes, quien le dio la extremaunción. Pero hace una semana el parlanchín historiador guardó silencio, relató su hija Ethelvina Sánchez Ortega. Entró en un sereno reposo y “murió tranquilo”.
A lo largo de su vida, Sánchez Ramírez fue periodista, novicio, hippie, militar e historiador. Y aun enfermo, dedicó sus energías a rescatar el patrimonio histórico de la capital. Ha terminado su lucha contra el cáncer, pero su legado sobrevivirá.
La vela de Sánchez Ramírez será este domingo 20 en la funeraria Sierras de Paz, Managua, a partir de las 10:00 de la mañana. Su cuerpo será cremado, pues así lo solicitó él.