En 2007, cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) retornó al Gobierno, inició un proceso para evitar que las organizaciones de la sociedad civil, críticas de políticas públicas no efectivas dejaran de percibir recursos externos.
“Sí hay un proceso sostenido de dañar la libertad de asociación, la libertad de expresión y de impedir el derecho a organizarse”, afirma Azahálea Solís, miembro del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM).
“No ha sido casual destruir los partidos políticos, las organizaciones no gubernamentales, los medios de comunicación y apoderarse de ellos”, manifestó Solís.,
Para Solís los allanamientos y las investigaciones a Cinco, MAM y otras ONG fueron precisamente para obligarlas a callar, debido a su postura crítica frente a la administración pública.
El director ejecutivo de Ética y Transparencia (EyT), Roberto Courtney, afirma que “la cooperación internacional para los temas de gobernabilidad, está prácticamente prohibida por el Estado nicaragüense.
Courtney mencionó que los países nórdicos, que tienen los mejores índices de gobernabilidad en el mundo y que apoyaban a Nicaragua en ese sentido (entre ellos Finlandia, Suecia, Dinamarca y Noruega) “el Gobierno les negó firmar acuerdos de gobernabilidad de apoyo a la sociedad civil y muchos de ellos optaron por irse del país”.
El presidente de Hagamos Democracia, Róger Arteaga, recuerda que fue el mismo FSLN, partido gobernante ahora, el que creó una cantidad inmensa de ONG que criticaban a los gobiernos liberales, cuando los sandinistas eran opositores, pero en la actualidad que están en el poder, han dificultado el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil.
Arteaga también ha sido informado de que el Gobierno sandinista condiciona y canaliza las donaciones extranjeras con las que antes funcionaban las ONG. Asevera que ahora los organismos internacionales y países cooperantes solo pueden hacer donaciones a través del Gobierno.
“Esa ayuda ya no va a llegar a la sociedad civil, porque es bloqueada por el Gobierno y solamente en los casos que le conviene al Gobierno la van a dejar pasar”, asegura Arteaga.
“Cada vez se está reduciendo más el radio de acción de la sociedad civil, para bloquearlas y neutralizarlas”, dice Arteaga, presidente de Hagamos Democracia.
GOBIERNO HIZO UNA “LISTA NEGRA”
Luisa Molina, miembro de la directiva nacional de la Coordinadora Civil, asegura que fue un funcionario del Gobierno quien anduvo por los países donantes, principalmente de Europa y Estados Unidos, con una lista de nombres de organizaciones sociales que no debían recibir recursos.
“Desde hace algunos años, desde el 2007, nosotros denunciamos que estamos en una lista que no puede recibir recursos. Es una lista que presentaba ante la cooperación el señor Valdrack Jaentschke (vicecanciller de la República)”, manifestó Molina.
Algunos embajadores le confirmaron esta información a Molina, y aunque le explicaron que los personeros del Gobierno no les decían directamente que no podían dar cooperación a las ONG (organizaciones no gubernamentales), sí aseguran que les hicieron la “sugerencia: de que tuvieran cuidado, que si daban recursos se podía entender que estaban apoyando una conspiración contra el Gobierno”, explicó Molina.
Al entrar el Gobierno sandinista en 2007, el medio de comunicación oficialista El 19 Digital publicó una serie de artículos donde señaló a las ONG de ser “caballos de Troya del imperialismo”, con objetivos de “desestabilizar” al gobierno encabezado por Daniel Ortega.
Luego de esto vino la expropiación policial de computadoras y documentos del Centro de Investigaciones para la Comunicación (Cinco), al cual se acusó de triangulación de fondos entre el Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM) y las organizaciones extranjeras Oxfam Gran Bretaña y Forum Syd, de Suecia.
Optimista en panorama oscuro
La directora del Movimiento por Nicaragua, Violeta Granera, es optimista ante las limitaciones con las que desempeña su trabajo de incidencia en la ciudadanía y explica que siempre habrá formas alternativas de interactuar con la población.
“La realidad es que las organizaciones no hemos dejado de trabajar con la gente, estamos limitadas sin lugar a duda, tenemos dificultades, pero muchas estamos encontrando formas nuevas de operar, que nos permitan mantener el trabajo con la gente y que son muy variadas como (por ejemplo) juntarnos varias organizaciones en una casa que le llamamos casa de la democracia”, relató Granera.
También han buscado fuentes alternativas de financiamiento de nicaragüenses que están fuera y dentro de Nicaragua, “comprometidos con la democracia”, agregó Granera.
Igualmente, el director de Ética y Transparencia, Roberto Courtney, dijo que han redirigido su trabajo buscando ámbitos de acción más pequeños, por ejemplo, ofrecen asesoramiento a organizaciones en otras partes del mundo, donde se permite el trabajo de gobernabilidad.
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