“Con esta sentencia tenemos el deber histórico de contribuir a la restauración de nuestras instituciones y a la credibilidad del sistema de administración de justicia”. Diputada Katleen Levy, al leer la sentencia.
Alejandro Moncada Luna se convirtió ayer en el primer magistrado panameño condenado por corrupción y enviado a una cárcel, la misma en la que cumple condena el exdictador Manuel Antonio Noriega.
Moncada, designado miembro de la Corte Suprema de Justicia por el expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), en 2010 —institución que también presidió—, fue sentenciado a cinco años de cárcel por los delitos de enriquecimiento ilícito y falsedad ideológica de documentos públicos, que se castigan en Panamá con un máximo de 8 y 12 años de prisión, respectivamente.
CONVENIO LE AYUDÓ
Un acuerdo con la Fiscalía parlamentaria que lo investigó y dejó fuera los delitos de blanqueo de capitales y corrupción de funcionarios públicos, limitó a un máximo de cinco años la pena y estableció además el decomiso de dos propiedades de lujo en la capital.
En octubre las tres jueces suspendieron a Moncada y ordenaron su detención domiciliaria después de que fue acusado formalmente por enriquecimiento injustificado, falsedad de documentos públicos, corrupción de servidores públicos y blanqueo de capitales.
El caso fue denunciado por el Colegio de Abogados tras publicaciones periodísticas sobre la adquisición por parte de Moncada de dos apartamentos de lujo, valuados en 1.7 millón de dólares, que han quedado bajo tutela de las autoridades.
El convenio, del que Moncada se retractó el miércoles pero que retomó ayer, también habilitó a las tres diputadas integrantes de la Subcomisión de Garantías a dictar la sentencia del caso, que de haber seguido su curso normal habría llegado al pleno para que el voto de las dos terceras partes decidiera sobre su culpabilidad.
CASO HISTÓRICO
Las diputadas jueces, la Fiscalía y miembros de la sociedad civil, calificaron el caso de “histórico”, no solo porque es el primer magistrado del Supremo que es juzgado y condenado, también porque el proceso se realizó utilizando un nuevo sistema penal acusatorio que se implementa en Panamá. El Parlamento es la única institución que, por constitución, puede juzgar a magistrados, expresidentes y diputados.
La condena tiene lugar en momentos en que se llevan adelante varias investigaciones por escándalos de corrupción contra excolaboradores de Martinelli, quien enfrenta una posible investigación por su presunta responsabilidad en un caso de peculado y corrupción con fondos de un programa de ayuda nacional.
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